15/06/2023. Sé que a muchos y a muchas les cuesta desarrollar, encontrar, establecer, autoimponerse una disciplina que los conduzca a escribir todos los días. Yo misma me censuro por haber perdido tantas jornadas de mi vida en fiestas, reuniones con los amigos, viajes alrededor del mundo, cuando podía estar durante seis horas haciendo lo que más me gusta hacer: escribir. Ojalá se haya notado el sarcasmo con lo de los viajes. No es fácil lograr dedicarle tiempo fijo y habitual a la escritura, sobre todo porque hay que ganarse el sustento diario y por lo general, no en nuestro país, no es común vivir del arte.
En mi caso me ayudó la crisis económica y la pandemia, debo confesarlo. Yo saqué provecho positivo de ese momento tan nefasto recientemente vivido por la humanidad, porque cuando se crea un hábito que te proporciona placer es muy fácil sostenerlo en el tiempo. La sensación que produce un buen texto terminado, debe ser muy semejante a los efectos de una droga. Pasemos a lo que vinimos: ¿Cómo desarrollar una rutina que te haga escribir todos los días?
1.- Comienza haciendo lo que más te gusta. Si prefieres leer, elabora una lista de lecturas (recuerda que soy la señora de las listas) que tengas pendientes y que nunca inicias. Escoge lo que se parezca a lo que pretendes lograr escribir y algo muy importante en este sentido: No te subestimes. Si quieres crear cuentos parecidos a los de Cortázar, pues lee a Cortázar. (Ojo: no te estoy diciendo que imites, en todo caso, roba. De eso hablaremos en otra oportunidad). Si te fascina la Lispector, léetela toda. ¿Hay algún escritor cercano a tu generación que escribe como un Dios? Entonces busca sus libros y léelo con la pasión debida.
Haz notas de lo que te maravilla de sus historias y trata de comprender el mecanismo que utiliza para lograrlo. A escribir se aprende escribiendo, ya lo dije antes copiando a los que saben. También se logra, descubriendo los componentes que hacen que una buena historia lo sea. La calidad del material seleccionado es fundamental. Nunca elijas leer lo que no te gusta. Por lo menos no mientras estás buscando desarrollar tu rutina. Que sentarte a escribir se convierta en algo placentero dependerá de que tú lo hagas placentero.
2.- No será igual que la escritura forme parte de tu trabajo o se relacione indirectamente, a que pases el día en una jornada laboral distinta a la de tu compromiso como escritor. Pero, bien que te la puedes arreglar con un cuaderno de notas. La próxima semana te cuento cómo. Gracias por acompañarme hasta aquí.
Ñapa: Hay una escritora venezolana a la que quiero mucho y que es puro talento. Su nombre es Liliana Lara. Tiene un libro de cuentos que se titula Los jardines de Salomón. Allí son buenos todos los relatos pero yo les voy a recomendar el que se llama: 'El dólar'.
POR ESMERALDA TORRES • @esmetorresoficial
ILUTRACIÓN ENGELS MARCANO • cdiscreaengmar@gmail.com