06/12/23. ¿Usted se ha puesto a pensar si la “loca Luz Caraballo” estaba loca? ¿Si, no, jamás? ¡Que casualidad! Pues otra mujer que fue importante para la historia también estaba loca. Loca, como Juana de Arco, que, entre chiflada y santa puso fin a una guerra que había durado más de cien años.
La loca, no, Luz Caraballo fue una mujer de carne y hueso, cuya memoria guardan los niños de Mérida que, a cambio de una propina, cuentan la antigua historia. Algunos dicen, que la mujer de verdad se llamaba María Blasa Rivas y nació a finales del siglo XIX, en Jajó, Trujillo. De ser cierto, aquella historia que dice que interrogada por los españoles sobre por dónde había ido el Libertador, contestó señalando el camino contrario al emprendido por Bolívar, no pudo haber ocurrido.
Pero pensemos, soñemos, que, sí ocurrió, en el cuerpo de María Blasa o de otra. Una mujer que, en una encrucijada, logra que Bolívar avance y que los españoles se retrasen. Un par de horas que marcarían luego todos los siglos de la historia. Su alma, dicen, vaga a la búsqueda de los hijos perdidos en la Independencia. María es uno de los nombres más comunes del castellano y debe ser el de miles de mujeres que, directa o indirectamente, participaron en la Independencia además de miles de viudas y madres que, por la libertad de este país, por cada centímetro de su territorio, entregaron los amores más grandes de la vida.
El asunto de que una mujer sea tachada de loca es viejo y extenso. Si buscamos “la loca” en Google nos sale Juana I de Castilla y muchas de las que tuvieron poder, amor y mando fueron tildadas de locas. Por eso, muchas veces ser definida como loca no significa otra cosa que tuvo ideas y protagonismo propio, lejos de la figura del padre, del marido.
Ahora, ya que nos pusimos a hablar de locas, es un buen momento para dar un consejo porque si fulanito, el que va pendiente, comienza por contarte lo loca que está su ex -en especial, si fue su pareja y es la madre de sus hijos- es mejor que pongas el ojo porque esta es una fórmula más común de la que imaginas en la que los controladores se esconden y que antes de que nos demos cuenta, cuando ya el enamoramiento ha hecho lo suyo, podemos nosotras ser las locas del próximo capitulo.
POR ANA CRISTINA BRACHO • @anicrisbracho
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta