08/03/25.- Marzo es un mes de reivindicación y lucha por los derechos de las mujeres, un momento propicio para reflexionar sobre cómo la sociedad percibe el envejecimiento femenino. A menudo, las narrativas mediáticas perpetúan estereotipos que limitan la visión de las mujeres mayores, presentándolas como villanas o personajes negativos. Sin embargo, en un mundo que busca de lucha por la equidad de género, es fundamental hacer frente a estas representaciones y poner el foco en las mujeres mayores como referentes positivos.
Mientras aupamos la lucha de las mujeres por la igualdad y el reconocimiento, es crucial que también cuestionemos y transformemos aquello que no corresponde a una visión digna del envejecimiento.
Narrativas mediáticas
Desde la publicidad hasta las telenovelas, las representaciones de las mujeres mayores suelen estar cargadas de estereotipos negativos. En muchas telenovelas, las mujeres que envejecen son retratadas como villanas; en películas y caricaturas infantiles, a menudo se les presenta como brujas o personajes malvados, en cambio, las jóvenes son las heroínas y doncellas. Este tipo de representación no sólo es dañina, sino que también refuerza la idea de que el envejecimiento es sinónimo de maldad o resentimiento.
Por otro lado, los hombres que envejecen a menudo son presentados como sabios, experimentados y dignos de respeto. Esta doble moral en la representación de género crea una narrativa que desvaloriza a las mujeres a medida que envejecen, mientras que los hombres son celebrados por su experiencia y madurez. La publicidad, por su parte, también contribuye a esta visión distorsionada, mostrando a las mujeres mayores como invisibles o, en el mejor de los casos, como objetos de cuidado, en lugar de individuos plenos con historias y aspiraciones. La mujer con canas y arrugas es vieja y el hombre con canas y arrugas es guapo e interesante.
Según Anna Freixas, escritora y activista feminista española, “los cuerpos envejecidos a menudo son marginados en el espacio público, ya que la sociedad tiende a rechazar las arrugas y los cambios que conlleva el tiempo. Dignificar estos cuerpos y otorgarles visibilidad se convierte en un reto esencial en la lucha feminista, ya que son precisamente esos cuerpos marginados los que nos ofrecen nuevas formas de convivencia y respeto en la diversidad”.
Nuevos referentes positivos
Afortunadamente, el panorama está cambiando. En los últimos años, hemos visto un aumento en la representación de mujeres mayores que desafiaban estos estereotipos. Actrices como Jane Fonda, Helen Mirren, Jamie Lee Curtis y Meryl Streep se han convertido en defensoras de la causa en pro del envejecimiento dando fuerza e inspiración a las mujeres mayores.
Un llamado a la acción
Es hora de que los medios de comunicación, la publicidad y la industria del entretenimiento se comprometan a representar a las mujeres mayores de manera justa y positiva. Al hacerlo, no sólo minimizamos los estereotipos dañinos, sino que también creamos un espacio donde todas las mujeres, independientemente de su edad, puedan sentirse valoradas y empoderadas.
Mientras aupamos la lucha de las mujeres por la igualdad y el reconocimiento, es crucial que también cuestionemos y transformemos aquello que no corresponde a una visión digna del envejecimiento. Las mujeres mayores no deben ser vistas como un grupo homogéneo, sino como individuos con historias únicas, talentos y contribuciones valiosas a la sociedad.
En este mes de reivindicación, sigamos los pasos de las mujeres que están desafiando las normas, transformando la visión del envejecimiento y sirviendo como inspiración para las generaciones futuras. Porque la longevidad no es el final de la historia, sino el comienzo de un nuevo capítulo lleno de posibilidades.
POR KEYLA RAMÍREZ • @envejecer_siendo
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jademusaranha