24/03/25. La psicóloga chilena Agnieszka Bozanic acuñó el término “Gerofeminismo” y según cuenta, lo hizo porque quería encontrar una palabra que resumiera la discriminación que sufren las mujeres mayores.
El gerofeminismo afro se nutre de la sabiduría y la experiencia de las mujeres mayores, quienes han sido históricamente desestimadas en muchas narrativas feministas...
Ahora, el gerofeminismo afro es un enfoque que entrelaza las luchas feministas con la experiencia de las mujeres afrodescendientes, especialmente en el contexto de la vejez. Este movimiento no sólo busca visibilizar las problemáticas específicas que enfrentan las mujeres mayores afro, sino que también desafía las estructuras de opresión que se entrelazan en sus vidas, como el racismo, el sexismo y el edadismo. En un mundo donde la interseccionalidad se ha convertido en un concepto clave para entender las diversas formas de discriminación, el gerofeminismo afro emerge como una respuesta necesaria y urgente.
Las mujeres afrodescendientes, a menudo afrontan, por un lado, la discriminación racial y, por otro, la marginación por su edad. Según la investigadora y activista afrodescendiente, Angela Davis, "la lucha por la liberación de las mujeres afroamericanas no puede ser separada de la lucha por la liberación de todas las mujeres". Esta afirmación resuena en el contexto del gerofeminismo afro, donde la interseccionalidad se convierte en un pilar fundamental para abordar las injusticias que enfrenta este grupo.
El gerofeminismo afro se nutre de la sabiduría y la experiencia de las mujeres mayores, quienes han sido históricamente desestimadas en muchas narrativas feministas. La investigadora y autora, Bell Hooks, señala que "la vida de las mujeres mayores es un testimonio de resistencia y fortaleza".
La ancestralidad
En muchas comunidades originarias, las mujeres mayores son vistas como guardianas de la cultura y la tradición. Sin embargo, suelen ser invisibilizadas en las discusiones sobre feminismo y derechos humanos. El gerofeminismo afro busca cambiar esta narrativa, promoviendo un enfoque que valore y respete la voz de las mujeres mayores. Esto implica no sólo reconocer sus luchas, sino también aprender de su sabiduría y experiencias de vida.
No obstante, hay situaciones donde las mujeres mayores por una condición de salud sufren discriminación. En Ghana, las que padecen demencia senil enfrentan el desafío de la enfermedad en sí y el estigma social. Se les considera brujas y son alejadas de la comunidad. Esto ocurre por creencias culturales y la falta de comprensión sobre la demencia, lo que agrava su situación, limitando su acceso a cuidados y apoyo.
La fotógrafa sudafricana Lee-Ann Olwage creó una serie llamada El Gran Olvido y busca llamar la atención sobre la demencia en el continente africano.
Y en Venezuela, Argelia Laya
En el artículo Argelia Laya: una comunista negra a contracorriente escrito por Alejandra Laprea y publicado en el año 2021 se puntualiza que, durante el siglo XX, no hubo lucha por los derechos de las mujeres y de las clases oprimidas en Venezuela donde Argelia no haya participado. Lo hizo desde la profunda vivencia de ser una mujer negra pobre. Eso que hoy, desde las academias, llaman la interseccionalidad, Argelia y otras como Eumelia Hernández y Nora Castañeda lo hicieron palabra viva en las calles. Esa es la chispa que da vida al afrofeminismo y al feminismo popular venezolano.
El gerofeminismo afro desarrolla lo perentorio de crear espacios seguros donde las mujeres mayores puedan compartir sus experiencias y construir redes de apoyo para fomentar la solidaridad y la resistencia colectiva.
POR KEYLA RAMÍREZ • @envejecer_siendo
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jademusaranha