Por: María Eugenia Acero Colomine @mariacolomine
Hace poco, un buen amigo me pidió que lo ayudara a buscar un recorte de prensa. “No lo encuentro en internet”, ripostó. Resolví pasearme por la Hemeroteca Nacional, a ver si daba con la encomienda. Me topé con un hallazgo digno de una escena de Indiana Jones: joyas por todos lados.
En la Parroquia Altagracia, al final de la Avenida Panteón, se oculta un tesoro aguardando por ser visitado. La Hemeroteca Nacional de Venezuela “Leoncio Martínez” tiene 35 años dando la batalla por preservar intactas las huellas del acontecer cotidiano en las páginas de la prensa y revistas de nuestro país. Esta institución resguarda y protege el material impreso nacional y extranjero de las publicaciones periódicas que han salido a la luz a lo largo de nuestros días. De acuerdo con el MinCI, la Hemeroteca Nacional “sigue siendo uno de los servicios con mayor demanda por parte de los usuarios: estudiantes, investigadores, cronistas y hasta curiosos”.
Al llegar al Foro Libertador, en el nivel AP1 del Edificio de Servicios del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, el tiempo se detiene y el lugar nos invita a investigar. Esta institución, con un aforo de hasta 400 usuarios, nos recibe con una exposición conmemorativa de Francisco de Miranda: diversos periódicos de diferentes épocas retratan el perfil del Generalísimo en sus primeras planas. El periódico más antiguo de la muestra, el diario El Pregonero, data de 1896.
BASTIÓN DE LA RESISTENCIA
Nos reciben varios funcionarios muy amables para conocer mejor el lugar. Alberto Acuña es técnico de documentación e información
SERVICIOS PARA LA COMUNIDAD
En la Hemeroteca Nacional es posible consultar periódicos, revistas y publicaciones comunitarias. Algunas de las publicaciones más antiguas datan del siglo XIX y están disponibles para todos. Se recomienda llevar guantes y tapabocas para poder cuidar las publicaciones y no desarrollar alergias.
En la Sala de Prensa Comunitaria y Alternativa Ciro Quintero Rodríguez, se encuentran periódicos locales de Petare, Altagracia y otras parroquias. Entre las publicaciones, están El comunitario, el Petarazo, El vocero de Altagracia y Capurro,com entre otros. También hay cubículos para investigadores internos de la Biblioteca Nacional, que deseen buscar material para sus exposiciones.
En la Sala de Microfilm, es posible consultar publicaciones antiguas que puedan estar en condiciones vulnerables. Se trata de archivos digitalizados que se pueden visitar en pantalla, sin correr riesgo de deteriorarse por el manejo constante.
También se encuentra la Sala de Archivo Vertical. Este espacio es especial para estudiantes de primaria y bachillerato. El equipo de la hemeroteca ha armado carpetas especiales con recortes de prensa sobre diversas temáticas específicas de historia y actualidad que puedan ser de interés para los estudiantes: el aborto, el medio ambiente, el cáncer, el agua, las drogas, Simón Bolívar, los casos más sonados, la violencia de género y otros. El equipo de la hemeroteca mantiene actualizado este archivo vertical que renueva constantemente. Con este recurso, no hace falta movilizar un periódico completo, sino que se facilita la investigación.
Conversamos con el profesor Jorge Suárez, docente de historia quien se encontraba trabajando en la sala. “Estoy investigando desde hace tiempo sobre el Estado Bolívar: más específicamente sobre la Orinoco Mining Company. Soy profesor de historia jubilado y tengo una página: es un grupo de amigo conformado por abogados, historiadores, geógrafos. Estamos investigando a partir de las primeras exploraciones que hicieron los norteamericanos en Guayana, en el estado Bolívar; principalmente en Ciudad Piar, y el Pao y ´Puerto Ordaz. Investigamos sobre la explotación del hierro”.
“Encontramos material del año 1926 que empiezan las exploraciones en El Pao, en el cerro Forero. También he conseguido información sobre las primeras concesiones de explotación de petróleo que dio el presidente Guzmán Blanco”.
ALERTA
A pesar de su gran importancia, sin embargo, se advierten algunas observaciones en aras de mejorar su servicio. En el servicio de Microfilm, de 26 cubículos solo operan seis. Además, las máquinas para digitalizar los periódicos están deterioradas. La falta de aire acondicionado constituye una amenaza para el mantenimiento de los periódicos y las cintas de microfilm que han comenzado a avinagrarse con el calor. Por otra parte, algunos medios nacionales y comunitarios han dejado de enviarles copias de sus publicaciones, desactualizando el registro. “Díganles que por favor nos manden sus copias”, no solicitaron sus funcionarios.
Un clamor común de la comunidad de la Hemeroteca Nacional es para que los estudiantes vuelvan a sus instalaciones. Belkis Azuaje reflexionó: “Me gustaría que retomaran las actividades aquí en la hemeroteca nacional. Que los profesores manden a sus alumnos a la hemeroteca. Aquí hay mucho conocimiento para todos. Queremos que todo sea como antes: que asistan e investiguen. Hace diez años aquí no cabía un alma. Tenemos mucha información desperdiciada. Ahora los chamos solo quieren internet. Estamos presente siempre y trabajamos todos los días para ustedes”.
HISTORIA VIVA
Aún así, la Hemeroteca Nacional de Venezuela no ha dejado de operar y ofrecer un servicio óptimo. De lunes a viernes, de 8:00 AM a 1:30 PM reciben a todo el mundo con la mejor disposición y guiando a los usuarios en sus investigaciones. De hecho, esta institución abrió sus puertas durante la pandemia a pesar de los riesgos.
“Que la gente venga, que busque, que
Invitamos a la comunidad a que se acerque a conocer de cerca las huellas de nuestro pasado de primera mano. No toda la verdad se encuentra en Google. Es importante leer el periódico de ayer.