10/01/25. Aunque es lugar común que el nacionalismo exalte a sus héroes independentistas, no siempre estos son símbolos que puedan encajar en aquellos que dicen sentirse tales. Me explico: la Revolución Bolivariana con su máximo líder Hugo Rafael Chávez Frías, exaltó la figura del Libertador Simón Bolívar como Padre de la Patria porque no podía ser de otra manera, no porque sea su epónimo ni una retórica más de la amplia tradición de lo que Carrera Damas denominó “El culto a Bolívar”, reconociendo que dicho culto se afinca, como bien lo estudió la investigadora Yolanda Salas, en el imaginario popular venezolano. Chávez, como parte de ese pueblo y además, militar, no podía estar exento de sentir dicho hálito, especialmente como fuerza moral dinamizadora que hoy convoca nuestra reflexión.
...no toleramos que el nombre de nuestro héroe sea usado por ningún interés foráneo y mucho menos en contra de nuestra nación...
Desde este horizonte, quien se diga venezolano o venezolana, no puede pensarse sin la figura de Bolívar como máximo artífice de nuestro relato independentista, contrario a otras naciones, la fuerza imaginal y espiritual de Bolívar representa un constituyente indispensable de nuestra identidad. En la Revolución Bolivariana, desde el Movimiento Bolivariano 200 hasta la Constituyente de 1999 donde refundamos nuestra República hasta la actualidad, nos sentimos herederos de los principios y la gesta de nuestro Libertador Simón Bolívar, y hemos visto en él no sólo un ejemplo, sino un auténtico arquetipo que nos constituye como seres humanos dignos, soberanos, capaces de hacer nuestra propia historia sin tutela alguna.
¿A qué viene lo anterior? Porque no toleramos que el nombre de nuestro héroe sea usado por ningún interés foráneo y mucho menos en contra de nuestra nación, tal y como lo hizo el gobierno estadounidense, aprobando una ley cuyas siglas en inglés dan con el nombre del apellido del Padre de Nuestra Patria: Banning Operations and Leases with the Illegitimate Venezuelan Authoritarian Regime (Bolivar), y que en español quiere decir: “Prohibición de operaciones y arrendamientos con el régimen autoritario ilegítimo venezolano”, la que fue introducida por Michael Waltz, congresista gringo al senado de Estados Unidos en el 2021, y finalmente aprobada por la Cámara de Representantes, el pasado 18 de noviembre de 2024.
Como respuesta a esto, el gobierno revolucionario bolivariano de Venezuela, presidido por el presidente obrero Nicolás Maduro, a través de su Asamblea Nacional, aprobó en primera discusión, diez días más tarde, la Ley Orgánica Libertador Simón Bolívar contra el Bloqueo Imperialista y en Defensa de la República Bolivariana de Venezuela, la cual invitamos a leer a todo aquel que se diga venezolana o venezolano, según sea el caso, para comprender el valor de este importante y trascendental instrumento jurídico, pues con su aplicación se pondría freno a cualquiera que atente contra la estabilidad y soberanía de la patria.
Y para el que tenga dudas del por qué he dicho trascendental, les digo: ¡Porque Venezuela se respeta! Y porque, además, la imagen, el nombre, el arquetipo Bolívar es nuestro y como dijo Allende a propósito de la historia, le damos vida a cada instante en que hacemos, como ahora, la Patria. Por eso Bolívar nunca calzará en aquellos que atentan contra ella.
POR BENJAMÍN MARTÍNEZ • @pasajero_2
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ