01/05/25. Los aplausos estremecían al elenco de la agrupación cubana, Teatro andante, cuando una muchacha del público y una de las actrices ovacionadas, rompieron el protocolo para fundirse en un abrazo profundo.
“Este va a ser nuestro año” decía la joven cubana a su hermana todos los primeros de enero, que contaron antes de verse...Finalmente, en abril de 2025, dos décadas después, estas muchachas pudieron darse el abrazo prometido.
Eran las hermanas Lara Alejandra Ante de la Torre y Adina Gabazutt, que delante de la bandera cubana que ondeaba al ritmo de la brisa caraqueña, se vieron por primera vez, en casi dos décadas.
La cuarta edición del Festival internacional de Teatro Progresista (FITP), trajo muchas historias a nuestro país. La noche del Jueves Santo, en la plaza de la Juventud, el público presenció una de estas: la obra teatral Faro dirigida por Juan González Fiffe. Además, otra donde la vida de Aidina y Lara entrelazó banderas.
¡Aquí la historia contada por ellas mismas!

Las cartas de la abuela Caridad
Aidina es modelo y cursa estudios en Comunicación Social y Turismo, desde pequeña escuchó historias sobre su padre, un artista cubano. Le contaron que, a principios de 2010, llegó a Guárico para cumplir con una responsabilidad en la Misión Cultura. Allí se enamoró de la mamá de la joven venezolana.
Sin embargo, su progenitor tuvo que regresar a Cuba tras culminar su periodo de trabajo en nuestras fronteras. Tiempo después, él se enteraría de que, producto del vínculo, nació su hija.
“La conexión entre mi padre y yo, siempre fue a través de la abuela Caridad”, cuenta Aidina. Las misivas de la abuela paterna, también le permitieron a ella acortar las millas de distancia con su hermana mayor, Lara, quien apenas tenía dos años cuando su padre viajó por primera vez a Venezuela.
“La llamada”
A los once años, Aidina recibió la noticia que cambiaría su vida: su papá vendría a verla. “Fue un momento como ‘guau’, porque nunca lo había visto”, recuerda. Aunque la reunión fue efímera, tras el primer abrazo con su padre creció en ella la necesidad de saber más sobre su segunda patria y de acercarse más a su hermana.
Lara tenía alrededor de trece años, cuando su padre viajó por segunda ocasión a Venezuela. “Recuerdo que le preguntaba a mi mamá todos los días si había hablado con mi papá porque estaba esperando que él fuera a donde mi hermana”, cuenta.
El momento culminante llegó cuando su padre llamó a la mamá de Lara por teléfono para que hablara con Aidina. “No pude hablar, empecé a llorar de emoción”, dice entre risas. Los años pasaron y la tecnología les permitió a las hermanas comunicarse a través de las redes sociales.
“Este año va a ser nuestro año”
Lara vino a Venezuela para participar en el FITP. “Este festival me ha dado la oportunidad no sólo de presentarme con mi trabajo y mi arte aquí, sino de conocer a Aidina”, comparte con una sonrisa.
A pesar de las dificultades, Lara y Aidina se propusieron encontrarse, porque necesitaban hablar, porque necesitaban la calidez de un abrazo, algo que las pantallas no podían darles. “Desde entonces viví con la esperanza de conocerla”, relata la menor de las hermanas.
“Este va a ser nuestro año” decía la joven cubana a su hermana todos los primeros de enero, que contaron antes de verse. Pero, las circunstancias complicaban todo para estas muchachas. Cada vez que intentaban encontrarse, algún obstáculo se imponía.
Sin embargo, esa frase que Lara le escribía a través de un chat a Aidina todos los años, la repitió en diciembre de 2024. “Si no se pudo en aquellos momentos, era porque este momento nos estaba esperando”, interviene Lara.
Finalmente, en abril de 2025, dos décadas después, estas muchachas pudieron darse el abrazo prometido. “Imagínate conocer a tu hermana cuando actúa en una obra, que es un retrato de las dificultades que vive el pueblo cubano”, cuenta Aidina a punto de desbordarse en lágrimas.
Estas jóvenes representan el valor, la perseverancia, la resistencia de dos naciones que a pesar de las dificultades y las distancias, mantienen sus corazones entrelazados.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍA NATHAN RAMÍREZ • @nathanfoto_art
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta