16/01/25. Hay canciones directas, despojadas de recursos literarios, y eso es válido, como también aquellas que juegan con la imaginación, ponen a pensar y de eso también se trata el arte. Alex Musanostra está más cerca de lo segundo con su más reciente tema, Amanecerá. Pero también ya venía con esa inquietud desde que presentó su primera producción, Unitaro, en 2023.
Creo que la música tiene el poder de mostrarnos que todo está más unido de lo que aparenta...
El mes pasado estuvo recorriendo Caracas, incluyendo Ciudad Canción, para hablar acerca de esta canción que estará contenida en su próximo disco aún sin nombre. Musanostra tiene un estilo que si se ubicaría en alguna categoría, sería pop latino o tropical, ya que es una combinación de varios ritmos urbanos y populares. “La fuerza del Caribe está presente siempre en mi música. Pero hay una constante en explorar distintos colores. El primer disco tiene temas bastante contrastantes y es parte de lo que amo hacer. Creo que la música tiene el poder de mostrarnos que todo está más unido de lo que aparenta”, dijo acerca de su propuesta. El músico tiene vientinueve años y nació en Puerto La Cruz. Es mejor que sea él mismo quien hable de su trabajo.
¿Musanostra tiene algún significado especial?
Quizás representa una oda a ese momento de inspiración que tanto anhelamos los artistas. En mi caso, trabajo constantemente; así, cuando llega la musa, le sirvo un mate y ya encuentra el trabajo adelantado.
¿Cómo nace tu inquietud musical?
Creo que nacimos juntos, –risas-. Desde pequeño estuve expuesto a muchísima música muy diversa. Así que escuché a Los Beatles y la Fania con el mismo asombro con el que escuchaba a Simón Díaz, ABBA o folclor de Nueva Guinea.
¿Tienes formación en música? ¿Estudiaste alguna profesión u oficio?
Soy bastante empírico, siempre estoy estudiando por mi cuenta. De adolescente tuve un gran profesor de guitarra llamado Rodolfo Spitaleri. De él aprendí un respeto inmenso hacia la música y la disciplina que me acompaña hasta hoy. Cada clase con él fueron lecciones de vida invaluables. En la universidad me gradué de comunicador social corporativo.
¿Desde cuándo compones?
Desde los once años aproximadamente. Creo que apenas aprendí los primeros acordes, ya andaba buscando canciones.
¿A la hora de componer, tienes algún ritual? ¿Cómo es esa dinámica?
Son varias fases dependiendo de la canción. Primero está el tema a tratar, ya sea una idea o una melodía, algo que me cause curiosidad. Suelo componer a modo de ensayos. Entonces, usualmente hay un trabajo previo de investigación. Escribo muchas notas, voy atrapando frases y acordes. Eventualmente, surge el leitmotiv, y ya se vuelve una cuestión de sentarse a resolver el cubo Rubik, o a despejar una ecuación, algo así. Siempre hay té, preferiblemente mate –risas- y muchas horas frente a la máquina de escribir. Cuando la temática ya está definida, es algo de sentarse a desarrollar. Por eso, hay canciones que salen en media hora, otras llevan un par de días y alguna me tomó dos años.
¿Vienes de una familia musical?
Mi padre es melómano y toca percusión. Él fue el responsable de mi exposición temprana a mucha música distinta. Mi hermano mayor también toca percusión y se convirtió en mi dealer musical desde mi adolescencia hasta hoy; incluso, acostumbro a mostrarle las ideas antes de que sean canciones y siempre tiene algo increíble para aportar. Tengo dos hermanas gemelas que bailan, cantan y actúan, una, de forma profesional en España, se llama Jhoamy Manrique, búsquenla que es increíble –risas-, siempre me han acompañado y motivado. Pero definitivamente, el corazón con el que canto viene de mi madre.
POR MERCEDES SANZ • @mercedes.jazz
FOTOGRAFÍAS CORTESÍA JESÚS SILVA / LEONIBERTH CASTILLO