06/12/25. A cielo abierto nos paseamos por ritmos tradicionales, afrovenezolanos y afrocaribeños, en una especie de radiografía musical de lo que bailamos y lo que bailaremos. Testigo fueron las guacamayas y las plantas que aún resisten en el organopónico Carlos Lanz, donde nos juntamos con Sandino y el Colíbrí del Chiquero para echar cuentos de ese proceso creativo en el que se parió un nuevo albúm llamado Como chivo sin mecate. Aquí también estuvo como fotógrafo Nathan Ramírez, a cargo de las redes sociales por Ciudad CCS, Karen Ramírez y en las redes de la revista Épale CCS, Albert Cañaz.

Es un proyecto de ensamble que se convierte en El Colibrí del Chiquero, más o menos desde 2016. Los primeros cuatro fuimos, Xavier (bajista) con otro percusionista y un guitarrista eléctrico, y yo, luego llega Pancho en el 2018, también en la percusión, y desde ahí hemos evolucionado y ahora somos ocho.

Esta vez tuve el placer de entrevistar a Francisco Javier Echenique (percusión), Xavier Perry (bajo) y a Sandino Primera, quien es el cuarto hijo de siete, y el mayor de los cuatro de Alí y Sol “soy hermano mayor pero también soy el del medio, es divertido. Mi hermano mayor y mi hermana menor se dicen 'polo norte y polo sur' y yo les digo que soy el ecuador, el meridiano, en la línea ecuatorial”.

Cuando Sandino habla es escuchar a todos sus hermanos y al mismísimo cantor del pueblo, es un verbo llano y tajante, a veces también incómodo y confrontativo, al mismo tiempo expresa en su estética y coherencia estar despierto ante lo que ocurre alrededor y es que estar despierto puede ser agotador, pero qué es lo que se puede cocinar en esa práctica de senti-pensar y crear para despertar a otras y otros “pa' andar juntos”.

El Colibrí del Chiquero no nació de la nada, y ahí es que me imagino y pregunto cómo es que una criatura como el colibrí puede andar en un chiquero, en la mierda misma y aún así seguir siendo maravilloso y sublime al volar. Resulta que todo empezó con una joda entre cantores y poetas pero que terminó haciendo mucho sentido.

Ojo: No quise que se perdieran nadita de esta rica conversa rodeados de los techos rojos del casco histórico de Caracas, el equipo editorial decidió que esta entrevista va a dos publicaciones así que vacila, Épale CCS la invita.

¿Cómo es que surge ese concepto del Colibrí del Chiquero?

Sandino: Es realmente un concepto en el que hemos creído desde hace tiempo. Hay muchas cosas hermosas, muchas iniciativas bellísimas, los movimientos revolucionarios, cosas dignas, pero la realidad es el capitalismo, entonces nosotros tenemos rato en esa discusión, no perder de vista que estamos en el capitalismo.

Un día, varios poetas y cantores venezolanos vieja guardia también, en un chalequeo de la canción venezolana empezaron (risas) 'Gino González, el caimán del pozo séptico jajajaja', que si el Carrao de Palmarito, el cardenalito de no sé qué vaina, jaajajaja, como existen esas cosas, entonces dijeron, ah, este sería el 'Colibrí del Chiquero' y me quedé pensando, verga, el Colibrí del chiquero, ese es el concepto, eso es, y saltó Gino: coño, Sandino no te pongas con esa vaina, no vengas tú de pendejo a pararle bolas a estos viejos, no sean guevones ellos, y yo estaba alucinando y emocionao, le digo ¿qué pasa Gino? Es todo lo contrario, es arrechísimo y cuando le explico me dice "claro, está bueno", yo lo entendí así, lo vi así. Entonces sale de esa jodedera con los nombres artísticos de la música llanera (jajajaja).

Entonces, del colibrí como el gran mensajero, en este caso, es la canción, nuestro intento, el colibrí místicamente, históricamente, por la cultura Inca, por la cultura sudamericana, es reconocido como el gran mensajero, como el que lleva el mensaje, por lo rápido, por su capacidad de volar en varios sentidos y es maravilloso. Al final esa belleza está aquí, en el capitalismo, en esta cultura, en este chiquero, asociándolo con este desorden en el mundo, masacres, guerras, aguas contaminadas, todo una mierda, pareciera que en los países los gobiernos no dan pie con bola para resolver las cosas medulares, dónde curarte, dónde estudiar, dónde alimentarte y eso no puede justificarse ni naturalizarse, ni normalizarse aunque es una realidad, ese es el chiquero, entonces nos ha llevado a seguir evolucionando ese concepto y nosotros somos el Colibrí del Chiquero con nuestra canción, entonces la gente se lo preguntaba ¿están locos? ¿por qué se pusieron ese nombre? Lo tomaban pa’ burla y una vez por allá en Parque Central, cuando tocamos en el 2021, una niña dijo: bueno, pero es verdad, imagínate la tarea difícil del colibrí, de conseguir una flor en un chiquero, Amaranta fue testigo de esto. No podemos negarlo, somos del chiquero y ahí estamos.

Es un proyecto de ensamble que se convierte en El Colibrí del Chiquero, más o menos desde 2016. Los primeros cuatro fuimos, Xavier (bajista) con otro percusionista y un guitarrista eléctrico, y yo, luego llega Pancho en el 2018, también en la percusión, y desde ahí hemos evolucionado y ahora somos ocho.

Francico Echenique: Ojo, en el chiquero también pasan cosas hermosas, no hay que negarlo. Sigan nuestra nueva cuenta de Instagram @elcolibridelchiquero que lo estamos lanzando justo ahora con este albúm para que sea orgánico.

Este nuevo albúm tiene once temas que podremos bailar como chivas y chivos sin mecate, pero ¿qué significa eso?

Sandino: Era también una joda porque yo le decía a la gente ¿qué pasó?, ¿vuelto loco? Entonces había gente que reaccionaba como que, no, no, no y yo así como que "burda de cuerdo pues, adeco", entonces siempre estaba en esa jodedera porque había gente que asumía que la locura era una cosa negativa, un rechazo a la locura. Entonces yo llegaba así ¿qué pasó hermano, ta' desatao? Y estando en Carora se me ocurrió el “como chivo sin mecate”, pero uno ya traía eso del guatuyusei, de la conversa con toda mi familia en Falcón, el tema del desate y “como chivo sin mecate” tiene que ver con el pensamiento, no es que andes alborotado, no es ese desate, tiene que ver con las ataduras en el pensamiento, los lazos, los amarres, al desenvolvimiento, desarrollo y evolución del pensamiento. Es darle fuerza también a los símbolos que se nos van ocurriendo y que vamos creando, como nació "la cucaracha no puede caminar porque le falta la patica principal", ¿por qué no? un género llamado el raspacanilla colibrí, que es una creación de este ensamble, que es una forma del género raspacanilla, no exacto como lo tradicional sino con la fusión afrovenezolana, quizá menos andino, más central, vamos a decirlo así, nosotros nos lo estamos creyendo, ¿por qué no? Y lo hablamos sin ninguna prepotencia y fanfarronería ni nada de eso, pero tampoco negando humildades ridículas, baratas, estamos reconociendo que nos gusta lo que estamos haciendo y esto puede ser un género, más allá de la fusión que el colibrí siempre hará porque venimos de la fusión y siempre vamos a seguir haciendo fusión.

Llegó el momento en que empezamos una especie de desglose musical, una examinación y radiografía de los ritmos afrovenezolanos que disfrutamos y vamos a seguir disfrutando de la música necesaria que nos trae este ensamble ¿cómo es ese proceso de creación musical?

Sandino: Cada proceso es particular, casi único, puede haber un manual porque hay gente que tiene sus mañas y vaina, pero en este caso ha sucedido hasta ahora, que traigo una letra, una idea musical, pero de allí en adelante vienen como los ingredientes, viene un proceso creativo definitivo, vamos a llamarlo así, que completa esa experiencia de la canción, cada uno sugiere cosas. Xavi ha asumido para nosotros, la dirección musical, siempre ha estado encima del rigor técnico, de conocer y escribir la música, cosa que yo no hago. La música era para cosas muy íntimas, la familia, los amigos.

Xavi: Son nueve años, no es poco, y fue a través de Amaranta, justo aquí en la plaza El Venezolano que me vi encontrarme con la música de Sandino, él venía con muchas cosas y empieza esa idea de hacer la música campesina bailable y todas las composiciones ya venían con esa óptica, por supuesto él es el autor, tanto de sus letras como de su música porque todas las líneas melódicas son de él, entonces efectivamente entramos en un proceso creativo, en el caso mío, armónico. Antes eran dos percusionistas, ahora son tres, y de repente Javier, mejor conocido como Pancho, nos sugiere, vamos a hacer tal cosa en un ritmo de tambor, y ha sucedido que en ese proceso de exploración ahora hacemos fusión de música caribeña pero también hacemos música afrovenezolana, entonces ha sido una explosión muy sabrosa que estamos disfrutando mucho y bueno, es así como lo expresa Sandino, él llega con una idea de letra y ahí vamos haciendo la sopa, aquí no es como dice el dicho que "muchas manos ponen el caldo morado”, sino que más bien es necesario. Antes grabábamos las canciones antes de ensayarlas, (Sandino se ríe), a petición de él, pero ahora más bien, cada vez que trae algo nuevo, queremos digerirlo.

¿Te ponías ansioso Sandino? Cuenten cómo fue ese querer andar juntos antes de este ensamble.

Sandino: Quería escuchar la referencia porque ya me había habituado a eso. Por allá en el 2002, cuando me salgo de la disquera, empiezo a trabajar en la computadora los programas, entonces iba grabando referencias y así me gustaba, pero pasaba lo que dice Xavi, digería, uno se imagina cosas después que tampoco es que ha sido un método, sino que se vuelve también un método la flexibilidad, porque hemos sacado canciones completas en un día, grabadas, mezcladas y todo, pero quizá no era ansiedad sino que quería avanzar, a veces pasaba que tenía mucho tiempo con la canción en la mente y ya quería materializar la vaina. Tuve una banda en el 98 que me acompañó en mi primer disco El enamorao, así romanticón, pop, balada, pero esa banda no la armé yo, la armaron por mí, y más bien tuve suerte, pero fue menos de un año, en cambio en este proceso ya uno tenía mucho rato tocando, la cantera, muchas experiencias musicales, creativas, el frente de creadores militantes, entonces ver a Xavi y decir “coño, ahí hay algo”, también por ser un gran bajista que admiramos muchísimo, entonces era uno ubicando a los suyos. Ahora, con Pacho fue una cosa que lo vi y dije: coño, qué de pinga ese negro y fue por Reinaldo Chacón, nuestro director de la percusión, que ya no está con nosotros desde el 2023. Entonces Alí Alejandro Primera García, el hijo de Alí Alejandro Diputado, y el mismo Reinaldo sugieren a Pancho porque ya habían trabajado juntos.

Pancho: Conozco a Reinaldo desde hace años, estábamos en "Con Venezuela”, él hacía la percusión ahí y me invita: mira, ¿tú quieres ir a tocar con Sandino? Y yo así como que, bueno, ¿qué toca Sandino? Ya hoy sabemos que la música que hace Sandino es la del Colibrí del Chiquero porque en ese momento no tenía referencia, ellos romantizaron mucho el proceso de crear, realmente era una pelea, era pelear todos contra todos hasta que lográbamos ponernos de acuerdo, claro nosotros siempre reforzando la música afrovenezolana, yo vengo es de ahí, manejo la música afrovenezolana y desde allí es que puedo aportar. Tuve la libertad de crear y ahí es cuando nace el segundo disco Colibrí del chiquero. Tuvimos la libertad de modificar ciertas cosas, Reinaldo y yo fuimos creando y Sandino venía con una idea, Xavier ponía otra idea, desde la percusión poníamos otra, hasta que lográbamos ponernos de acuerdo, ya con la música campesina fue un poco más sencillo, pero si hubo fusiones que se complicaron, así como que: mira, aquí vamos hacer un chimbangle, luego un sangueo, Sandino no lo conocía entonces ¿cómo hago? Ahí era como que: épale, pero ya va, relájate un poquito y después nos fuimos llevando, ya hoy en día es mucho más llevadero. Ese proceso también fue fuerte, ensayábamos semanalmente, hicimos la ruta alborada, una ruta nacional pero que también nos lanzamos a Chile, donde tocábamos, ensayábamos y creábamos.

Xavi: Es importante acotar que hemos visto a la gente coreando las canciones y ya las versiones si tienen quizá un poco de elementos distintos porque mientras más las vamos tocando les vamos agregando más cosas, en algún momento va a salir una sesión en vivo grabada para que tengan ahí a la mano, todas las versiones que hacemos ahorita. Por ejemplo, recuerdo un tema de Sandino que me gusta mucho que se llama Y cantaré que lograba como una samba argentina y se podía fusionar con un vals, por ejemplo, pero en esta insistencia de visibilizar los formatos afrovenezolanos, que yo tampoco conocía mucho, aunque yo vengo de la música popular en El Sistema de Orquestas, poco conozco la diversidad de tambores de nuestro país, pero con ese tema se me prendió la idea de un ritmo que es el tambor de Guatire, y que ya lo habíamos aplicado en otro tema, entonces cayó bellísimo, ahora tenemos una versión muy movida, muy solemne, con una característica muy bonita, eso les prometemos que lo van a tener a la mano.

Sandino: Como en el caso de Cariño sospechoso que lo hacíamos más similar a la versión del albúm y tenemos la necesidad de cambiar de ritmos, entonces se van transformando.

Pancho: Igual que Merece luchar, que no se parece lo que suena ahorita a lo que se grabó y lo que queremos es que la gente pueda presenciar en vivo lo que estamos haciendo ahorita. Han habido tantos cambios, éramos cinco músicos, ya somos ocho, tantas variantes, muchos más elementos, entonces se enriquece más.

Hasta aquí la primera parte de esta entrevista, pero en la siguiente publicación seguimos explorando los ritmos que trae Sandino y el Colibrí del Chiquero ahora en este nuevo disco que promete ser sabor venezolano, mermelada pura de nuestras tradiciones, además te contamos cómo es que surge todo el performance que traen consigo en el encuentro con el pueblo.

POR NIEDLINGER BRICEÑO PERDOMO • @linger352

FOTOGRAFÍAS NATHAN RAMÍREZ • @nathanfoto_art - ARCHIVO

RRSS CIUDAD CCS KAREN RAMÍREZ • @ciudadccs

RRSS ÉPALE CCS ALBERT CAÑAZ • @epaleccs