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Los gatos negros: desmintiendo el mito de la mala suerte

¿Se acuerdan del “no lo toques, da mala suerte” o de: “me pasó por delante un gato negro, tendré mala suerte”? FAKE

26/01/24. Los gatos negros han sido objeto de maltratos, desprecio, incluso, sacrificios debido a que en muchas culturas, creencias y supersticiones a lo largo de la historia, los relacionaron y siguen relacionando con la mala suerte.

 

La literatura y el cine han representado al gato negro como una figura del terror. Películas como The Black Cat (1934), dirigida por Edgar G. Ulmer, es una adaptación del cuento de Edgar Allan Poe que presenta a un gato negro como un símbolo de mala suerte y muerte. También The Cat o' Nine Tails (1971) de Dario Argento, un filme italiano de terror que gira en torno a un gato negro que parece estar relacionado con una serie de asesinatos en una compañía farmacéutica.

 

Y así, centenares de producciones cinematográficas donde veremos a uno de estos animalitos, siendo el malo, el perverso, el más temido. Obviamente, da miedo. Sin embargo, aunque es ficción, muchos se terminan creyendo el cuento de que estos seres indefensos y, por demás, tiernos, cariñosos y amigables, son como los muestran.

 

Me surgió la necesidad de escribir sobre este tema, porque en varias ocasiones mi hija y yo nos topamos con gatitos negros. Ella, en su desconocimiento, me dijo que no había que tocarlos porque dan “mala suerte”. Ciertamente, le expliqué que esto es TOTALMENTE FALSO.

 

¿A qué se debe este temor de algunos por los gatos negros?

 

La asociación entre los gatos negros y la mala suerte tiene sus raíces en la Europa medieval, cuando se creía que los gatos negros eran familiares de brujas o demonios. Esta creencia llevó a la persecución y matanza de gatos negros durante la época de la caza de brujas, otro mal del medioevo, lo que contribuyó a su reputación negativa.

 

A lo largo de la historia, los gatos negros han sido víctimas de discriminación debido a las supersticiones que los rodean. Por ejemplo, en la Inglaterra del siglo XVII, se creía que tener un gato negro en casa era señal de mala suerte, lo que llevaba a que estos felinos fueran perseguidos y maltratados. Incluso en la actualidad, algunos refugios de animales informan que los gatos negros tienen más dificultades para ser adoptados que otros gatos de diferentes colores.

 

Cambio de percepción

 

Afortunadamente, muchos cambiaron la percepción que tenían de los gatos negros. Otros, más conscientes, jamás se han atrevido a dudar de la bondad y ternura que desparraman estos animalitos.

 

Muchas culturas, especialmente en el mundo occidental, han comenzado a desafiar esta superstición y a reconocer a los gatos negros como seres adorables y cariñosos. De hecho, en algunas culturas, como la japonesa y la británica, se considera que los gatos negros traen buena suerte.

 

El lado positivo

 

Los gatos negros son simplemente una variación genética de los gatos domésticos comunes. Tienen personalidades únicas y pueden ser tan cariñosos, juguetones y leales como cualquier otro gato. Además, adoptar un gato negro puede tener un impacto positivo al ayudar a disipar los mitos que rodean a esta hermosa especie.

 

Pero, ¿qué pasa con la gente que siguen creyéndose estos cuentos de camino? Hay que llamarlos a ser conscientes y demostrarles que ese pequeño o pequeña es un pedazo de noche, un ser pidiendo amor. Pidiendo que una estrella se pose en su tierno corazón y brille para él o para ella toda la ternura.

 

 

 


POR SARAH ESPINOZA  •  @sarah.spnz

 

ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ

#Gatos #Fortuna #Superstición

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