28/09/23. Troto oyendo música instrumental o en inglés (para no engancharme de las letras). Troto solo (de soledad, sin acento). Troto y pienso. Muchas veces divago, claro, porque el ir pasando con cierta rapidez (no mucha, de pana) mueve el paisaje y hace cambiar de tema: que si la señora con sobrepeso que hace grandes esfuerzos; que si el perro suelto y atlético (un peligro para los usuarios del sendero de corredores); que si el conductor que no me dio paso en el semáforo (¡cdm, hdp, mmgv!, etcétera). Pero, a veces (sólo a veces, con acento) pienso a fondo mientras troto.
Y resulta que una de las veces que pensé a fondo mientras trotaba, pensé en escribir sobre trotes. Bueno, no una vez. Hubo una primera y después muchas veces. Empezó a convertirse en un tema recurrente de mis trotadas-pensadas y también en fragmentos de mis trotadas-divagaciones.
No sé si será un mal indicio de salud mental, pero esas reflexiones casi siempre adoptan la forma de un diálogo de mí con yo. Y en temas como este, el diálogo es un juicio en el que una parte defiende la tesis y la otra, la refuta.
Sobre este asunto de escribir acerca de mis trotes, la parte a favor decía que, bueno, eres trotador (no corredor, pero sí trotador) y escribidor (escritor era García Márquez), de modo que puedes hacerlo mejor que quienes son solamente una de las dos cosas.
La parte negativa me decía: “No eres un corredor serio, no has competido nunca, no tienes entrenador, no formas parte de un grupo… ¿de qué puedes escribir?” Y agregaba que en las redes y las plataformas hay cientos, tal vez miles de personas con más experiencia y mejores performances dando consejos sobre correr.
Bueno, en eso pasé un montón de tiempo hasta que, a finales del 2017, luego de una de mis trotadas-pensadas, les propuse la idea a los altos mandos de Épale CCs (que nunca han sido altos porque se empeñan en la horizontalidad) y estos, supongo que no sin cierta sorpresa, me dieron (para decirlo en términos de atletismo), el disparo de largada. Ya van casi seis años, por lo que podemos considerarlo como un maratón. Y, como dice Mercedes: seguimos.
Pasos y zancadas
Nueva marca mundial. En el Maratón de Berlín, la atleta etíope Tigist Assefa batió (recontrabatió, debería decirse) el récord femenino de los 42K, al parar los relojes en 2 horas, 11 minutos, 53 segundos, rebajando en más de dos minutos la marca anterior (2h,14m, 04s), que pertenecía, desde 2019, a la keniata Brigid Kosgei, quien la estableció en el maratón de Chicago. Assefa, con su hazaña, le quitó el protagonismo al rey de este deporte, Eliud Kipchoge, quien ganó por quinta vez la carrera berlinesa.
[Cuestión de estilo (y X): Cambios en el sentido de la vida del trotador]
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ • @clodoher
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jadegeas