19/04/2023. El animal humano se ha enseñoreado en el planeta hasta el punto de creerse su dueño y no una especie más, poniendo en peligro la existencia misma de la tierra. Más, sin embargo, no puede sobrevivir, el humano, sin la existencia, a su vez de los demás seres vivos.
De antiguo la relación humano-animal ha sido muy estrecha no solo por depender el primero del consumo animal para su alimentación sino que, en su evolución, se hace sedentario, se dedica a la cría de ganado y adopta como mascotas, a otros animales de los cuales se hace inseparable hasta el momento. Pero no sólo ha sido como mascotas sino que, en la creación de su mundo mitológico y en sus teogonías, los animales están presentes como creadores o predadores de la raza humana: como sus protectores o destructores. Por ello aparecen en las heráldicas y blasones de muchas civilizaciones. Reyes, faraones, emperadores y jefes de toda clase ornaban sus dignidades con las características más visibles de determinados animales. La velocidad, la astucia, la fuerza, la majestuosidad de sus plumajes, su vuelo y su fiereza se convertían en símbolos que aún perduran.
Ejemplo: una paloma blanca echada al viento significa la paz; un brioso caballo, la libertad; un búho representa la inteligencia; un elefante la memoria; un perro la amistad y la lealtad; un lobo de mar representa a un marino.
Pero hay características animales que son homologadas a la peor de la conducta humana: “¡chiaaamoooo, tú eres senda rata! ¿no?!” suele decirle un malandro a otro; eres un burro; por falto de inteligencia; mula le dicen a las mujeres infértiles; un ser humano profundamente ruin es comparado con una hiena, chacal o arpía; alguien desaseado es un cochino y un cerdo por su mal comportamiento; “¡te mataré como a una cucaracha o una mosca!”; es que el destinatario de tal dicterio no tiene ningún valor; eres una mona o un mono o gorila es racismo puro; si es un delator se le llamará sapo.
Las fábulas y leyendas más antiguas están cargadas de animales humanizados. La serpiente o culebra quedó rayada per secula seculorum como representación de la maldad, la traición, el disimulo y lo diabólico por su intervención en la biblia:
CULEBRA: (Se dirige insinuante, sonando su maraquita hasta donde está Adán. Tropieza con su entrepierna) ¡Ay, ay niño si está de mi tamaño! (Se trepa por el cuerpo de Adán hasta llegar a su oreja) ¡Mira pa’ allá! (señalando hasta donde está Eva echando humo y quejándose del calor) ¿Vas a pelá ese boche, ah? ¡Cómete esa fruta anda, cómetela!
Cuando el demiurgo mayor se enteró de lo sucedido, lanzó sobre ellos y su descendencia unas imprecaciones capitalistas –machistas-patriarcales- de las que aún no nos libramos. En otra de sus calenturas contra la ‘creatura humana’ le ordenó a Noé que escogiera una pareja de cada especie animal y la metiera en el arca: “Y apúrate ¿oíste? que lo que viene es agua por cuarenta días y cuarenta noches!”. Tal medida ecológica contribuyó a la preservación de la fauna. ¿Acaso no dicen que fue una loba la que amamantó a Rómulo y Remo fundadores de Roma? A Hércules lo castigaron imponiéndole que matara a unos animales terroríficos. A los emperadores romanos les dio por hacer carreras de caballos y carretas en el Circo Máximo y luego en su política de pan y circo llevaban fieras al coliseo para que despedazaran humanos. A José González Navarro -modesto sindicalista adeco-, le descubrieron en su casa un auténtico zoológico. Los astrólogos, occidentales y orientales, usan animales para sus predicciones.
ANIMALES DE PELÍCULA
Una parte de lo más destacado de la literatura y la tradición oral basa sus relatos en animales humanizados: desde Las Fábulas de Hesíodo, Esopo y los bestiarios medievales, está también El Libro de la Selva de Kipling. Y ni se diga de los cuentos maravillosos de los hermanos Grimm y otros que usaron la misma fórmula. De allí pasaron a las historietas ilustradas de los periódicos: lo que nosotros llamamos comiquitas y los gringos comics o cartoons. Luego, en 1906, Blackton y Coulter le dan vida mediante el cine de animación hasta que en 1928, Walt Disney crea todo un imperio cultural y financiero de los más poderosos con sus dibujos animados debutando en 1929, con el ratón Mickey Mouse y una sucesión de animales con los cuales le ha lavado el cerebro a millones de seres humanos.
La gente de mi generación nos divertíamos viendo en la televisión series protagonizadas por animales: Furia, Rin TIn Tin, Lassie, Flipper, Daktari, Maya la elefanta y las comiquitas, casi todas, también con animalitos. En abril del 2002 cuando tumbaron a Chávez, y en Caracas había movilización y matazón popular, los canales de Tv se negaban a informar lo acontecido y pusieron, en su lugar las comiquitas de Tom y Jerry poniendo la cómica.
EL ZOOLÓGICO DE CATIA
La idea de guardar animales para exhibirlos es muy antigua solo que era privilegio de reyes. Cuando comienzan a crearse ciudades los arquitectos y urbanistas comenzaron a crear parques y a dotarlos, en principio, de una colección de animales en cautiverio con propósitos recreativos y didácticos.
En 1812 Humboldt y Bompland señalan a Caracas como una ciudad jardín, el primero sube el Waraira Repano –luego Ávila- que es nuestro primer “zoológico” por cuanto era el reservorio de una enorme y variada fauna. En 1883 Guzmán Blanco inaugura el paseo con su nombre, luego Independencia, El Calvario y, por último, Ezequiel Zamora, y abre allí un pequeño zoológico.
En Caracas el primer zoológico es El Pinar creado por Medina Angarita en lo que fuera la hacienda La Vaquera. En 1961 se crea el parque del Este y allí se deja en cautiverio una pequeña cantidad de animales. En 1967 Raúl Leoni transfiere a la entonces gobernación del Distrito Federal la hacienda cafetera Santa Cruz para crear lo que se llamará, en 1974, el Parque Metropolitano luego Zoológico de Caricuao.
Y el último es el zoológico de Catia creado por el parroquiano José Bello quien alterna sus labores de pastor de la iglesia de Cristo con las labores de artesano que inició desde niño.
José es hijo de un artesano, tiene treinta años viviendo en ese bullicioso lugar en donde comienza “La recta” de los Magallanes de Catia vía hospital José Gregorio Hernández. Tiene tres hijos y hace un año que le dio por tomar una “cuchilla” del sector para desplegar sus creaciones realizadas, principalmente, con cauchos por ser, según él un material fácil de conseguir y muy flexible.
Lo más difícil es adquirir las pinturas, por su costo pero para ello recibe el apoyo del Consejo Comunal y de la Comuna recta de la laguna, que se ocupa también de la limpieza de este mágico y lúdico lugar que debería ser aprovechado por los numerosas escuelas de la zona para divertimento y aprendizaje de los niños y niñas, y además, como atracción turística de la zona.
Esperamos las nuevas adquisiciones del zoológico que nos ha prometido el talento y el trabajo de José Bello, quien a petición de los vecinos piensa en ocupar otra “cuchilla” situada más adelante y así evitar que la conviertan en otro horrendo basurero.
POR FRANCISCO AGUANA • fcoaguana@gmail.com
FOTOGRAFÍAS ALEXIS DENIZ • @denizfotografia