04/12/25. Es la secuela de la película Nicolás: el origen que se adentra en los primeros años de vida del presidente venezolano Nicolás Maduro. En Nicolás: de Yare a Miraflores, vemos al joven que se va formando políticamente mientras transcurren acontecimientos que dejaron huella en la historia de nuestro país.

La serie no sólo es un relato biográfico, sino también un testimonio de la historia política de Venezuela y el mundo, marcada por la lucha contra el imperialismo, el neocolonialismo y en favor de los pueblos del mundo...

Narrada en primera persona, esta serie de diez capítulos, tiene un enfoque que proporciona una perspectiva íntima y personal sobre la trayectoria del mandatario nacional. El actor Jesús Moros da vida a Maduro, en el trabajo audiovisual realizado por jóvenes venezolanos del colectivo “Artistas por el Futuro”.

El objetivo de los realizadores fue mostrar al presidente como un hombre común que siente, que ríe, que vive las dificultades, echa broma. Hacen uso de una estética que asemeja el recuerdo, con imágenes que van emergiendo mientras el presidente narra, para conectar con los espectadores y las espectadoras desde los sentimientos, las emociones y la pasión que deja desbordados por las luchas sociales y la patria.

La serie no sólo es un relato biográfico, sino también un testimonio de la historia política de Venezuela y el mundo, marcada por la lucha contra el imperialismo, el neocolonialismo y en favor de los pueblos del mundo y la búsqueda de justicia social. Por eso, la producción utiliza una selección musical de canciones revolucionarias que evocan a esos pueblos.

La canción necesaria de Alí Primera, la salsa y otros ritmos, van acordes con la narrativa. La música, la imagen y la voz en off del actor que personifica a Maduro, se hilan para contar, empezando por eventos históricos como los bombardeos de Hiroshima y el golpe de Estado contra Salvador Allende.

También, otros momentos clave como el terrorismo de Estado y las acciones de la CIA en la Venezuela de 1976, que crean un ambiente hostil contra la juventud; el asesinato de Jorge Rodríguez (padre); el encuentro de Maduro a la edad de trece años con Alí Primera en la parroquia El Valle; su visita a La Habana, Cuba en 1987, que siembra su pasión por la integración sur-sur. Todos esos acontecimientos van sellándose como una marca en la vida del joven Maduro, que empieza a sumergirse en la lucha social a través de los movimientos estudiantiles y después sindicales.

“Mito o no, Chávez es un fenómeno”

La serie retrata la alternancia del poder entre los partidos tradicionales de la cuarta república, lo que alimenta el descontento popular que culminaría en eventos como el Caracazo en 1989, la Rebelión Cívico-Militar del 4 de febrero y la Rebelión Militar del 27 de noviembre de 1992.

El levantamiento de jóvenes militares, entre esos, Hugo Chávez, es para Maduro el surgimiento de una luz. “Un líder con el sentido del pueblo”, opinó sobre el comandante: un fenómeno político que despertó esperanzas en un pueblo cansado de la opresión.

Sin embargo, en Nicolás: de Yare a Miraflores también se expone cómo los medios hegemónicos, nacionales e internacionales, han sido perseverantes en su intento por desviar la atención y tergiversar la verdad sobre las propuestas populares. Promueven las mentiras contra el Comandante Chávez y desde Estados Unidos forjan planes para desprestigiarlo y “borrarlo”, “secarlo” o convertirlo en “un comandante sin ejército”

.

“No sólo soy un conductor, soy un testigo y parte de la lucha”

A lo largo de la serie, se muestra a Maduro en sus diferentes facetas: el hombre que se enamora de Cilita (Cilia Flores); el que emprende luchas obreras y las reconoce como una escuela; el sindicalista y el transportista preocupado por mejorar el servicio y las condiciones laborales; el que echa broma como sus amistades, pero que también los convida a luchar por la esperanza de un pueblo, representada en Chávez.

La serie hace un repaso de cómo el operador del Metro de Caracas, pasó a ser de los protagonistas más controvertidos en la geopolítica global. Desde matices políticos y emocionales, se invita a comprender no sólo a quien está detrás del cargo, sino también al contexto histórico que ha moldeado su vida y su visión para el país.

POR SARAH ESPINOZA MÁRQUEZ • @sarah.spnz

ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta

FOTOGRAFÍAS ARCHIVO