07/07/24. Estamos llegando al final del recorrido por el cuerpo de un corredor o trotador en el que hemos pasado revista a las prendas y accesorios para esta actividad. El final podría haber sido, perfectamente, el principio porque todo el acto de correr comienza con los pies y para ellos son los zapatos.
Repito mi letanía: lo que comenzó como zapatos de goma (o simplificadamente gomas) también llamados tenis o guachicones, ha pasado a ser un laberinto de superespecialidades de alta tecnología y también muy altos precios, gracias a una floreciente industria mundial que ha sabido aprovechar el furor por el running.
Hoy en día, si quieres comprar zapatos para correr puedes verte, de pronto, enzarzado en lo que parece ser un diplomado sobre la materia. Te sorprenderás considerando aspectos como tu tipo de pisada (pronadora, supinadora o neutra), ancho de la plantilla, materiales de amortiguación, especialidad practicada (carrera en asfalto, trail) modalidad (entrenamiento o competencia) y otro montón de variables.
Otro asunto difícil de descifrar es si el zapato que vas a adquirir es original, triple A o una copia barata de esas que se descuadernan a los dos kilómetros de uso. Sospecho que hay que ser un experto para diferenciarlos, sobre todo porque el país sede de la marca ya no es una guía. A fin de cuentas, las marcas famosas hace tiempo que producen sus geniales calzados en naciones del sur global, donde funcionan maquilas, en muchos casos con mano de obra semiesclavizada, incluso de niños y niñas [aunque ese no es el tema aquí, hay que decirlo]. Por ejemplo, la marca japonesa Asics, mi favorita hace años, sale de fábricas vietnamitas, indonesias y chinas.
Aunque con la confesión anterior (sobre los Asics) mi consejo pueda parecer hipócrita, te recomiendo experimentar hasta dar con el zapato que te venga bien, sin hacerte tanto rollo con las marcas o modelos que usan los atletas de élite ni creer que el producto más caro es, necesariamente, el mejor para ti.
Pasos y zancadas.
Luis Rodríguez rumbo a París. El medallista de plata en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 Luis Rodríguez, clasificó también a París 2024. El corredor de 31 años compite en 400 metros de la categoría T-20 (discapacidad intelectual), reservada para los atletas con dificultades para retener información y aplicar tácticas y planes de carrera, especialmente en los lugares de competición. Con Rodríguez, la delegación paralímpica venezolana se elevó a 23 competidores en diversas disciplinas y categorías.
[Próxima entrega: accesorios para correr: Más sobre zapatos (y XXI)]
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ • @clodoher
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jademusaranha