06/12/23. Nuestro mundo es el de la habituación, la manera que vamos naturalizando una forma estandarizada de percibirnos, y eso afecta a todo, incluso el goce. Quizás sea el placer y su privación lo que nos hace saber que estamos vivos. Todos tenemos derecho a vivir y a disfrutar la vida desde el respeto a los demás, a las diferencias. Cuando la presencia de lo diferente sacude la manera tradicional en que se han forjado nuestros esquemas, nos cuesta asumir la necesaria expansión de dicho horizonte. Así sucede con la discapacidad y la sexualidad. Dos especialistas nos hablan al respecto: Carolina Mora y Lenin Lucena.
Carolina nos indica que “La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo una clasificación en tres términos: deficiencia, discapacidad y minusvalía. La deficiencia ocurre a nivel orgánico: en una persona que está amputada, esa deficiencia puede o no generar una discapacidad que es una limitación a nivel de la actividad. Minusvalía: la discapacidad dependiendo de cómo reaccione el entorno y de la ayuda o no que te dé. Una persona con discapacidad es tan humana en el sentido de las virtudes y defectos que una persona que no tiene la discapacidad, ahora lo que sí es que te pone a prueba, tú tienes que lidiar con tus estrategias de afrontamiento”.
Para Lenin, la discapacidad “es un estilo de vida, es vivir dentro de la variabilidad humana, reconociendo mis limitaciones y mis potencialidades”.
De acuerdo a Carolina, las personas con discapacidad viven la sexualidad “con mucho rollo, porque a pesar de que los niños, los adolescentes y los adultos con discapacidad son personas sexuadas y como tal todas necesitan experimentar amor, ternura, placer, en ese sentido tienen el derecho de ejercer la sexualidad así como la ejercen todos los seres humanos, el problema es que mucha gente empieza a identificar y a resumir la identidad de una persona con discapacidad solamente basándose en esa característica. Y como consecuencia de eso empiezan a estigmatizarla pensando que no siente deseo sexual, sobreprotegiéndola, no dándole oportunidad de socializar, infantilizándola…" Crean barreras que condicionan el desarrollo de esa área de la persona.
En esto coincide Lenin: “Se nos ha considerado a las personas con discapacidad como ángeles, como seres asexuados, incurriendo en segregación, incluso por parte de los profesionales". Entre sus pacientes ha encontrado “miedo a no cumplir con las expectativas de la otra persona a la hora del acto sexual, poca aceptación de la discapacidad, ansiedad social por la condición que presentan, depresión, sobreprotección de la familia”. "Algunas madres y padres ven a sus hijos con discapacidad adultos/as como niños o niñas, teniendo una visión de ángeles, seres sin sexualidad".
Carolina insiste en que “vivimos esto con mucho rollo, no tanto por nosotros mismos sino por las expectativas del otro, por la imagen que existe sobre las personas con discapacidad, sobre todo cuando implica alguna alteración del esquema corporal que se considera tradicionalmente hermoso, entonces tú te empiezas a sentir como inseguro, no bonito, no atractivo, etcétera. Como yo tengo una discapacidad motora, yo tengo paraplejia como consecuencia de haber sufrido polio, entonces generalmente quienes me buscan suelen ser personas que también tienen discapacidad motora… Yo prefiero el ideal de belleza japonés, de Wabi-sabi que dice que lo hermoso es efímero como un atardecer, puede ser precioso, pero tú sabes que va a acabar en unos minutos".
También hay que tener en cuentra el problema referente al desarrollo de habilidades sociales, que a veces se ve muy comprometido para las personas con discapacidad, sobre todo si viven en barriadas populares. "El tema de las escaleras y el desplazamiento es bien difícil, y eso limita tus oportunidades para estudiar, luego para insertarte laboralmente, en esos sitios es donde tú sueles conseguir pareja, donde tú sueles conseguir amigos y pareja, y si eso está limitado se ve afectada toda esta área social y sexual".
Carolina actualmente se encuentra realizando un estudio sobre “un tipo de parafilia en la cual, sobre todo hombres, erotizan a personas con discapacidad, pueden ser hombres con discapacidad, pero generalmente, como la mayoría suelen ser heterosexuales, erotizan a mujeres con discapacidad. La percepción que hay a nivel social de estas personas es que son depravadas: ¿Por qué es depravado que alguien erotice a una persona con discapacidad, pero no es depravado que alguien erotice por ejemplo, a una rubia siliconada?
He llegado a la conclusión de que parte de eso que se considera perverso es que como consideramos que la persona con discapacidad es menos persona, está menos desarrollada, es menos madura, es como un niño, entonces si alguien erotiza a un niño es un pedófilo, y eso es una perversión, eso es patológico, entonces también es patológico fantasear o erotizar a una persona con discapacidad. Yo entiendo que si una persona tiene una capacidad cognitiva, es otro asunto, pero incluso las personas con discapacidad cognitiva tienen niveles de independencia y también tienen derecho a la sexualidad, obviamente protegida”.
Por su parte, Lenin expresa que “la limitación del funcionamiento biológico afecta la manifestación física de la conducta sexual, la cual debe ser atendida por un especialista, de acuerdo con cada caso. Los problemas se pueden presentar cuando una persona con discapacidad no se acepta así misma, no ama su cuerpo, porque se limita, por ejemplo en las conductas de cortejo, de seducción, de erotismo, aislándose, inhibiendo la expresión de su sexualidad". Y añade que se necesitan, “más programas de salud sexual y políticas educativas dirigidas a esta población".
La sexualidad es un derecho, motor y búsqueda de lo humano, y debemos garantizarla desde el reconocimiento, el respeto y la comprensión de las diferencias de todas y todos. Muchas gracias.
Carolina Mora es Licenciada en Psicología, profesora de la Escuela de Psicología de la UCV. IG: @lametamorfosisdepsyche
Lenin Lucena es Licenciado en Psicología, profesor de la Escuela de Psicología de la UCV y Psicólogo en la Dirección de Deportes UCV. IG: @leninluc
POR BENJAMÍN MARTÍNEZ @pasajero_2
ILUTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta