30/01/25. “Agua fría que me corre debajo / Agua fría que me hiela los pies agua fría / Agua fría que no siento las manos / Agua fría que me eriza la piel”. Los versos de esa canción siguen describiendo lo que se siente cuando alguien se baña con agua fría. Pero la historia del tema no es algo precisamente placentero. “La gente me ha comentado que le evocan cosas que tiene que ver con lo místico, pero la compuse en un momento de mi vida en que se me dañó el calentador y no podía arreglarlo. Allá en la montaña, donde vivo, me tocó bañarme por un tiempo con agua fría y era tortuoso para mí, y da risa o lo tomamos con simpatía, pero la verdad es que eso me llevó a hacer una canción, que tiene de canto de pilón y se convierte en una suerte de mantra para atravesar algo incómodo. Allí está el tema de la precariedad”, aseguró el autor de Agua fría, Jordi Flores, quien tiene una propuesta musical individual: Smokey Pobreza.
Flores es quien está detrás de este proyecto que se suma a la canción de autor con unas características que lo distinguen de otros modelos que también habitan lo acústico. El uso del cuatro como protagonista no es el elemento diferenciador, sino la manera de abordarlo: roza el funk, el rock, y se mezclan con la música tradicional venezolana y distintos géneros. Claro que ya había nombres en la escena musical nacional incorporando el cuatro en el rock, pero cada artista lo hará de forma diferente. Y el estilo de Smokey Pobreza es lo que su mismo creador ha llamado “folky psicodélico”. ¿Cómo es eso?: “Yo estuve fascinado con el estudio de la música folclórica pero nunca me sentí como llamado compositor de esta música. Y en la pandemia nace este proyecto, quizás, tuvo que pasar un tiempo de descubrimiento del instrumento para que yo empezara a soltarme un poco más, a jugar más con el cuatro y fue entonces cuando yo empecé a conectar con sonidos, ritmos, el funk, el rock, o de otros géneros musicales que me sedujeron para empezar a construir imágenes, ficciones, de ahí nace la canción”, contó Flores.
Música contra la precariedad
Jordi Flores tiene un amplio recorrido en el campo académico. Cursó Estudios Internacionales en la Universidad Central de Venezuela, es docente, tiene una maestría en Literatura Latinoamericana, entre otras especializaciones. Su conexión con la literatura y el arte fueron las inspiraciones y caminos para armar ese personaje que es Smokey Pobreza, un juglar que anda con su cuatro para mostrar lo que hace en medio de la precariedad económica. El nombre es un juego poético que hace alusión a esta situación. “Pero es también un personaje que narra canciones sobre una ciudad y sobre un ser humano que trata de vivir con un contexto difícil. Hay personas que les ha parecido chévere el nombre y otras personas, para nada, dicen que es un nombre horroroso. Pero a mí me parece interesante porque ya desde ahí hay una propuesta que pone a esa persona a decidir, a situarse respecto a esa categoría, que además es una categoría muy vigente en la vida del venezolano, del latinoamericano, incluso más allá, de cualquier ciudadano del mundo, que es la pobreza”, explicó el músico caraqueño que vive en San Antonio de los Altos.
Smokey Pobreza ha ofrecido recitales en solitario o con su banda Las Personas. Ha estado en Ciudad Canción, su música y videos se encuentran en las redes y en YouTube, y aspira a grabar un disco. Mientras, seguirá batallando con su arte: “no hay que desaprovechar ningún momento para que la música suene y sea escuchada”.