29/05/25.- Esta gente está loca. Bailando como focas en la avenida Libertador, creyendo que un simple papelito va a cambiar las cosas. Yo estoy aquí tranquilo, viendo las cosas desde mi balcón. Veo Netflix, y me mantengo muy ocupado viendo los numeritos de Monitor Dólar para saber cuál tarifa paralela voy a usar para vender mis dolaritos.
...de ahora en adelante, en cada comicio que se celebre, desde la junta de condominio, al consejo comunal y demás, te me paras bien temprano, te pones tus cholitas, y hazme el favor de salir a votar.
Esta gente es tan estúpida, que se la pasa incluso haciendo reuniones en el barrio hasta entrada la noche. Creen que esos quince pelagatos van a conseguir que el bote de agua se arregle, que iluminen el pasadizo del barrio y que monten una guardería para las mamás solteras.
Mientras esa cuerda de ingenuos se las tiran de hippies soñando con la paz mundial, yo sí estoy claro en la realidad de la vida. Por eso vivo al margen, haciendo mis negocios, como Pedro Navaja.
¿No existe la democracia?
Sobre la base de premisas similares (e incluso peores), es que había una agenda oculta que buscaba desmotivar a la gente para que no fuese a votar el pasado domingo 25 de mayo. El método es sencillo y clásico: sigue los mismos preceptos, cuando se instauraron en la época del nazismo alemán, durante la Segunda Guerra Mundial.
Si usted ve en la cola del supermercado a alguien vociferando a voz en cuello que no vale la pena votar, escríbalo que a esa persona le pagaron para desestimular al pueblo elector. Casos similares se han evidenciado en Caracas, en los vagones del metro e incluso en las unidades de transporte público. Mención aparte tienen los célebres podcasts, conducidos por una serie de mamarrachos con dos gotas de carisma que gritan en Miami que Venezuela es la dictadura de Mandinga Belcebú, y que el diablo viene bajando por Tazón junto a los cuatro jinetes del apocalipsis.
El derecho a decidir
No importa si eres opositor o la tendencia política que apoyes. Vale la pena que recuerdes qué pasó cuando la oposición abandonó sus escaños en la Asamblea Nacional hace algunos años: perdió su espacio para el debate de las ideas.
Puede que no estés contento con este gobierno o con irregularidades que tal vez no te parezcan las decisiones más acertadas. Precisamente, para eso es que no debes quedarte de brazos cruzados. Fíjate, Cojedes tiene gobernador opositor, y hasta Capriles Radonski volvió a la Asamblea. Estos milagros son sólo posibles en nuestra Revolución. Más aún, en nuestra democracia participativa y protagónica, que siempre apuesta a la paz.
No seas gafo, como el protagonista imaginario de esta nota. Así que de ahora en adelante, en cada comicio que se celebre, desde la junta de condominio, al consejo comunal y demás, te me paras bien temprano, te pones tus cholitas, y hazme el favor de salir a votar.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ