04/10/24. A veces escribir sobre lo obvio, sobre lo que se ha hecho natural puede que a muchos no le sea importante, puede que otros ni siquiera lo vean… He hablado en masculino, he advertido la dificultad. Me detengo, empiezo a rastrear las no tan pequeñas formas del olvido, la degeneración.
...una película que toca la fibra de esa herencia que, afortunadamente, desde hace años ha empezado no sólo a cuestionar, sino a derrumbar, porque la hierba mala se arranca y se evita que vuelva a crecer.
Intento pensar en los orígenes, me llevo toda la carga, respetando las diferencias, las diversas advocaciones de fe, y me voy al momento mismo en que alguien, algunos dicen que Dios, pero yo no lo creo, dijo que la mujer fue hecha de una costilla del hombre, entonces era todo de barro, materia primordial y me detengo.
La instauración del dominio machista patriarcal falocéntrico, determina una manera de estar en el mundo, una manera de ser que no puede ser sino violenta al excluir cualquier otra forma de comprender-nos en la relación con el mundo.
He dicho violenta, lamentable forma de expresión que alcanza tanto la agresión simbólico-verbal hasta llegar a la agresión física. El machismo constituye la negación de la mujer y cualquier manifestación que de ella provenga, por lo tanto no puede ser sino agresivo.
Hace poco menos de dos días, he visto una peli titulada: Romper el círculo, una que ya me habían recomendado, subrayemos, una que me había recomendado mi compañera. Casi no hubo escena que me llamara a la reflexión, no hacerlo es dejar de sentirse vivo.
Digamos entonces que la mencionada peli resonó en mí. ¿Por qué? Es difícil no hacer espóiler, pero lo intentaré, pues cada quien debe verla y dejarse sacudir, de lo contrario, dudo mucho que tengan algún sentido estas líneas.
Escribo desde la fe, en lo que creo es uno de los mensajes, quizás el mayor, de esta reciente producción de Justin Baldoni, quien también tiene un papel estelar en la cinta. Una adaptación de la novela It ends with us (Esto termina con nosotros, que sería mejor decir nosotras), que es realmente la traducción literal del título de la peli en inglés. Esta novela es del año 2016, seis años después aparecerá It starts with us (esto comienza con nosotros, traducido como Volver a empezar).
A esta altura quizás ya intuyan de qué trata la peli, pero he dicho, no es mi intención narrar ni la trama ni mucho menos emitir un juicio apresurado de quien sin duda, se ha visto afectado como debe ser por una película que toca la fibra de esa herencia que, afortunadamente, desde hace años ha empezado no sólo a cuestionar, sino a derrumbar, porque la hierba mala se arranca y se evita que vuelva a crecer.
Esta historia donde Lily Bloom (no puede haber mejor apellido para ella que no sea el de “floración”), Ryle Kincaid y Atlas se encuentran… es la historia de muchas familias alrededor del mundo, ojalá sepamos advertir las señales a tiempo. Y debo pensar que este tipo de producción literaria llevada el cine, algún efecto está teniendo, me lo dice ella que ha leído las caras de otras ellas que salieron de las salas de proyección… ojalá, insisto, ojalá que sea siempre para bien porque de eso se trata la vida: reconocer legados que hay que romper si de vivir se trata.
Agradezco, una vez más, este tipo de producción y esperamos con ansias la segunda parte.
POR BENJAMÍN MARTÍNEZ • @pasajero_2
FOTOGRAFÍA ARCHIVO