03/08/2023. Salió el nuevo éxito de Anuel y es el más sonado en la fiesta de cumpleaños de mi sobrina que tiene siete años, los niñxs asistentes se emparejan y las madres y padres con teléfono en mano comienzan a grabar quién hace los mejores pasos de “baile”. La señora que ve al muchachito de diez años que ya pegó el estirón, dice contenta “te deben llover las novias”. La primita de nueve años con zapatos de tacón, ropa corta y maquillaje, es la ganadora del concurso de perreo que las madres alcahuetas orquestaron.
La hipersexualizacion infantil es cuando la sociedad presiona a los niños para que aspiren e imiten comportamientos que se tienen en la adultez. Este fenómeno no es nada nuevo y lamentablemente es cotidianidad en el mundo. Despertar en la niñez la idea de la “belleza ideal en las niñas” y reproducir en los varones intereses que no se acercan a su edad biológica como el de conquistar muchas mujeres, es el pan de todos los días.
A ello se suma el acceso a la tecnología y a los medios de masas al que desde muy jóvenes estamos expuestos: la televisión, la música y ahora las redes sociales, que reproducen ideales banales, que poco disciernen niños y niñas faltos de supervisión. Esos bailes de TikTok son repetidos por niñxs que ni siquiera han entrado a la pubertad, emanan información errada, y mensajes relacionados con la sexualidad, formas de vestir, ser y relacionarse.
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Aunque este hecho está naturalizado no es nada inofensivo. La hipersexualización genera ansiedad, depresión y trastornos alimentarios en los niños y niñas quienes desde muy jóvenes se ven frustrados por no ser como les pide la sociedad. Sin contar que al cosificar y degradar sus infancias son presa fácil de la violencia, abusos, infecciones de transmisión sexual, explotación sexual y embarazos a temprana edad. La exposición a contenido sexual explícito o subliminal potencia el crecimiento antinatural de los niños y la superación descontrolada de las etapas biológicas de la vida. Quienes son alentados a ello tienden desde temprana edad a manifestar conductas sexuales que no pertenecen a su etapa biológica y lo más importante es, que no están preparados ni física ni psicológicamente para ello.
La educación afectiva y la salud sexual y reproductiva son fundamentales desde el hogar y en los recintos educativos para contrarrestar este fenómeno. Mantener a los niños y niñas informados sobre las etapas biológicas que van a experimentar en el proceso natural del crecimiento, los comportamientos que son propios de la edad y alentar el desarrollo cognitivo y creativo, son las formas adecuadas de guiar la curiosidad de los niñxs hacia lo que es propio para cada edad. Sin este interés de acompañar la crianza, es muy sencillo que se esté expuesto al bombardeo comunicacional y que ésto distorsione la percepción que la niña y el niño tienen no sólo de sí mismos, sino también de cómo deben relacionarse con lxs otrxs.
Algunos consejos para contrarrestar esta realidad en las crianzas son:
Conocer a tus hijxs: Interesarte por lo que ven, escuchan y mantenerte informado sobre lo que está en auge.
Guiar y acompañar: Conversar, preguntar, responder sin fastidio o pereza y no juzgar sus preferencias.
Enseñarles: Discernir lo real de lo falso, lo natural de lo artificial. Afianzar que el valor de la persona está en su interior y que todxs tenemos los mismos derechos no importa las diferencias, contrarrestando la discriminación
Supervisar: Dosificar el uso de teléfonos, televisores, redes y restringirlos de acuerdo con la edad del menor, una estrategia puede ser la activación de opciones tecnológicas como controles parentales, ver las redes sociales con tu hijo o habilitar horarios de uso.
Ser referente con el ejemplo: No permitir ni promover conductas que hipersexualizan su niñez: “No señora, mi hijo no tiene novias aún. Él es un niño” / “No, mi hija no tiene permitido escuchar esas canciones a esta edad”. Criar entendiendo que lo que proyectamos es referente para las infancias, elevar valores de respeto y de relaciones sanas entre la pareja.
La niñez debe ser vivida con la garantía del respeto, la protección, y la libertad para el desarrollo integral de las habilidades de los seres humanos. Identificar y potenciar las fortalezas de las niñas y niños los empodera y hace que vayan construyendo una identidad que se fundamente en estos valores y que los proteja de todo el aparataje mediático nocivo al que estamos expuestos como individuos. Aquí no se sataniza el acceso a la tecnología, pero la supervisión en las infancias es importante para que éstas sean felices, respetadas y amadas.
POR MARÍA ALEJANDRA MARTÍN • @maylaroja
ILUTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta