02/02/2023. Fernanda es hija de Beatriz y Martín, una venezolanita nacida en mayo de 1991 producto de una reconciliación que al final no fue tal. Y una hermosa flor fue el resultado de la mezcolanza entre un moreno de ojos rayados y pelo encrespado y una blanquita de cabellos negros y babeados con ojos aceituna, cosa común en una Venezuela que es un sancocho y nosotros sus ingredientes.
La mamá primeriza sorprendida al nacer y la tía que exclama: Se nos hizo el milagrito, ¡al menos no sacó el pelo malo! Es gracioso cómo la gente canta victoria ya que a los dos años, como resortes se comenzaron a formar las ondas.
Aquella mamá de pelo liso comenzó a investigar las técnicas para peinarla y entendió la rutina del cabello encrespado, con amor reforzó la belleza de su diversidad: ¡Te queda bello el cabello así! Y cuán inconformes somos, que la crespa quiere ser lisa y la lisa encrespada.
Años después la tarea de cuidar los rizos se asume como un cuidado personal y es función de Fernanda elegir el corte, la manera de peinarse y de ser. En la adolescencia se mete a emo, y los ideales de peinado no difieren mucho del lacio de las princesas de Disney. Durante esos años fue la mejor amiga del desriz y el secador.
Entrando a la universidad, papá se quedó sin trabajo, el gasto estético representaba algo excesivo. Ocurrió la maravillosa reconciliación con su cabello rizado, resultó ser al mejor estilo de las melenas del rock, característica y mejor gancho durante sus veinte.
Fernanda hoy pisa los treinta, mata mil tigres y en uno de ellos le ofrecieron un trueque: limpiar una casa a profundidad y a cambio, un alisado capilar. ¡Trato hecho! Pelo liso después de catorce años y se siente divina, no han faltado los halagos pero sí hubo juicios por contradecir su naturaleza.
En esta historia hay varios prejuicios, varias verdades aprendidas y algunas conclusiones. Cada Fernanda del mundo son mil Fernandas, porque todos los seres humanos podemos si queremos reinventarnos y cambiar cómo lucir y cómo sentirnos cómodos a través de los calendarios; la autonomía del cuerpo no va de criterios estéticos y moralismos, estos son cajitas que nos encierran en el cómo se debe vivir para ser aprobado y ¿esta aprobación está sujeta al criterio de quién? Por último, nunca faltará un metiche que opine la manera en que luces. Pero ante la crítica también hay autoestima y quien responda como Fernanda: ¿Eso es peo tuyo?
POR MARÍA ALEJANDRA MARTÍN • @maylaroja
ILUTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta