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El deporte ponchó al bloqueo

27/06/25. La guerra económica, política, sicológica y de aislamiento internacional que se ensañó contra Venezuela, impulsada por la burguesía rentista y sus aliados externos, con Estados Unidos a la cabeza, en procura de socavar las sólidas bases de la revolución bolivariana, levantadas ladrillo a ladrillo por el Comandante eterno Hugo Chávez y sostenida con fuerza, coraje y dignidad por el presidente obrero Nicolás Maduro, también afectaron al deporte nacional de múltiples maneras.

 

 

El otorgamiento de la sede de los Bolivarianos Juveniles y la media maratón One Run fueron otro ponche contra el bloqueo al deporte venezolano. Nuestro país no está solo. Tiene millones de amigos en el mundo entero que corren a su lado...

 

 

Todo comenzó con una orquestada campaña para boicotear los eventos deportivos que cada año se vienen celebrando religiosamente en el país, sin importar las circunstancias políticas por las que atravesara la nación. Desde su nacimiento en 1946, la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) nunca había suspendido su campeonato por razones ajenas al hecho propiamente deportivo. Pero en la temporada 2002-03, la directiva de la LVBP, comandada entonces por el dirigente de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Aveledo, se sumó a la conspiración para derrocar al presidente Chávez, y canceló el torneo, quitándole a los aficionados de la pelota el principal entretenimiento deportivo de Venezuela con el propósito de generar más exasperación. Pero el pueblo resistió con firmeza y coraje para vencer la fracasada paralización que sólo ocurrió en la imaginación de sus promotores.

 

Después de sufrir ese primer ponche parado, los enemigos del país y del deporte nacional decidieron perseguir y acosar por todos los medios posibles a cualquier deportista o dirigente que simpatizara con la revolución bolivariana. Fue lo que ocurrió, por ejemplo, con los grandeligas Magglio Ordóñez y Antonio “Potro” Álvarez, quienes por el sólo hecho de participar en los partidos de softbol en los que el presidente Chávez promovia la práctica deportiva, fueron víctimas de insultos en los estadios donde jugaban, además de amenazas y ataques a través de las redes sociales. Ese tipo de persecución política también fue ejecutada con saña contra los campeones olímpicos Rubén Limardo Gascón y Yulimar Rojas, víctimas de mensajes degradantes, violentos, racistas y sexistas por el simple hecho de haber recibido apoyo para su desarrollo integral como deportistas por parte del gobierno bolivariano.

 

Pero los atletas tampoco se han dejado intimidar y también le metieron un ponche a los trogloditas. Han seguido compitiendo, han defendido con honor y amor patrio los colores de nuestra bandera en cada evento internacional, sacando a relucir lo afirmativo venezolano; esas características de honestidad, trabajo, esfuerzo, sacrificio y solidaridad que caracteriza a nuestro pueblo para ganar títulos y medallas que fortalecen la identidad nacional. Ante este nuevo fracaso de intentar socavar el compromiso de los atletas con Venezuela, los apátridas y sus socios extranjeros recurrieron a la táctica del boicotear a las delegaciones nacionales y tratar de impedir que Venezuela fuera sede de competencias internacionales.

 

La alianza contra el deporte venezolano vivió otros capítulos inéditos en la historia de la Organización Deportiva Bolivariana (ODEBO), cuando por presión de los mandatarios del Grupo de Lima a los presidentes de sus respectivos Comités Olímpicos Nacionales la entidad deportiva retiró a Venezuela la sede de los Juegos Bolivarianos de Playa, a celebrarse en 2019 en La Guaira, y también la de los Juegos Bolivarianos Valles del Tuy 2021. Nuestro país cumplía con todas las condiciones de instalaciones deportivas, organización y logística exigida por la ODEBO, pero el cerco internacional contra Venezuela y sus deportistas pesó mucho más a la hora de que los dirigentes de Chile, Panamá, Perú y Colombia votaran a favor de dejar al país más bolivariano de todos sin los Juegos que honran al más grande hombre de América.

 

Sólo que la diplomacia de paz del presidente Maduro, la resiliencia de los venezolanos para seguir venciendo todas las dificultades se impuso. Los ideólogos del bloqueo fueron derrotados política, económica, social y electoralmente y a nivel deportivo Venezuela ha vuelto a recuperar su presencia internacional. Uno de los mayores éxitos se logró en días recientes con el esfuerzo realizado por el ministro del Poder Popular para el Deporte, Franklin Cardillo, conjuntamente con el Comité Olímpico Venezolana, la Alcaldía de Caracas y las gobernaciones de La Guaira y Miranda para obtener por votación unánime de la dirigencia de la ODEBO la sede de la segunda edición de los Juegos Bolivarianos de la Juventud que se realizarán en nuestro país en noviembre de 2026.

 

Por quinta vez en la historia, Venezuela acogerá unas competencias organizadas por la ODEBO, luego de que Caracas (1951), Maracaibo (1970 y 1989) y Barquisimeto (1981) organizaron los Juegos Bolivarianos adultos. En esta ocasión, cerca de dos mil atletas juveniles de los países bolivarianos competirán en Caracas y en las subsedes de La Guaira y Mirada en 28 deportes para exhibir no sólo su talento sino hermanarse en las ideas siempre vigentes de integración e independencia del padre de la patria, el Libertador Simón Bolívar.

 

No ha sido el único éxito organizativo. A ello hay que sumar la celebración en Caracas, el pasado 24 de mayo, de la Carrera One Run que a lo largo de 21 kilómetros recorrió las calles de nuestra ciudad con la participación de dos mil corredores de todo el país. A través de esta media maratón que nació en Rusia con la idea de promover la actividad física a nivel mundial, Caracas se sumó a otras 94 ciudades del mundo en la que esta prueba se corrió de forma simultánea para establecer un récord Guinness con más de 250 mil participantes en 17 naciones.  

 

El otorgamiento de la sede de los Bolivarianos Juveniles y la media maratón One Run fueron otro ponche contra el bloqueo al deporte venezolano. Nuestro país no está solo. Tiene millones de amigos en el mundo entero que corren a su lado y en el 2026 abrirá de par en par nuestras puertas para recibir con fraternidad, alegría y sincera amistad a los atletas bolivarianos que nos visiten para mostrar, una vez más al mundo, que la patria de Bolívar ni se rinde ni se entrega.  

 

 


POR GERARDO BLANCO •  gerarblanco65@gmail.com

 


ILUSTRACIÓN JUSTO BLANCO • @justoblancoru

#Béisbol #GuerraEconómica #MaratónOneRun #JuegosBolivarianosJuveniles

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