26/09/24. Bajo el lema "Leer para ser felices", se inauguró este 21 de septiembre la XVI Feria del Libro de Caracas en los espacios de la Galería de Arte Nacional y la recién inaugurada plaza de la Juventud en la avenida México.
...eventos como la Feria del Libro de Caracas son un refugio para empaparnos de sabiduría y conciencia.
La Alcaldía botó la casa por la ventana, y en esta ocasión la GAN se ha convertido en un refugio multicolor de alegría: vemos músicos, niños pintando, acróbatas aéreas encaramadas en telas de varios metros, fanáticos del Steam Punk con sus trajes retro-futuristas y gente contenta por todos lados.
Todo este ambiente de encuentro parece más bien una fiesta de fin de año. El primer día de la feria, me aventuré a hacer la mega cola para meterme en la exposición especial de Mafalda. No tuve que esperar mucho, pues a esta exhibición interactiva entran grupos de veinte en veinte a una muestra muy nostálgica sobre la vida y vericuetos de la niña consentida de los cómics latinoamericanos de todos los tiempos. Esta exposición es de gran envergadura, y lo más impresionante, es que los cuarenta minutos que dura toda la muestra son gratis. En la expo de Mafalda, hice mi primera tira cómica, dibujé un invento y me reencontré con mi infancia, cuando me divertía leyendo los diez libritos memorables de la tira cómica más famosa de Quino.
Salgo de Mafalda, y en la tienda de souvenirs, consigo imanes para la nevera hechos por Malú Rengifo súper baratos. Luego, cuando me llego a las exposiciones de libros, empiezan a multiplicarse los abrazos: amigos de 10, 15, 20 años atrás, ex compañeros de la universidad, trabajos, farra. Todo el mundo se para a conversar sobre la vida, el universo y todo lo demás. Me consigo a Morella Jurado, quien me invita al bautizo del libro Décimas de Juan Echeverría. Morella le pintó una portada preciosa. Resulta que el bautizo es más un concierto que una presentación, amenizado por Leonel Ruíz y otros músicos. Más abrazos y apurruños llueven.
Una fiesta
Te llegas al Bicicafé de Germary Montilla, y coincides con los sospechosos habituales: Neguel Machado y la patota del Fecap, está instalada recitando poemas, cantando y riendo. Luis Piña, Papote, Gardenia, William, Lenín, y todos los demás están instalados conjugando la poesía en presente continuo mientras se comen unos tequeños y se toman unas cervecitas.
Mi amiga Ariyuri Vilera es una asidua a esta feria, y asegura que es su favorita. "Prefiero la Feria del Libro de Caracas que la FILVEN, porque es la más bonita", asegura. Ariyuri es docente de literatura, y una apasionada de la lectura y la cultura.
"Mira, a mí me encanta la de Caracas, es mi feria favorita. Yo recuerdo que en la quinta feria yo pasaba todo el día en la Feria del Libro, desde que llegué. Las ferias son eso, lugares de encuentro y además hay tantas actividades que yo puedo llegar a lo que inaugura la feria e irme en el último momento porque no solamente hay libros sino todas las actividades que hay para ir, para hacer en una fecha del mundo; no es nada más ir a comprar libros, es todo el encuentro, son todas las actividades, todo, el compartir que hay alrededor de una feria".
En un conversatorio especial sobre Chávez y su labor en la promoción de lectura, nos sentamos a escuchar con atención a Raúl Cazal y a Luis Alberto Crespo. Resulta que nos regalan 45 minutos de clase magistral sobre la descolonización y sobre la necesidad imperante de ser patriotas: "Quien no defiende a Venezuela, no es nada", sentencia Crespo.
Luis Alberto Crespo, es el presidente de la Biblioteca Ayacucho. También es poeta, periodista, editor y pintor, ganador del Premio Nacional de Literatura 2010 - 2012. Crespo nos comparte su sentir.
Pero la FILCCS no tiene sólo presentaciones y conversatorios. "En las mañanas imparten talleres gratuitos. Por ejemplo, en el taller de Literatura para sanar aprendimos a conectarnos con diversos autores de poesía y narrativa para trabajar nuestros procesos emocionales internos, a partir de las obras de Machado, Neruda y muchos más.
La Feria de las Maravillas
En toda esta semana no han parado los fenómenos alegres. Nos topamos un día al actor Fernando Carrillo repartiendo besitos como reina de carnaval. La tarima de la plaza nos muestra a unas señoras entusiastas dando clase de bailoterapia ante una multitud enardecida. La feria de comida especial dispuesta para la FILCCS, está llena de comensales comiendo perro caliente, galleticas, cafecito y demás: recomiendo con los ojos cerrados las galletas tipo Newton de guayaba. Por otro lado, los padres y representantes aprovechan de hacer las compras para el regreso a clase de sus muchachos en la feria escolar de la plaza.
La plaza de la Juventud todas las noches está hasta los teque teques de chamos montando mono patín, jugando ping pong y pelota. La cola para meterse en el planetario está a reventar, pero los niños y sus familias salen felices.
Sin lugar a dudas, la actual Feria del Libro de Caracas ha sido un encuentro con la felicidad: cada evento, conversatorio y bautizo de libros ha servido para inspirarnos a zambullirnos en la maravilla de la palabra.
A todas estas, hasta el momento sólo me he comprado un libro de Walt Whitman por un dólar. Mi amiga Sonia se compró la biografía de Neruda en 50 Bs., y mi novio aún no se decide si las obras completas del Chino Valera Mora o la Antología del Desorden de Efraín Valenzuela.
El libro da vida
Todo esto nos hace reflexionar, que en la Feria del Libro de Caracas los libros no son únicamente la razón principal para celebrar: son la plataforma y la excusa para vernos, abrazarnos y fortalecer nuestros lazos. Cada evento especial de esta feria nos invita a profundizar en el conocimiento y en nuestro amor por la Patria con una mirada comprometida a defender lo nuestro.
Mientras los centros comerciales nos incitan a sumergirnos en la vorágine del consumo, eventos como la Feria del Libro de Caracas son un refugio para empaparnos de sabiduría y conciencia. Si no te has llegado, tienes chance hasta el domingo. No te pierdas el país de las maravillas que la Alcaldía ha creado con la Feria del Libro de Caracas.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
FOTOGRAFÍA DENNYS GONZÁLEZ • @dennysjosegonzalez / FAUSTO TORREALBA (AVN) / CORTESÍA