07/08/24. El artista plástico, investigador cultural, crítico, comisario, poeta y periodista Oscar Sotillo inauguró recientemente en el Centro de Arte La Estancia la muestra Apuntes de camino. Se trata de la exposición de quince piezas además de sus materiales de anotaciones. En este trabajo, Sotillo hace uso de materiales de reutilización, como telas viejas y cartones, para recrear un espacio de estudio de objetos y palabras cercanas. A través del juego de la cotidianidad, Sotillo se enfrenta a sí mismo, ilustra frutas, flores, vegetales, cafeteras y teteras, pinta palabras, rinde tributo a sus maestros y reflexiona sobre su propia existencia. Tiene incluso una especie de cortina con 175 flores marchitas de tela, de todos colores. "Lo marchito dura más que lo fresco", reflexiona. Hay un tributo a José Gregorio Hernández, que se reproduce varias veces, un mural de marcos vacíos y una gran pared con palabras tan disímiles como "Panga panga", "mierda" y "Kafka" entre otras. "Esas palabras no significan nada. Aunque tienen una carga simbólica", agrega.
Nos encontramos ante un trabajo de mucha rigurosidad, detrás de un aparente juego inocente con objetos y colores. Los pedazos de tela y cartón, así como todo el material de esta muestra, fueron recolectados por muchos años. Incluso hay obras hechas con la ropa del artista. La exposición Apuntes del camino, constituye así una bitácora de la vida personal de Oscar Sotillo, quien recorre más de treinta años de andanzas.
Además de las artes plásticas y el periodismo, Sotillo ha desarrollado una prolífica carrera como poeta. Es autor de los poemarios Por decir algo, Ojos de ceiba, Anotaciones del tiempo (crónicas), El breve universo, Poemas del vestido verde (inédito), Medio de ciudades encendidas, Amores y desamores, magias, desencantos, materia y espíritu, papel, pintura, carbón y poesía". Compartimos parte de su poesía:
Talismán
Recurro a este poema
Como a una pócima mágica
Que hará del tiempo un humo
Y de nuestros cuerpos
Un atado de sudores maravillosos
En torno a la exposición Apuntes de camino, Sotillo reflexiona:
"Hay en esta confesión una suerte de resumen necesario,
un volver la mirada sobre más de treinta años de curiosidades
que se van acumulando en las manos y en el corazón.
Queda la sensación del tiempo atrapado en los objetos,
de las ideas que se han encarnado en un trozo de tela
o en un trazo atolondrado de lápiz y tinta". Oscar Sotillo
Oscar Sotillo nos asegura: "Yo no paro de trabajar. En estos treinta años, dibujo o escribo algo. No me detengo. El trabajo del artista es muy comprometido y requiere de mucha disciplina. Yo no boto nada. Esos cuadernos que ves ahí, tienen décadas acompañándome".
Este afán por la labor, lo llevaron en el pasado a transitar por diversas experiencias ligadas a la cultura. Desde la conducción de la extinta Editorial La Mancha, en la que numerosos poetas expusieron sus trabajos. También, fue artífice del Festival de la Poesía Realenga, donde numerosos colectivos poéticos le dieron vida y alegría a la ciudad de maneras no convencionales. Sotillo también asumió la dirección de Iartes y estuvo en el Viceministerio de Identidad y Diversidad Cultural del Ministerio de Cultura.
Aprovechamos de conversar con el artista, para conocer mejor su propuesta, que estará abierta al público hasta septiembre de 2024.
Sotillo y sus apuntes
¿Qué apuntaste en el camino?
Apunté muchas cosas, buenas y malas, tristes y alegres, amorosas y a veces de desengaño.
Pero aquí están, apunté experiencias, apunté el gusto de hacer las cosas, apunté...
Y reafirmé mi necesidad natural de hacer arte, de escribir poesía, de hacer flores de tela, de pintar papeles, de pintar maderas encontradas. Lo reafirmé. Y en ese camino largo, al llegar a este punto del camino, a pesar de los desengaños, es puro afecto y puro amor. Y lo voy a seguir haciendo hasta el último día.
Confieso que no me canso nunca de anotar y llenar gavetas y cajas de objetos insignificantes. Confieso mi regocijo en descubrir esa arista del universo que advierto inconclusa. Las anotaciones del camino habitan este espacio, es cuestión de escucharlas.
Cuéntanos de tu proceso creativo en la elaboración de esta muestra. ¿Cuántas piezas en total hay en esta exposición?
Aquí hay quince piezas. Yo le digo momentos, quince momentos, porque algunos tienen una pieza, como alguna de las telas, o algunas tienen 175, como la pared de las flores marchita. Es un proceso creativo cotidiano, permanente. Yo trabajo todos los días. Aún cuando he tenido cargos y cuando he tenido responsabilidades fuera de la casa y fuera del taller, trabajo todos los días. Todos los días tengo una gran disciplina en ese sentido y un hábito. Aunque el arte es libre, es libre de trabajarlo. Es libre pero hay que trabajar. Me parece una frase divina esa que dice, si las musas vienen, me van a conseguir trabajando. Las musas no te van a conseguir durmiendo ni paralizado.
Entonces, este es un proceso acumulativo de trabajo diario. Puedes ver las bitácoras, los cuadernos, anotación del taller, ahí está. Mucha reflexión gráfica hay allí en esos cuadernos, en esos bocetos. La mayoría de estas obras, como tú ves, son series, son piezas que se van acumulando. Los trapitos del sol, uno a uno, cortar, seleccionar, guardar, doblar, volver a ver. Trazar, manchar, manchar, manchar. Se lleva meses hacerlo. Es una obra muy tosca, muy primaria en términos gráficos.
Claro, pero en el conjunto hay una rigurosidad, ¿no?
Hay una rigurosidad y una disciplina, sobre todo, que yo he descubierto en mí a lo largo de los años y no soy famoso por ser disciplinado ni por ser metódico. Pero en el fondo sí. Pero no es una... Es una disciplina y un rigor muy particular del arte que tú desarrollas como artista con los años, pero no es el común corriente lo que la gente llama orden que a veces parece una cosa rígida, no, todo lo contrario, yo tengo un método de trabajo. Sí, claro que sí, todos los artistas que se dedican a hacer su trabajo y que acumulan, que ponen, que muestran, que hacen obras, tienen un método sea cual sea. Algunos son más clásicos, otros no, pero todos producen y eso es un método. Aquí está eso, cómo me senté a hacer 175 flores de tela y aquí está la obra de 175 y ahorita tengo porque si meto una de 100 o sea que hice en estos meses 270 flores de tela una a una, recortar pétalo a pétalo, ahí no hay costura, hay puro nudo en esa pieza; entonces se desarrolló un método, creé un esquema, una producción, una manera de hacerlo, hay una silla, hay un café, hay una mesa y una tijera en una cuchilla, hay un rebuscar esas telas, una bolsa con las telas, una caja con las que están cortadas y vas organizando una manera de hacerlo, de convertir esa idea en un objeto físico o en una multiplicidad de objetos que es lo que sucede acá. Igual pasa con muchas de estas obras.
Háblanos de tu poesía en esta muestra.
De la poesía, la poesía digamos escrita, ¿no? Porque yo creo que hay mucho de poesía en estas imágenes. Ahí, si bien identificamos la poesía cerca de la palabra, de la palabra escrita, que hay muchas palabras escritas, inclusive, bueno, los títulos obviamente de las piezas, lo son. Yo trato de que mi poesía, la que es escrita, no sea ni edulcorada, ni maquillada, ni nada; que sea muy cruda, muy conversacional, muy básica, como también creo que es mi pintura. Entonces, en el coqueteo con el texto, usé en los trapitos al sol algunas palabras que fueron parte de mi biografía. Desde nombres de frutas, hasta groserías, sobrenombres, hasta... conceptos despectivos que van desde la palabra mierda, pasando por la palabra cambur, pasando por la palabra panga panga que usaban en mi casa para decir a alguien que era tonto. "Este sí es panga panga", es como un bobo. Bueno, ahí están esas palabras.
Hay una nostalgia. Sí, hay una cosa, claro, en esa poesía va a la nostalgia de ciertas palabras que se usaron en mi vida, obviamente mi casa materna, ¿no? Donde uno viene y donde uno acumula y construye esas primeras referencias lingüísticas, gráficas, ¿no? Y son tan sencillas las palabras como son los objetos que hay aquí. La taza, la cafetera, la tetera, la flor marchita es tan básica como Ítaca, Kafka. Por ejemplo, para mí, la palabra Kafka, obviamente tú sabrás todo el significado que tiene. La palabra Ítaca, por el poema de Cavafis, es que de alguna manera está citado en el texto de confesión que yo hago y es parte de la idea que hay aquí. Si vas a emprender el viaje a Ítaca, procura que tu camino sea largo. Y eso es lo que ha pasado y eso me lo trajo en estos años ahora el Constactino Cavafis, el poeta griego al cual pudiera dedicarle esta exposición porque esa frase del poema me hizo poner el título de la exposición, claro el camino, claro si vas a ir hasta que el camino sea largo por aquí está el camino largo, son treinta años de trabajo que llegan aquí.
¿Qué mensaje quieres darle a la comunidad de Épale Ccs que te va a leer?
Primero que vengan a visitar la muestra, ¿no? Que disfruten el arte, que se den el placer, que ejerzan el derecho a la belleza, que ejerzan el derecho a entrar a una galería, sea esta o cualquiera, y disfrutar el arte, dejarse tocar por el arte, dejarse afectar por el arte. Para eso es.
Se hace camino al andar
La exposición Apuntes de camino, del artista Oscar Sotillo nos devuelve al valor de las pequeñas cosas en la inmensidad del trazado de nuestra vida. Aún siendo una obra íntima y personal, tiene la particularidad de sentirnos identificados y recoger nuestros pasos hacia nuestros propios pasos.
Como siempre, el arte salva, sana y nos lleva a la casa de nuestro corazón. La invitación a esta comunión íntima en el Centro de Arte La Estancia, en una exposición conmovedora y gratuita para todos hasta el 27 de septiembre. Le auguramos caminos abiertos al artista Oscar Sotillo.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
FOTOGRAFÍAS ALEXIS DENIZ • @denizfotografia