14/03/24. ¿Son justas nuestras leyes? Parece una pregunta extraña. Generalmente, nos educan para que sepamos que, según nuestro cumplimiento de la ley, seremos juzgados. Poco pensamos sobre la capacidad que tienen los pueblos de juzgar sus propios sistemas normativos. Sin embargo, esta es una tarea vital. Una de las que más se han encargado las feministas.
Desde esa mirada, nada de lo que existe es neutro. Las cosas, en especial las leyes, se dictan para que mantengan un determinado orden, no porque es la única opción. Esto es fascinante pues no existe ley jurídica cuando existe otro orden que es inevitable. Como las leyes de la física que disponen que las cosas caigan o las que disponen la secuencia del día y la noche. Por eso, no existe una ley jurídica que diga que la gravedad llevará las cosas al suelo o que transcurridas tantas horas amanecerá, pues, la voluntad del hombre nada puede contra esto. Y, es fácil entender que los órdenes jurídicos cambian e incluso se suceden, como aquí ocurrió cuando la Independencia que lo que era del rey pasó a ser de la república, sin más.
¿Cambia o debe cambiar el derecho de familia? Muchos piensan que sí, que nuestra ley -la famosa LOPNNA- es demasiado benevolente con el padre ausente, que, no tiene cuidado de la carga que se le suma a la madre cuando se separa la custodia frente a un padre que sólo tiene una presencia ocasional, o, que omite que cuando el padre desaparece financieramente, la demanda del hijo no se acaba, sólo se traslada a la madre que para obtenerla se endeuda, se limita o tiene que hacer otros sacrificios.
Un punto sensible es el relativo a los permisos para viajes internacionales. Un tema que ha adquirido mas importancia en la medida que ha aumentado la emigración, pues, muchas veces las familias han quedado divididas, los padres dejados a sus hijos menores y la madre se ve coartada a decidir sobre un hijo o una hija que cría en solitario por alguien que incluso puede no tan sólo incumplir con sus obligaciones sino también no estar en el país, siendo dificil de contactar.
¿Ha llegado el tiempo de revisar la ley? Ya han transcurrido décadas de su creación y de su mas reciente modificación. En ella, hemos de recordar que los regímenes de esta naturaleza se crean para evitar los abusos y favorecer los derechos de los niños, niñas y adolescentes, lo que en algunas situaciones no se logra porque los casos quedan entrampados en normas anacrónicas.
POR ANA CRISTINA BRACHO • @anicrisbracho
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta