05/11/2022. Hablar de Federico Betancourt es abordar la historia de la salsa, la música afrocaribeña y latinoamericana. Se trata de un protagonista significativo por sus aportes y por ser una leyenda viva. El trabajo de este director de orquesta se remonta a los años sesenta en Venezuela, al lado de otras destacadas figuras como Ray Pérez, el Sexteto Juventud, y más grupos. De tal manera que son muchos los trabajos que a Betancourt se le deben.
La salsa de Federico y su Combo Latino. ¡A bailar en el acetato! es el primer libro escrito por los investigadores, periodistas y cronistas Gherson Maldonado y José Luis Basulto, venezolano y cubano, respectivamente. Ellos venían elaborando el texto que fue bautizado en el marco del pasado Festival del Libro. Hay que acotar que este documento tiene dos ediciones: la internacional (Amazon) y la nacional (editorial El perro y la rana).
“Esa música que hizo Federico y su Combo Latino en su tiempo se constituyó en una continuidad de las raíces que habían nacido no sólo en Cuba sino en varios países del Caribe. Y Federico le dio un impulso a esa música de una manera muy peculiar, y por su agrupación pasaron cantantes extraordinarios como Orlando Watussi, Wladimir Lozano, Canelita Medina y más. Y ese es uno de los méritos de Federico. Y este libro es una contribución para que las futuras generaciones sepan quién fue Federico Betancourt y qué significado tiene en el pentagrama musical de América Latina”, señaló Basulto.
El libro es una iniciativa de Jacqueline Betancourt, hija de Federico Betancourt. Ella quería hacerle un homenaje a su padre, así que buscó a Basulto y Maldonado para materializar el proyecto. El lector se encontrará con anécdotas narradas por el mismo protagonista, los músicos allí entrevistados y por los autores, discografía con fechas exactas, los contextos a través de etapas, y con varios temas de interés.
Más salsa
“Hablo de la relación de Federico con Phidias -Danilo Escalona- en la creación de la palabra salsa, cuál es el contexto histórico que permite la aparición del movimiento de la salsa en los años sesenta, cómo se originan los combos en el Caribe, cómo la toma Federico en su agrupación, también la discografía, los músicos que participan en cada disco, los antecedentes de esos músicos, y al final hay una estadísticas: cuántos cantantes y músicos pasaron por ese grupo, en qué períodos”, comentó Maldonado a propósito de una parte del contenido.
Realmente, el libro es una investigación que tiene un componente académico (periodístico), pero también está el complemente lúdico y literario que son las experiencias expuestas por los entrevistados. Además, revisar toda esa discografía es un verdadero deleite. Así que cualquier salsero puede disfrutar de un trabajo de esta naturaleza.
Para Maldonado lo más difícil del libro fue no poder contar con muchas personas que han fallecido y tuvieron que recurrir a otras fuentes como las hemerográficas, bibliográficas, entrevistas y bases de datos. Y en cuanto a hallazgos, acotó que fueron varios los descubrimientos, por ejemplo, que Mon Rivera fue conocido gracias a Federico, lo cual no es cierto, ya Rivera había sonado y Federico continuó esa línea.
Por otra parte, a través del documento se muestra el aporte de Venezuela en la palabra salsa y sus diferentes connotaciones.
“En la música de Federico oigo además de Venezuela, oigo a Cuba, al Caribe, a América Latina, la música bailable. El libro despierta el interés por la trayectoria de Federico Betancourt y es un homenaje sencillo para alguien tan grande como él, quien es un referente”, concluyó Basulto.
POR MERCEDES SANZ • @mercedes.jazz
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