09/11/23. A pesar de que muchos crecimos viendo a la Coconaza, a Fedra López y la rumba del Tracatrá en televisión, la verdad es que este país es bien pacato. El sexo sigue siendo un tema tabú a pesar de que el doble sentido sea tan común como las chupetas Bom Bom Bum en el Metro. Quizás sea por eso que los famosos chinazos sean un motivo popular de risa: la sexualidad pareciera ser aún un pecado en nuestro inconsciente colectivo, y de ahí que haya tanta necesidad de hacer chistes subidos de tono.
Es posible también, que la gran desinformación y la falta de comunicación entre las familias y en la escuela sean las responsables del elevado índice de embarazos en adolescentes y abortos clandestinos. Aun cuando hoy en día vemos una mayor amplitud en torno al tema sexual en las redes sociales, en realidad pareciera que nos falta madurar mucho para abordar de una manera más saludable este tema tan íntimo.
Estas son apenas unas escuetas reflexiones de lo que constituye el tema de la sexualidad. Me atrevería a afirmar que hablar de sexo de manera honesta en nuestro país sigue siendo una materia pendiente.
Once años revelando verdades
En una práctica de autoconocimiento, la revista Épale CCS inició la sección Soberanías Sexuales. Este espacio ha sido compartido por la mayoría de las plumas que han hecho vida en la Fundación para la Comunicación Popular CCS. Aquí, se ha disertado sobre el erotismo, la pornografía, la comunidad LGTBIQ+, el embarazo, el parto, el aborto, la crianza, el despecho, la violencia de género, las fantasías sexuales, la identidad sexual de diversos grupos sociales, las relaciones de pareja, el poliamor, la pedofilia y muchos otros temas más. El encanto de esta sección ha sido que todos los artículos que hemos desarrollado aquí, lo hemos hecho desde la honestidad, y sobre todo partiendo de experiencias personales. Incluso, las investigaciones que hemos desarrollado en esta pequeña ventana las hemos llevado a cabo siguiendo un estilo cotidiano y cercano, como si estuviéramos tomándonos un café entre amigos. Este nivel de franqueza con el que nos hemos manejado en esta sección nos ha convertido en un espacio único, ya que vamos más allá del humor pacato y de la culpa fundamentalista para vernos en este espejo sin tabúes ni tapujos.
El espíritu de Soberanías Sexuales apunta hacia el desarrollo de relaciones más sanas: donde haya responsabilidad afectiva en aras de un placer que genere felicidad y no conflictos patológicos o sociales. De ahí el impulso de retratarnos a nosotros mismos de la manera más transparente y en ocasiones descarnada. Al disertar abiertamente acerca de nuestra identidad sexual y afectiva es posible poner un grano de arena para crecer, reflexionar y corregir nuestros pasos.
Aún queda mucha tela qué cortar y mucho hay qué decir sobre la sexualidad del venezolano. Son muchas las anécdotas, testimonios y hechos que debemos reflejar, y para ello Soberanías Sexuales permanecerá presente mostrando el vivo retrato de quiénes somos y cómo nos comportamos.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
ILUTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta