25/05/25. Día Nacional de la Poesía, quienes edifican mediante la palabra, homenajearon a Aníbal Isturdes, el custodio de los árboles y a Leonor Fuguet, cantautora ambientalista venezolana, en la Cuarta Marcha de la Poesía de Caracas.
“el pueblo como hacedor de la historia”, escribe poesía a medida que va “hilando el entretejido social, el entretejido de las diferentes manifestaciones y la diversidad cultural presentes en la vida”.
El sábado 17 de mayo, en un “recorrido de corazón a corazón”, como expresó José Leonardo Riera, organizador del Movimiento Aquiles Nazoa, los y las presentes llevaron el mensaje “Para labrar la raíz de nuestro credo”, celebrando los 105 años del ruiseñor de Catuche, Aquiles Nazoa.

El recorrido ecoturístico, histórico, patrimonial y cultural comenzó a las dos de la tarde en la plaza Foro Libertador, después de que Riera destacara el poder de la amistad como una de “las cosas más sencillas” dichas al ritmo de la poesía de Aquiles.
En la primera estación rindieron tributo a los árboles que son los “guardianes de cada espacio”, como dijo Fuguet frente al Samán de Bello o El Samán de la Trinidad. Allí alzó su voz en agradecimiento al majestuoso árbol que vigila a quienes transitan por el bulevar Panteón, teniendo sobre sus ramas, la historia del pequeño Bolívar.

“Hemos perdido la visión de sacralidad del espacio natural”, acotó la artista conocida como la maestra hippie de Venezuela, mientras abrazaba el tronco del samán, que parecía saludar y darles el permiso, como protector, de caminar por las áreas que abarca su follaje.
Frente a la Casa Teresa de la Parra, segunda estación visitada en el andar, recordaron que la poesía ha sido escrita por el pueblo en la construcción colectiva de su historia y de sus luchas por preservar el bien más preciado que es la independencia y la soberanía.

El custodio de los árboles, Aníbal Isturdes, contó a los y las presentes cómo los habitantes de las parroquias San José y La Pastora evitaron la demolición de las casas de toda una comunidad, incluso, aquellas que formaban parte del patrimonio histórico cultural de Caracas y del país entero.
Enfrentando los tractores que trajeron los obreros con el propósito de derribar no sólo las casas, sino toda la memoria de esas comunidades. Se plantaron delante de ellos para evitar el colapso de una parte de su historia.

El hecho, que ocurrió durante la intervención urbana conocida como Foro Libertador (1981-1997), reafirmó la unidad entre los vecinos y las vecinas por la conservación de los edificios que eran remembranza de la Venezuela colonial.
“Me dirán, Aníbal, pero, ¿qué tiene que ver eso con la poesía?”, dijo el también poeta delante de la puerta que da entrada a la antigua Casa Teresa de la Parra, y continuó explicando que “el pueblo como hacedor de la historia”, escribe poesía a medida que va “hilando el entretejido social, el entretejido de las diferentes manifestaciones y la diversidad cultural presentes en la vida”.

Aquiles Nazoa en su Rezo el Credo, al mencionar los poderes creadores del pueblo, reconoció a quienes hilan la memoria de la patria desde sus luchas. Isturdes catalogó esa fuerza como “la fuente del espíritu” que conserva el arraigo, la identidad, el sentido de pertenencia.
“La poesía trajo a la Madre Tierra”, manifestó la cantautora, porque en ese espacio evocaron a la naturaleza presente con el canto del Clare Valles, las décimas del niño Gabriel Moreno, la gracia de "Las comadres" (Mary Daboin y Nereida Fronten), y las participaciones de poetas.

POR SARAH ESPINOZA MÁRQUEZ • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍA ALEXIS DENIZ • @denizfotografia