21/03/2024. Autora del poemario Bajo el rezo animal (Ediciones Solar, 2022), que he leído y vuelto a leer, no hace mucho, en la mesita de la Librería del Sur Orlando Araujo, en la esquina de Gradillas, lo abrí, y un poema saltó como un dardo directo a mis ojos. Imposible evitar que le tomara una foto y me quedara, así, todavía hipnotizado. Al día siguiente se lo envío a la autora, le recuerdo lo de la entrevista y conversamos.
Giordana es editora, poeta e investigadora social. Estudió Letras en la Universidad de Los Andes, donde egresó summa cum laude. También estudió Antropología Social y Derechos Culturales en la Universidad de Buenos Aires. Entre el año 2013 y 2018 dirigió la Fundación Editorial El perro y la rana del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, donde fue viceministra.
Actualmente se dedica al diseño, desarrollo y acompañamiento de proyectos culturales y comunicacionales y dirige Nila Ediciones. Es coautora y compiladora del libro Venezuela, vórtice de la guerra del siglo XXI (La Fogata/El Colectivo, 2020).
¿Cómo se inicia en el mundo de las letras, qué la motiva? ¿Y en el mundo editorial?
De joven, mi papá estuvo en una logia de amigos llamada “El lobo estepario”, como el libro de Herman Hesse, o eso me contó cuando yo tenía unos trece años. Ya no sé qué tan cierto sería el cuento pero bastó para generar toda clase de afinidad y deseo de lectura en la muchacha que fui, una que vivía en la ciudad de Mérida, además (imagínate lo intensa que era, risas). Luego estudié Letras en la Universidad de Los Andes y me enamoré para siempre de la literatura, pero el claustro me generó mucha aprensión por escribir, o más bien por publicar lo que consideraba aproximaciones a algo; me juzgaba con mucha dureza, cada día lo hago menos, o eso trato. Así que comencé a publicar a otras personas, clásicos en principio, y luego novísimos. Así iban los polos de la Fundación Editorial El perro y la rana, donde recién graduada de Literatura Hispanoamericana comencé a trabajar, lo que implicó una aún no revertida migración de Mérida a Caracas.
¿Qué es para usted la FUndación Editorial El perro y la rana, experiencia?
Yo vengo de ser parte, desde muy joven, de su fundación, y luego, más adelante, me tocó dirigir aquella inmensa institución pública con más de 150 personas editando, diseñando y haciendo posibles millones de libros. En 2005 Venezuela había sido declarada por la Unesco “territorio libre de analfabetismo”, y en los años siguientes la producción de libros accesibles y las ferias del libro y demás espacios de formación y promoción de la lectura se hicieron eco de ello.
En esa escuela aprendí gestión cultural, políticas públicas y edición de libros. Pero también me topé con situaciones cotidianas de machismo naturalizado. Los roles de liderazgo en las mujeres siguen siendo cobrados con cualquier tipo de maledicencia y abuso, y con esa manera soterrada de hacerte sentir insegura o en minusvalía, o de sobreexplotarte por una supuesta condición “dócil o servicial”. En esas situaciones la mejor estrategia es hacerse de un buen equipo, basado en el reconocimiento de los saberes y aportes que cada quien puede abonar al proyecto.
¿Cómo y por qué Nila ediciones? ¿De dónde viene ese nombre?
La crisis económica y la pandemia marcaron un punto de inflexión que significó reacomodos y aperturas a otras formas de producción y reproducción de la vida. Muchos y muchas pasamos del trabajo en gestión pública, en cargos de gran responsabilidad a otras esferas como el trabajo a destajo en casa, o el corporativismo internacional. Luego de dar algunos saltos en ambas instancias, me di cuenta de que esa experiencia de años de gestión pública en una gran empresa editorial debía cosechar nuevas formas de hacer y de generar recursos, tanto económicos como simbólicos y relacionales. Busqué entonces disposiciones comunes y alianzas empáticas en otros y otras profesionales del área editorial y de las artes gráficas, y nos abocamos a crear una editorial horizontal, donde todas y todos aportáramos conocimientos, contactos y equipos, sin mayor capital, o con el gran capital de nuestro bagaje experiencial.
Nos abocamos a esa tarea amorosa de hacer libros, no la más fácil en materia económica y financiera, pero sin duda una tarea necesaria, repleta de estímulos y gratificaciones. Nila Ediciones nace como una empresa que recoge años de dedicación sostenida al mundo del libro y la lectura. Quienes conformamos Nila, mi compañero Carlos Duque, editor y poeta, y Óscar Vásquez y Daniel Duque, diseñadores y artistas gráficos, venimos, y nos conocemos, de los tiempos en que en Venezuela se creaba un Ministerio de Cultura y una gran política pública de promoción y producción editorial (El perro y la rana, los planes nacionales de lectura, etcétera).
Así nació Nila, cuyo nombre es un homenaje a la literatura venezolana, pues evoca el nombre de un personaje femenino clave en la novela Cubagua, Nila Cálice, de Enrique Bernardo Núñez. Nila Ediciones tiene como propósito fundamental investigar y promover el hecho editorial y sus múltiples plataformas, así como los nichos de lectoras y lectores posibles, en un mundo postpandémico, altamente digitalizado y en crisis orgánica permanente. En ese contexto la editorial se plantea como un espacio de investigación de formatos y necesidades lectoras, y en cuanto a contendido, su objetivo central es la promoción de la literatura venezolana y latinoamericana, con énfasis en autores y autoras de Venezuela, y con una fuerte línea editorial basada en la promoción de la escritura de mujeres.
¿Cómo se sostiene una editorial privada en Venezuela?
Luego de la aplanadora de editoriales y librerías que han significado Amazon y los dos grandes emporios editoriales en español: el Grupo Planeta y Penguin Random House, observamos cómo sin embargo, contra todo pronóstico, comienzan a surgir nuevas iniciativas editoriales y libreras apoyadas en tejidos relacionales más personales, sostenidos también por las facilidades del mundo digital, pero que implican una autonomía e independencia que salvaguarda la diversidad de contenidos y de formas de mediar y promover la lectura. Apostamos a ello. A que en Venezuela y en la región se avive el resurgimiento de alternativas de producción editorial a las grandes plataformas comerciales, generando un espacio de calidad y atractivo, que promocione la identidad venezolana y latinoamericana desde el ámbito literario, e impacte en la construcción de bibliodiversidad en el país.
Partimos de la asunción del rol necesariamente innovador, flexible y resiliente del sector del libro, apostando tanto a la alianza institucional con sectores públicos, como a la generación de dinámicas directas de distribución y promoción con editoriales, centros culturales, organizaciones sociales, espacios recreacionales convencionales y no convencionales, librerías del país y de la región.
¿Proyecto que ha tenido, en curso y futuros?
Nuestros primeros libros ya publicados los financiamos de manera autogestionada, con apoyo del Centro Nacional del Libro en la impresión del segundo libro. Fueron dos libros de autores maestros en la tradición venezolana: Juan Sánchez Peláez y Ramón Palomares. Quisimos comenzar con ellos con el énfasis puesto en promover su obra en Venezuela y fuera de Venezuela, pues una de las grandes falencias históricas de nuestro sistema literario y artístico en general, ha sido la dificultad de promover fuera del país a nuestros referentes. Desde Nila Ediciones nos abocamos a buscar los contactos de editoriales en México, Nueva York y Argentina con las que pudiéramos hacer alianza, tomando en cuenta el trabajo elaborado en años de experiencia editorial. Fue así como logramos que el libro El alba es el leopardo, de Juan Sánchez Peláez, se editara conjuntamente en México, Venezuela y Estados Unidos, conjurando aquellas palabras del escritor colombiano Álvaro Mutis sobre Juan Sánchez Peláez, quien decía que Sánchez Peláez “era el secreto mejor guardado de América Latina”. Esta fue una edición bilingüe, traducida por Raquel Sánchez y Cristina Gálvez Martos, e ilustrada por la artista plástico Andrea Britto. Posteriormente publicamos Desde un lugar llamado siempre. Cartas y poemas de amor de Ramón Palomares, un libro que recoge manuscritos inéditos del poeta trujillano, con sus dibujos, detalles de su escritura, hermosamente diseñado por nuestro compañero Óscar Vásquez, y que ya se encuentra en librerías de Venezuela, pero también en librerías de México y Argentina, esto último a través de los hilos conductores que hemos afinado con editoras y editoriales desde un vínculo tejido por las disposiciones comunes.
Por otra parte, Nila es un espacio de acompañamiento de otros proyectos editoriales a través de la oferta de servicios y de asesorías para nuevos/as escritores/as. Con nuestra experiencia en el área como divisa ofrecemos trabajos de lectura, edición y corrección a instituciones y organizaciones, también a autores y autoras que quieran mejorar su manuscrito. En esta línea, lanzamos recientemente el libro Cerca y lejos, de María Eugenia Inojosa, una escritora venezolana que solicitó nuestro apoyo y asesoría para editar y publicar su primer libro.
En 2024 queremos enfocarnos en la línea de mujeres escritoras, una línea que vengo desarrollando desde 2020, con la organización de dos encuentros internacionales de escritoras y la creación y curaduría de la colección de poesía escrita por mujeres Yo misma fui mi ruta, de Fundarte.
Hasta la fecha he coordinado y curado la edición de 24 libros de esta Colección que han significado la edición por primera vez de autoras novísimas, y la edición de nuevos libros de autoras con un poco más de trayectoria. Por allí vienen las pistas de los próximos trabajos en Nila Ediciones, queremos rescatar voces maestras de varias generaciones de escritoras que venimos leyéndolas e investigando, a contramano de la poca difusión de su obra tanto en el circuito editorial como en los programas de estudio escolares y universitarios.
¿Algo más que desee agregar?
Quiero decir que es urgente que en Venezuela se cree un fondo concursable para las artes y la cultura, como existe en México (el FONCA) y en otros países de la región, para redistribuir los recursos, diversificar y promover las propuestas culturales de mayor calidad, garantizando inclusión, diversidad y legitimidad. Esto como parte de una política estructural de promoción y agencia de nuestros/as autores/as, con acciones como la revisión de los perfiles de Wikipedia, catálogo de libros y autores, invitación a ferias nacionales e internacionales, colocación y promoción de libros en librerías dentro y fuera, coediciones, etcétera.
No tengo más sino que agradecer a Giordana, por toda la bella labor que realiza, a su equipo de Nila Ediciones, y a ustedes mujeres, que nos hacen siempre maravillarnos.
Por favor, no dejen de seguir las cuentas: @nila.ediciones y @giordanags
POR BENJAMÍN MARTÍNEZ • @pasajero_2
FOTOGRAFÍA ALEXIS DENIZ • @denizfotografia