27/06/25. “¡Llegó el día!”, dijo el profesor Miguelángel Cruz, hijo del artista plástico, ilustrador y caricaturista, Omar Cruz, cuando dio la bienvenida a los asistentes a la primera exposición colectiva Yo sí puedo, de la academia de dibujo y pintura, Omar Cruz Estudio, que se realizó en la Galería de Arte Nacional de Bellas Artes.
Abrirles las puertas a los nuevos artistas, es uno de los objetivos de los museos, porque son la semilla que hay que sembrar.
Ese sábado 21 de junio, el profe Omar reveló que tenía más de 40 años esperando por el sueño de ofrecer a personas de todas las edades, un espacio donde desarrollen sus habilidades artísticas con una estrategia de expresión libre y con la guía amorosa de profesores y profesoras.

Reconoció que hace más de un año, gracias al impulso invaluable, creatividad y amor de su esposa y compañera Anabel Fajardo, logró la meta. Desde entonces, niños, niñas, jóvenes y adultos, se forman en la academia con el plan Yo sí puedo dibujar, creado por él.
En 64 años de vida, “he hecho todo lo que me he propuesto”, dijo el profesor Omar Cruz, para más adelante reafirmar la voluntad con sus alumnas y alumnos, cuya muestra colectiva permanecerá en la GAN hasta el 29 de junio.
Desde la mirada de la infancia
El arte para los niños y las niñas es una herramienta que les permite mirar al mundo desde una perspectiva más generosa. Para el profesor Omar es la relación directa con la vida, en eso coincidió Victoria Valera que, con tan sólo doce años, es una de las más pequeñas que participa en esta muestra colectiva. Es la autora del Vuelo Estrellado, un cuadro que hace referencia a su abuela con quien vio, por primera vez, el Mago de Oz.
Megan Solórzano, de 12 años, se inspiró en Van Gogh y Monet en El susurro de las estrellas, donde representó a su gato y a la música, que es otra de sus pasiones. Dijo que para ella el arte es “algo que sale de mí, de mi ser”, que le permite expresar emociones “sin tener que decir nada”.

Para jóvenes Yulimar Cajar de 22, es un proceso que le brinda la oportunidad de mostrarse en cada una de las etapas que ha vivido. Sus experiencias, sus cambios, lo que no logró y que le ayudó a crecer, se manifestaron el Laberinto, una obra pictórica autobiográfica. Otros, como Camilo Guerrero, de 15 años, optaron por representar a héroes de nuestra patria, porque para él su arte tiene por objetivo conmemorar a grandes ilustres. En homenaje a Edgar Álvarez Estrada, pintó Mirandiano, un cuadro que refleja a Francisco de Miranda sobre su caballo, en una atmósfera de batallas.
“La técnica que yo uso o el secreto que tengo es convertirme en un niño”, dijo el profesor Omar. De esa manera, aprovecha la visión que tienen sus estudiantes del arte para ofrecerles apoyo en el desarrollo de sus talentos.
Alegó que se despoja de la cotidianidad, de los acontecimientos que ocurren en el mundo, cuando llega a los salones de clases para adaptarse al mundo imaginativo de quienes esperan de él su cariño como guía en el camino del aprendizaje. “Por eso no he perdido mi esencia de niño”, dijo el profe, acotando que hay una retroalimentación constante entre sus estudiantes y él.

“Un templo sagrado”
Gracias a la Fundación de Museos Nacionales y a la GAN, veinticinco personas, desde los ocho años de edad, comparten las paredes de la “galería de los sueños”, con artistas que son símbolo de la identidad venezolana: Arturo Michelena, Carlos Cruz-Diez, Lía Bermúdez, otros y otras grandes de nuestra memoria.
“Es un día histórico” para todos y todas, dijo el profesor Omar, quien abrió su corazón al público presente, recordando el compromiso de “futuros artistas de la patria” con el arte y la identidad venezolana.
Camilo González, de 16 años, señaló que estar presente en la GAN le hace muy feliz, porque desde muy niño lo recuerda como “un templo sagrado” en el que veían cuadros de artistas de nuestro país con mucho valor para la cultura e historia.
Entretanto, Ángel Santiago, de 17 años, quien viaja cada sábado a la academia desde los Valles del Tuy, estuvo acompañado por su familia en la exposición. Manifestaron su alegría, mientras que Ángel, se mostró bastante complacido por “la oportunidad que me da el profesor Omar Cruz”.

Mary Penjeam, viceministra de las Artes, la Imagen y el Espacio, destacó todo el esfuerzo de las familias, los profesores, y de Omar Cruz, “es una satisfacción poder apoyar este tipo de proyectos”, indicó.
Abrirles las puertas a los nuevos artistas, es uno de los objetivos de los museos, porque son la semilla que hay que sembrar. Penjeam dijo que en Venezuela hay oportunidades, espacios para la creación, y es “justamente una de las cosas que nos hace más fuertes a los venezolanos y venezolanas: nuestra cultura, nuestra diversidad, eso que somos”.
El profesor Omar Cruz aprovechó la oportunidad para lanzar la propuesta para la creación de la Misión Yo sí puedo dibujar. Inspirada en el Sistema de Coros y Orquestas de Venezuela, esta podría democratizar el acceso de más niños y niñas a escuelas de dibujo y pintura.

POR SARAH ESPINOZA MÁRQUEZ • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍA JESSIKA SELGRAD • @shot_jesselgrad