20/06/24. ¿Por qué llama tanto la atención la fiesta de San Juan? Lo primero es, sin duda, los tambores y el baile. Nada más atrayente de una celebración que la alegría, sin restarle méritos a otro tipo de rituales que se desarrollan sin cantos ni danzas. En esta línea, se encuentran los católicos, por ejemplo. Pero San Juan es diferente, aunque tenga un vínculo con lo cristiano.
“Bueno, esto se celebra desde la Edad Media, con la fiesta del agua y el fuego. Por supuesto que a América llega con los europeos y se asienta en comunidades afrodescendientes. Lo que comentan algunos investigadores es que estos colonos, que sentían alguna devoción por el santo, celebraban la fiesta pero con mucho recato, y daban el día libre. Entonces, los esclavizados se iban para el monte a celebrar a su santo y te aseguro que no era San Juan Bautista”, es lo que explica William Ochoa, cultor de La Vega y director de la Cofradía San Juan de esta populosa parroquia.
Abundan los estudios en cuanto el origen, pero lo importante es que la manifestación se mantenga en las comunidades. En los pueblos costeños es donde está más arraigada la tradición, aunque las ciudades también se han venido sumando a este ritual. Diferentes parroquias de Caracas y el interior llevan a cabo esta expresión cultural, y el San Juan de La Vega ha jugado un papel fundamental en la difusión.
De generación en generación
¿Y por qué La Vega? En principio, hay razones históricas. Jesús “Chucho” García, investigador especializado en cultura africana, sostiene que esta localidad fue una donde se asentó una notable población afrodescendiente durante el siglo XVIII.
Cuenta Ochoa que durante los años sesenta y setenta, siendo un niño, iba con su abuelo a Ocumare de la Costa a ver la fiesta de San Juan, pero eso no le llamaba la atención. “Yo me iba pa’l río, me parecía que eso era una fiesta pa’viejos (risas). Pero nos enamoraron los bailes de Yolanda Moreno y empezamos a formar grupos parecidos. Sin embargo, la gente del barrio que venía de esos pueblos, que conocían cómo era la fiesta de San Juan, nos decían: esa vaina en mi pueblo no se baila así, no se toca así, y empezamos a aprender con ellos”, recuerda el cultor.
Entre 1972 y 1973, Ochoa junto a habitantes de la comunidad de La Vega empezaron a investigar, haciendo trabajo de campo, acerca de qué es esa celebración, cómo llegó a su zona, y a recabar información histórica. Así que el germen de la celebración en La Vega estuvo en los mismos habitantes de origen afro, que se establecieron en el lugar y en la perseverancia de la familia Ochoa, quienes junto a vecinos fueron constituyendo la cofradía. El ritual ha ido creciendo gracias a toda esta labor y a las generaciones.
Ya el San Juan de La Vega tiene su propia capilla: Iglesia de los Santos los Negros, y se llama así porque alberga deidades adoradas por afrodescendientes venezolanos.
La Vega fue la localidad que tenía las condiciones como para que la tradición se arraigara más y, hasta hoy día, el San Juan es la expresión cultural que mejor representa a esta parroquia. Para Ochoa, “las características que tienen las fiestas de hoy es que tienen mucho de urbanidad, pero también tienen muchos elementos rurales, la forma de los cantos, las tonadas, los ritos, el paseo, un segundo y tercer capitán, tiene un custodio, ahora contamos con una capilla”.
Los cantos, el baile, los colores -blanco y rojo-, el paseo del santo, la celebración hasta el amanecer, todos los 24 de junio, convierten el rito de San Juan en una verdadera fiesta popular, en un acto devocional difícil de describir y en una expresión sociocultural única.
POR MERCEDES SANZ • @mercedes.jazz
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