24/07/24. No, comadre. Yo no soy política, no. Eso de meterme en esos berenjenales no es lo mío. Porque todos esos políticos son igualiticos. Todos están cortados con la misma tijera: unos corruptos y unos bandidos todos. No les creo a ninguno.
Fíjate, esos bichos son tan sinvergüenzas, que este mes la bolsa del Clap no me trajo mi Nutrichicha. Tuve que ir a comprarla a Catia donde los bachaqueros. Sí, mija. Allá mismo es adonde vendo la harina y el arroz del Clap, cuando quiero ganarme un dinerito. Incluso los buhoneros allá me compran el dólar a 40 Bs. Eso me recuerda mis tiempos de raspar cupo, ¿te acuerdas? Me fui con Chacón para Ecuador. ¡Tan divino! Pero no pudimos ver nada, porque el negocio era vender mi cupo y devolverme a Maiquetía. Con esos reales fue que me compré el apartamento. Como estoy metida con la jefa de calle, el mes pasado me dieron cuatro bolsas más, y aproveché de revenderlas. Tú sabes cómo es la cosa: una tiene que rebuscarse. Igual con los bonos: estoy recibiendo el bono de madres del barrio, el de cultora y como funcionaria pública. ¡Ay, pero eso no alcanza! 150$ es muy poquito, mija.
NI LO UNO, NI LO OTRO
Yo no opino nada en esas reuniones. Me parece una gente muy oportunista. Pero yo aprovecho de venderles pasapalitos y papelón. Igual cuando la oposición pasa por la casa: les vendí unas pulseritas y zarcillos con la bandera de siete estrellas. ¡Esa gente sí es decente! Son todos rubios, de cabello liso: tan bien vestidos, tan elegantes. Yo de política no sé nada. De lo que sé es de moda. Maduro no me gusta, porque es así como que ordinario. La esposa parece una vieja. En cambio, María Corina es tan estilizada... Edmundo se ve que es un tipo bien formado. Yo me imagino que si gana la oposición el bono nos lo irán a dar en dólares, y las bolsas de Clap traerán jamón serrano, ¿verdad?
Yo le digo a mi familia que la mejor solución está afuera. Mi primo Juan pasó tres meses en el Darien. Agarró una bacteria en el estómago y perdió 15 kg. Pero lo logró, chica: trabaja de carnicero en Texas, y está aprendiendo inglés. Lo único malo es que no puede salir de noche, porque lo pesca migración. Vive arrimado en una habitación con cinco dominicanos. Pero eso no importa, chica. Ese muchacho se está abriendo camino decentemente. No como aquí, que no ganaba nada como ingeniero.
La otra vez vinieron al edificio a ofrecernos dinero por nuestro voto. Yo lo acepté porque necesito la plata. Espero que eso no afecte mi trabajo. Tú sabes que tengo ya diez años de secretaria en el ministerio. Me toca ponerme franela roja para las marchas, pero me dan tremendo pernil en Navidad, y a mis muchachos no les faltan sus juguetes. Incluso el seguro de mi trabajo me ayudó con la hospitalización de mi marido.
Pero yo sé que todo eso es populismo. ¿Me vas a decir que esa gente está haciendo algo? Que mi hija estudie en la Universidad Bolivariana gratis no tiene nada que ver. Ese es el deber de ellos. Por eso no tengo que apoyarlos. Por eso este 28 yo me voy con mis muchachos a la playa. Que se maten esos políticos, yo lo que soy es ciudadana: gente decente. Por cierto, ¿cómo sigue Laura?
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ