29/08/24. Según la información que ha publicado el Fiscal General de la República, de las personas implicadas en hechos violentos en el contexto de las elecciones sólo algunas son mujeres. Un porcentaje ínfimo. Sin embargo, las víctimas de los crímenes mas atroces son dos mujeres. Dos señoras de sus comunidades, dedicadas a actividades sociales y políticas. Se trata de Mayauri y de Cirila.
...entre los políticos, son las mujeres las que suelen recibir más amenazas. En especial, de ser asesinadas o violadas... no se les reconocen sus méritos, sino que se insinúa que si tienen o mantienen un espacio es por alguna relación con un hombre y no por ellas.
Lo que ellas sufrieron es un tipo de delito al que últimamente se le ha prestado más atención: son femicidios políticos. Actos cometidos sobre la base del desprecio que les genera que sean mujeres y su actividad política. Un asunto que la agenda de los derechos humanos pretende erradicar.
Dice Naciones Unidas que “la violencia contra las mujeres en política constituye una de las principales barreras para el acceso y permanencia de las mujeres en espacios de liderazgo, representación y decisión política”. Al tiempo que se sabe que, entre los políticos, son las mujeres las que suelen recibir más amenazas. En especial, de ser asesinadas o violadas. Igualmente, que en infinidad de casos no se les reconocen sus méritos, sino que se insinúa que si tienen o mantienen un espacio es por alguna relación con un hombre y no por ellas.
En general, se considera que estas son situaciones injustas por su naturaleza discriminatoria y porque relentece el proceso de construcción de un mundo de iguales, al disminuir las voces y los ejemplos femeninos en los espacios de poder, mientras se reproducen los estereotipos que son esa vocecita que nos indica que hace que sigamos asociando el poder y el saber con los hombres.
¿Qué hacer con esto? La violencia limita más allá de los sistemas de cuotas paritarias. Por cierto, cuentan las mujeres que se asocian a partidos se les sabotea desde adentro, les asignan las responsabilidades domésticas y suele sugerirse que es necesario potenciar a los hombres, que no tienen esos problemas, ni son madres.
Como en cualquier otro delito, Mayauri y Cirila merecen justicia, que las averiguaciones lleguen al final y se haga un juicio que determine un culpable, pero también requieren reparación y garantías de no repetición. Que en su nombre se hagan programas que protejan mejor a las mujeres.
En algunos países, como en México, la Suprema Corte de la Nación determinó que la violencia política de género podría incluso ser una causal de impugnación de unas elecciones porque competir contra alguien que no sufrió este proceso no resulta una competencia justa sino a la que la mujer fue con un lastre en la pierna. Más allá de las contingencias y las urgencias sigue siendo evidente que seguimos teniendo una gran agenda que abordar para el mundo de iguales que nos hemos prometido.
POR ANA CRISTINA BRACHO • @anicrisbracho
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta