De mitos y leyendas
05/07/24. Los humanos vieron un día que Dios no estaba tan lejos. Decididos a ser como él, emprendieron una cruzada para llegar al cielo y alcanzarlo. Construyeron un zigurat: una torre muy estrecha y alta. Dios, al ver semejante estupidez, envió a los ángeles Harut y Marut para convencerlos de quedarse quietos. Los ángeles bajaron a hablar con la gente, pero no hubo manera de hacerlos entrar en razón. Así que Dios procedió. De repente, nadie se entendía. Cuando trataban de comunicarse, todos hablaban en lenguas distintas. Y así fue como nacieron los idiomas, tras la fábula de la Torre de Babel (se dice que Babel significa "confusión"). También cuentan que esta historia ocurrió en Irán.
Hoy en día, existen en el planeta alrededor de 7097 idiomas distintos en el mundo, según la revista Ethnologue. La lengua con estatus de 'idioma oficial' en más países es el inglés (59), seguido del francés (29), el árabe (27), el español (20) y el portugués (10). De seguro, los obreros de Babel habrían logrado su cometido si hubieran tenido a mano un intérprete.
En Venezuela, los herederos de Babel se forman en la Escuela de Idiomas Modernos de la Universidad Central de Venezuela (UCV): una institución que arribó este año a sus 50 primaveras formando traductores, intérpretes e investigadores que han tendido puentes de comunicación con el mayor nivel profesional del país.
La escuela más numerosa
Nos acercamos a la UCV, y vemos una cola inmensa. Se trata de la jornada de carnetización. La gente de Humanidades trata de darse abasto y de atender todas las solicitudes. Los chamos están esperando desde muy temprano en la mañana. No es para menos este desbarajuste, pues la Escuela de Idiomas Modernos de la UCV es la más grande de toda la universidad, de acuerdo con el Sistema Oficial de Control de Estudios de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, COES, la EIM (como es conocida en la universidad), cuenta con 960 estudiantes activos. Esta cifra la convirtió en la escuela más grande de toda la UCV para el año 2024. Este logro sería una razón más para celebrar los 50 años de la escuela de no ser porque, paradójicamente, la EIM no tiene sede.
Durante la misa por los 50 de la EIM, el rector de la UCV, Víctor Rago, reflexionó:
“Acarrea la preocupación sobre cómo poder responder a esa simpatía tan creciente. Esta escuela, ya cincuentenaria, no tiene sede propia. En la universidad en este momento es difícil responder a esa expansión institucional. La ciudad universitaria responde a un diseño original que no admite incremento físico. Tenemos el problema de que esta escuela y otras están desprovistas de un espacio dónde funcionar adecuadamente. Junto al sentimiento de júbilo por los 50 años de la escuela, está la preocupación por responder a la necesidad de una sede”.
La Escuela de Idiomas Modernos fue creada en 1972, originalmente como un departamento de idiomas. Luego de trabajo duro, ascendió a la categoría de Escuela, y en todo este tiempo ha pasado por un largo periplo en el que ha desarrollado su esencia a pulso. Esta escuela no la ha tenido fácil. Su primera sede oficial se encontraba fuera del campus, en La Palmita, por los lados de San Bernardino. En el año 1997, varias circunstancias impulsaron a la comunidad eimista a exigir hacer vida en el campus. Sus deseos fueron concedidos, y allí empezó una nueva etapa: las clases se verían en el edificio Trasbordo, de Administración y Educación. La comunidad eimista se formaría como los gitanos errantes por diferentes edificios de la universidad. Sin embargo, esto no desmotivaría a su gente. Por el contrario, cada año egresan profesionales de las tres menciones de esta escuela: traducción, interpretación e investigación. Quienes incursionan en esta carrera, tienen la posibilidad de desarrollarse en dos idiomas por cinco años, y de pulir sus destrezas en alguna de las tres menciones. Es importante señalar que las dificultades no han afectado el desempeño ni calidad de sus estudiantes. Los mejores intérpretes del país son egresados de la escuela, y muchos profesionales eimistas se destacan en Venezuela y en todo el mundo gracias a la formación que recibieron en la EIM.
Recientemente, el Ministerio de Ciencia y Tecnología donó veinte computadoras para el laboratorio de idiomas. Se trata del espacio donde los muchachos hacen prácticas de pronunciación e interpretación.
En la Escuela de Idiomas Modernos se imparten los idiomas español, inglés, francés, portugués, alemán e italiano. Los idiomas ruso y griego se dan como materias optativas.
El rigor en los saberes es lo que ha forjado profesionales de tan alto nivel. Los egresados de la EIM crearon el Colegio Nacional de Traductores e Intérpretes (Conalti). Se trata de una institución que busca proteger la labor de traductores e Intérpretes y propiciar espacios de encuentro y formación.
Hablan sus protagonistas
Conversamos con algunos de los constructores de esta gran Torre de Babel, quienes nos compartieron sus impresiones de estos 50 años de formación. Carlos Saavedra es el primer director de la escuela egresado de las filas de la EIM. Tuvo el honor de celebrarlos con toda la comunidad eimista en una sentida semana aniversaria llena de eventos y reencuentros.
Si pudiera definir la Escuela de Idiomas Modernos en una sola palabra, ¿cuál sería?"
Definitivamente resiliencia. Es lo que ha marcado nuestra identidad desde el momento de creación de la escuela. Un grupo de soñadores quisieron forjar una escuela: pasar de ser un departamento de idiomas a tener una identidad y una personalidad propia como una escuela de idiomas. Desde ese mismo momento empezamos a luchar contracorriente. Nacimos sin sede, crecimos sin sede, hemos vivido 50 años sin sede, pero hemos producido muchos talentos que nos han nutrido y que han dejado el nombre de la escuela muy en alto a lo largo de estos años. Aquí seguimos, luchando y soñando por esa sede, que cada tantas lunas se acerca la posiblidad pero después se aleja. Seguimos resiliente y testarudamente insistiendo en que la vamos a tener. Creo que el producto de la escuela es interesante. Tenemos un gran número de profesionales con un abanico muy amplio de posibilidades, y muchas áreas de labor profesional. Ellos merecen tener un punto de encuentro. Esos muchachos que se están formando merecen tener un lugar donde socializar y hacer vida.
Hasta ahora, la escuela funcionó así: estuvo en la Palmita veinte años, y en el campus otros treinta, pero no tenemos un espacio propio: un pasillo propio donde los muchachos se formaran, un sitio donde el estudiante se tirara a estudiar o compartir con los demás. Esa ha sido nuestra lucha, pero la marca "resiliente" nos va a llevar a cumplir nuestro sueño".
El profesor Miguel Ángel Nieves imparte la cátedra de Lengua Española desde hace diecisiete años. Pertenece a la Unidad de Extensión de la EIM, un grupo que organiza talleres y eventos especiales para darle vida a la comunidad eimista.
"En este 50 aniversario me he sentido mucho más cercano a la escuela. Me he identificado más con su historia, porque he hurgado un poco en su evolución, desde la Palmita hasta aquí, por los testimonios y anécdotas de profesores y profesoras que vivieron ese período. Con respecto a los estudiantes que he recibido, es muy temprano decirlo, pero por los momentos la percepción que tengo es la de un grupo de estudiantes muy entusiastas, muy participativos, despiertos. Quizás siempre queda ahí el sabor de los años pandémicos. Cuando uno vuelve a la universidad, tan hermosa como está hoy en día, la sensación es de un renacer. Una universidad que empieza a ser lo que siempre ha sido y eso se transmite al estudiantado".
"Muchos tienen buen nivel cultural con respecto a las lecturas 9que han hecho. Creo que las deficiencias son las naturales que traen los estudiantes de bachillerato. En el caso de los más avanzados, lagunas que hay que llenar. Pero en términos generales, me siento bastante contento con los estudiantes que he recibido. Es un buen grupo. Con respecto a la escuela, en términos generales está en un momento de repunte, renacimiento y miras al futuro con buen pie".
Quisimos conocer el testimonio de sus estudiantes. Conversamos con Ana Bernard y Alejandra Ardila, estudiantes de segundo año de alemán.
Ana Bernard: "Mi experiencia en general ha sido muy buena. Dos cosas positivas, la gente ha sido muy amable, tanto los representantes de la escuela como los profesores y estudiantes. Y cosas negativas, diría lo principal son las instalaciones, los estudiantes, no tenemos aún instalaciones para ver clases como tal, y un poco la organización de la escuela en general, pero por lo demás todo ha estado muy bien. Lo mejor de la escuela ha sido la constancia, el esfuerzo y el abrirte al mundo, porque al principio llegué con mucha pena, pero en la escuela en general, las personas te obligan a soltarte y eso ha sido muy bonito".
Alejandra Ardila: "Desde pequeña siempre me gustó estudiar inglés. Luego empecé a explorar con diferentes idiomas, el francés, lenguas asiáticas y poco a poco me di cuenta que era lo mío. En la parte positiva, los profesores, la mayoría que me han dado clase han sido bastante amables, comprensivos, las clases son divertidas, interactivas. también conocer la universidad, a pesar de que, bueno, un aspecto malo es que siempre nos tienen yendo de un lado para otro, en diferentes facultades, porque no tenemos una sede propia, pero también nos ha dado la oportunidad de explorar la universidad".
Sin sede, pero siempre presente
La Escuela de Idiomas Modernos de la UCV es un ejemplo de resiliencia y voluntad. Pese a todas las adversidades, ha podido formar profesionales de alto nivel que se destacan en Venezuela y el mundo. Desde aquí, nos unimos al clamor para que finalmente puedan tener una sede propia: su propia Torre de Babel que los eleve al cielo y más allá.
¡Felices cincuenta años, EIM! Happy Birthday! Alles gute zum Geburtstag! Tante auguri! Joyeux Anniversaire! Feliz aniversário! Фелис Камплеаньос! Χαρούμενα γενέθλια!