05/12/2022. Ser nombrados. Narrar nuestras historias y de ahí, insurgir nuestra mayor seguridad. Dar a conocer, re-conocernos en el hacer. Un ejemplo de muchos espacios hegemónicos para la promoción y la difusión de nuestro quehacer es el Guinness World Records. Así hemos visto que en 2022, desde la música y el baile, tres organizaciones de estas artes optaron por convocar a una institución que celebra la creación mundial, inspira a personas, entretiene e informa la buena nueva, de que su expresión debe ser conocida globalmente; aunque sabemos y estamos alertas que no es una institución ingenua.
La particularidad del Récord Guinness reside en dar cuenta del resultado máximo y la exactitud de una actividad. Esta propuesta nace en la década del cincuenta del siglo XX en Inglaterra, por el director general de la cervecería Guinness, Sir Hugh Beaver, quien, asumiendo una promoción de Guinness basada en la idea de resolver las discusiones en los pubs (bares), impulsó la realización de un libro de datos y cifras que se convirtió en uno de los libros más vendidos y de referencia.
Ese sello de promoción se extendió a Venezuela logrando veintiocho récords históricos, de los cuales tres fueron en el ámbito artístico impulsados este año: el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela con la orquesta más grande del mundo al poner en escena a doce mil músicos, la banda de música tradicional -folklore para Guinness- más grande del mundo con cuatrocientos catorce gaiteros y gaiteras en el estado Zulia, bajo la dirección del maestro Humberto Bracho, y el proyecto Retomando el Son al aglutinar a dos mil bailadores y bailadoras de casino que durante doce minutos, lograron la rueda de casino más grande del mundo.
Estas marcas, son expresiones de nuestro amor por las culturas y las artes, son estrategias para superar el cerco simbólico de ciertos bloqueos comunicacionales en sus propios campos de poder hegemónico. Nombrar pasa por sumar más y más voluntades en las pasiones para seguir marcando la huella de paz, incluso en los propios delicados campos del poder hegemónico.
POR MÓNICA MANCERA PÉREZ • @mujer_tambor
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jadegeas