24/11/25. Momó nació en Venezuela. Momó nació como Mónica. Momó nació mujer. Se graduó en educación, tuvo una hija, y junto a su papá, Don Fernando, le regalaron una vida feliz a la pequeña Ana. Mónica era feliz. La conocí en el año 2010, luego de meterme en el portal digital de viajeros www.couchdurfing.org.
Momó no se detiene. Sus versos son sus balas. Ha creado una comunidad de migrantes y refugiados LGBTQ+, con quienes comparte afecto y lazos de familia... en medio del fascismo más absurdo, Momó todos los días elige vivir.
Desde entonces, es mi hermana del corazón.
Nueva Vida
Mónica se enamora de un alemán. Se casan, se van a Alemania. Mónica tiene a su segundo hijo. A Mónica le diagnostican lupus. Mónica lucha por su vida. Mónica decide terminar su matrimonio: el dolor de la quimioterapia es demasiado, y prefiere seguir adelante sola con la sanación.
Mónica empieza a conocerse a sí misma, ahora que vuelve a estar sola. Mónica reconecta con sus ancestros judíos, y el reencuentro con las raíces la sensibilizan con la causa Palestina.
Mónica experimenta, y comprende, que Mónica nunca había sido una mujer. Luego de varios años en Dresde, Alemania, Mónica se asume hombre trans.
Mónica deja de ser Mónica. Su nueva identidad: Momó de Abyayala.
Deutschland
En teoría, Alemania entiende todo. En teoría, Deutschland über alles, en teoría Deutschland macht frei.
En teoría.
La diversidad sexual en teoría no se discute en Alemania. Pero si eres sudaka, veneko, paciente de lupus, y encima apoyas abiertamente a Palestina, se acaba la Libertad.
Así, Momó de Abyayala ha sido víctima de numerosos ataques violentos en el estado federado más fascista y nazi de Alemania.
Grupos neonazis lo han golpeado. Lo han violado, por ser hombre trans. Lo han internado por hacer performances poéticos callejeros en apoyo a Gaza. Continuamente lo humillan, lo agreden y lo insultan: una, y otra, y otra vez.
Salve Momó
A pesar de que su vida está en peligro, Momó no se detiene. Sus versos son sus balas. Ha creado una comunidad de migrantes y refugiados LGBTQ+, con quienes comparte afecto y lazos de familia. Se descubrió a sí mismo, y en medio del fascismo más absurdo, Momó todos los días elige vivir.
Momó hace trabajo comunitario en favor de los migrantes y refugiados en Dresde, y ha escrito tres libros de poesía. Junto a sus panas, predica, practica y enseña sobre la descolonización. Momó combate los demonios con creatividad, y no tiene miedo de salir a la calle con una bandera de Palestina. Momó recolecta dinero para sus amigos en Gaza. Aunque la muerte le respira en la nuca, Momó vive en defensa propia.
Ojalá el consulado venezolano ayude a Momó de Abyayala a que no muera.
Dios te salve Momó, lleno eres de gracia.

POR MARÍA EUGENIA ACERO COLOMINE • @mariacolomine
ILUTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta