11/09/25. Cuando se habla de sexo, es casi imposible recordar la canción de Franco de Vista, No basta… y es que lamentablemente, muy poco hemos avanzado en educación sexual, y la población sigue afrontando como puede, con muchísima ignorancia, tanto jóvenes y adultos las consecuencias de una hipócrita sociedad del consumo… sí, me refiero especialmente a una industria cultural que todo lo “sexualiza”, pero muy pero muy poco realmente se preocupa por instruir, desde el uso debido del preservativo, hasta las propias ITS (Infección de Transmisión Sexual), luego entonces esa misma población se alarma al enterarse de algunos casos en su comunidad de la aparición de tales ITS.
...te invitamos a vivir sí, muy plenamente la sexualidad, a instruirte permanentemente y a estar lista o listo para cualquier encuentro. Y a la sociedad en general, le pedimos, que deje de ser hipócrita y que promueva con la mejor eficiencia una salud sexual de calidad para todas y todos...
Por otro lado, a veces con tono “humorístico”, un día como hoy, se habla de las cómodas tarifas para “echar un rapidito”, de la proliferación de lugares, de la promoción de habitaciones con alguna que otra atracción lúdico-erótica, etcétera… Al tiempo que se escandaliza cuando uno de estos lugares de placer ofrece descuento estudiantil si se paga mostrando el carnet vigente...
¿De qué hablamos? ¿Queremos una comunidad sana o queremos una población que crezca atrofiada, especialmente en su aspecto psicoemocional por desconocimiento?
Al respecto recuerdo varias imágenes-frases pronunciadas por amigas madres, jóvenes en su totalidad: “deberían llover preservativos en los liceos”, “debería haber máquinas expendedoras de condones en las estaciones en el metro como cualquier país desarrollado”… deberían, deberían… pero, ¿qué hacemos?, ¿se nos olvidó el valor de la palabra, de la educación práctica, del “esto se pone así”?
Recuerdo otras experiencias, la casi niña que sale embarazada, la futura abuela, después del regaño, pues sabe que en esta sociedad, de alguna manera, será ella quien se encargará del futuro niño o niña, después que da a luz, la lleva corriendo a que le coloquen un implante, parche o agujas, como anticonceptivo eficaz. Pero hasta allí, sin explicarle realmente otros métodos indispensables para una sexualidad sana y segura.
A veces la palabra “sana” no se entiende muy bien, yo diría que realmente no se capta. Y casi siempre su comprensión, la comprensión de lo que somos como seres humanos, suele ser sesgada: se separa lo afectivo de lo propiamente corporal, lo emocional del goce.
No hace mucho, otro testimonio, una joven mujer empeñada en un “rapidito” con un hombre, que a pesar del gusto, se vio confrontado con sus principios, pues sí, aunque usted no lo crea, tanto los hombres como las mujeres tienen principios, puede que algunos o quizás a la mayoría no les importe, pero en este caso, sí, y el hombre, pasó de largo, ¿por qué? Porque muy seguramente para él, la sexualidad es algo tan sagrado como pedirle la bendición a un ser querido. Tiene que ver con el respeto y el amor propio. Aquí no se trata de que se haya sentido intimidado, sino sencillamente, que más allá del machismo que pueda existir, él no se sintió seguro con esa mujer.
La experiencia, al revés, insistamos, en este mundo machista, es muy pero muy frecuente. Y el hombre también podrá ser etiquetado, de hecho lo es, por cualquier mujer…
Pero más allá de estas apreciaciones, supongamos que aceptan hombre o mujer, ¿es suficiente usar un condón? Sin dejar la inquietud, lamentablemente, en estos tiempos, no es suficiente, pero sí que puede ayudar a salvarse del riesgo…
Por eso, una vez más, te invitamos a vivir sí, muy plenamente la sexualidad, a instruirte permanentemente y a estar lista o listo para cualquier encuentro. Y a la sociedad en general, le pedimos, que deje de ser hipócrita y que promueva con la mejor eficiencia una salud sexual de calidad para todas y todos, desde la escuela hasta la universidad, desde casa. Pues la ignorancia se paga y muy duro.
POR BENJAMÍN EDUARDO MARTÍNEZ HERNÁNDEZ • @pasajero_2
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta