10/09/25. Ahora que “todo es desechable y provisional”, parece un exabrupto nombrar un tango escrito en 1934 cuya música y letra es de Enrique Santos Discépolo. Se llama Cambalache. Ha tenido versiones hasta de rock en 2024, y llevado al teatro con versiones de todo tipo. La letra suelta algunas frases que, por lo menos, hay que pensárselas ya que tienen un tufo conservador digno del mismísimo Milei. Hay una de antología: “Que a nadie le importa si naciste honrado”. ¿Por qué a alguien le debe importar si una persona nace honrada? Igual puede convertirse en una sabandija pocos años después. Además ¿qué es nacer honrado? Todo se parece al asunto ese de uno o dos apellidos y una enorme casa de lujo. Nada que ver con la ética o un comportamiento ejemplar desde el vientre. Por otro lado, si hay bebés que nacen honrados, los hay quienes nacen deshonrados. Es decir, sin los apellidos del caso. También hay que acotar que es más fácil nacer sin esa honra en una familia pobre, mal vestida, con poco o ningún acceso a la educación. Es de dudar que el hijo de una persona que hizo sus millones delictivamente se le atribuya que nació deshonrado. Dada la urbanización de “gente bien” donde vive, los viajes en primera, las escuelas exclusivas, etcétera, entonces, no es de extrañar que a nadie le importe, porque nacer honrado es una solemne pendejada.
Hay quienes consideran que si llevas en tu cartera o tu pasaporte un apellido sonoro porque está respaldado por una bola de billete y un acervo histórico naciste, si no honrado, por lo menos mereces respeto y puedes hacer más o menos lo que se te venga en gana... nacer honrado es una solemne pendejada.
Este párrafo de arriba tan fuera de tiempo, tan raro, viene a caso por los últimos acontecimientos que de nuevo le mueven el piso a los que ni de vaina nacimos honrados: los pobres, los desheredados de una tierra que por lógica es de todos los seres que nacen en ella; pero de facto les pertenece a unos pocos. Hay quienes consideran que si llevas en tu cartera o tu pasaporte un apellido sonoro porque está respaldado por una bola de billete y un acervo histórico naciste, si no honrado, por lo menos mereces respeto y puedes hacer más o menos lo que se te venga en gana.
Aunque Trump, Milei, Netanyahu no tengan pedigrí, tienen el poder y el billete para pasar, automáticamente a la fila de los que nacieron honrados, sean estúpidos, asesinos, insolentes y que –como dice Serrat- “aunque es más turbio cómo y de qué manera llegaron esos individuos a ser lo que son”.
Cuando se les ve con sus trajes, su descaro, su “charme” se hace evidente que no es que “vivimos revolcaos en un merengue” pero si hay un cambalache… uno que tiene que venir… un cambalache donde expulsamos del planeta a esa escoria perfumada y muy bien vestida para que enarbolamos nuestra humanidad.
POR RODOLFO PORRAS • porras.rodolfo@gmail.com
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta