31/05/25. Seguramente, Chávez desde la eternidad jamás sabrá de la magnitud con la que nos dió un propósito de vida a muchos de los que tuvimos el honor de verlo caminar por este mundo. Una de esas almas que fue tocada por la magia de su humanidad, fue la maravillosa Lesly Pérez.
...el artista es un sujeto histórico, social. Que se debe asumir así... El artista no es sólo cuerpo y físico. También hay que ser fuego, espíritu, Revolución...
Esta joven ha consagrado su vida entera al servicio del arte, la investigación, la educación y el despertar de la conciencia, erigiéndose en referente joven, político y cultural. Es licenciada en Historia de la Universidad Central de Venezuela (UCV) , y actualmente está cursando un doctorado en Artes y Culturas del Sur, DESEARTE. También es miembro de la Red Nacional de Artistas de Circo, docente de danza contemporánea y militante del Partido Comunista de Venezuela. Como artista, es bailarina profesional y ha desarrollado diversas destrezas en el arte del circo: mundo que habita desde hace muchos años. La pasión de Lesly por la investigación y el arte, la han llevado a unir lo mejor de ambos mundos, e incluso de formarse a nivel internacional. De esta manera, Lesly ha integrado su pasión por el conocimiento y la creación sobre la base de la fórmula alquímica de la educación: brazo armado de la conciencia con el que trabaja sin cesar, acompañando a niños y adolescentes.

Curiosamente, la imponente e intachable trayectoria que ha desarrollado Lesly desde muy temprana edad, contrasta con la sencillez y sensibilidad con la que nos recibió para esta entrevista: una señal inequívoca, de que la militancia de nuestra entrevistada es de corazón. Conozcamos más del mundo de Lesly Pérez.
¿Cómo se define Lesly Pérez?
(Risas). Por lo general le viene a manera de sumario que uno ha hecho en la vida. Pero también pienso que eso no lo define a uno: sino los sentires y los transitares, así como las conexiones que uno genera. ¿Qué soy? Soy una mamá, y soy fertilidad y soy arte, y soy armonía y soy Revolución. Soy muchas cosas que me definen.
¿Cómo llega la política a tu vida?
Como llegó a la vida de todos los venezolanos en el fin de siglo: con la irrupción de Chávez en la escena pública. Causó una conmoción, y obviamente eso se enlaza con la primera pregunta: ¿Qué soy? También soy Chávez. ¿Qué fue Chávez? La máxima expresión del pueblo venezolano.

¿Por qué elegiste la izquierda en tu vida?
Obviamente, porque era el rol histórico que me tocaba desempeñar. Es como paradójico, que hay mucha gente en barrios y otras poblaciones definiéndose de otra manera. Yo decidí ser chavista, porque era el papel histórico que me convenía a mí como mujer de la clase obrera, latinoamericana, con pocas posibilidades de ascenso social; también, con problemas de autoestima, y de autodefinición. Yo siento que era lo que me tocaba históricamente. Y esta decisión, me encantó.
¿Por qué sientes que el circo se parece a la guerrilla?
Por la manera en que tenemos que operar. El circo, tiene una capacidad de adaptación a todos los espacios, territorios y climas. Puede llegar a la punta de una montaña, a una baja altitud. Obviamente, por esa capacidad de resiliencia y adaptación en sus antecedentes históricos, siempre estuvo ligado al arte de calle.
El arte de calle siempre ha sido considerado un hecho vandálico. El estamento jurídico y las ordenanzas municipales tienen un concepto de ordenamiento público que es derivado de la estructura colonial. Por esto, vandaliza todo lo que es un hecho artístico en la calle. Porque el circo irrumpe. Son muchas las razones por las cuales el circo es una guerrilla.
El circo es un arte completamente urbano, de subversión y desde las bases ante las órdenes establecidas. El circo irrumpe desde el proletariado. Mis mejores panas son unos punketos que han hecho historia en Caracas. Y somos una familia. Nosotros hemos resistido Caracas durante décadas, hemos sobrevivido. Eso dice mucho de nuestra militancia. Porque les damos un momento de entretenimiento y diversión a la gente que va pasando en sus carros. Al ver algo diferente en el otro, logramos que la gente se reconozca en él.

¿Qué puedes contarme de tu experiencia personal y del papel de la mujer en el circo venezolano?
El papel de la mujer en el circo venezolano está dividido en las diferentes realidades del circo que él mencionó. Hay dos tipos de circo. El circo privado, de industria, goza del favoritismo de las instituciones del Estado para las permisologías (cosa que no pasa con los circos pequeños). En los circos privados, hay una visual y un arquetipo de la mujer que contrasta mucho con las personas que hacemos circo urbano. Las mujeres que hacemos circo urbano, somos partícipes de las ideas, pensamientos o ciertas corrientes. Como estamos vinculados a la resistencia social, tenemos otra participación. Mientras que en los circos privados, la mujer es banalizada y utilizada como objeto sexual. Incluso, en el circo tradicional aún se emplea el estereotipo de la Gogo Dancer, las plumas y un factor estético que también choca.
¿Qué tipo de formación se ha desarrollado dentro del circo, y por cuánto tiempo?
Tengo aproximadamente dieciocho años haciendo circo. Empecé en la UCV. Ya yo era bailarina. En esa época, estaba en el taller de danzas experimentales Piso Rojo. Estudiaba Historia. Fue una época fabulosa cuando Chávez: venían muchas personas de afuera, y eso me inspiró al circo. El circo nacional tiene mucha influencia del circo latinoamericano. Comenzaron a venir muchos argentinos, chilenos, ecuatorianos, cubanos. Convergieron aquí los saberes. Las telas estaban en auge, y por ahí empecé hace dieciocho años. En ese momento, no estaba muy segura de incursionar en el circo, porque lo mío siempre había sido la danza contemporánea.
En ese momento, el circo también me envolvió. En esa época se creó la primera Compañía Nacional de Circo, con Niky García. Toda esa movida me cautivó. Pero yo no escogí nada: más bien el circo me escogió a mí.
Una anécdota mágica: En Catia, entré a una perfumería a comprar unas cosas. De pronto veo un aro dorado con morado. “¿Cuánto cuesta?” ¡Y me lo llevé! De ahí comencé, y todo fluyó. Empecé a hacer lira. También comencé a experimentar con la suspensión capilar (del cabello) con aro. Mis tres números están relacionados con círculos y aros.

Como historiadora, ¿cuáles líneas de investigación son las que más te gustan?
Como historiadora, mi influencia grande ha sido el marxismo. De hecho, ha sido la única influencia que se ha mantenido en esa escuela. Tengo esa tendencia. También tengo diecisiete años en el Partido Comunista y esa tendencia del humanismo. Todo es transversal.
En aras del pragmatismo, vinculé todo lo que hago en una sola cosa en líneas de investigación. Me he involucrado con la historia del arte, desde una visión marxista, de la lucha de clases y del socialismo científico. Al circo lo estoy redireccionando hacia allá.
¿Cómo asumes tu maternidad?
Es difícil. Es quizás la chamba más difícil que me ha tocado emprender en mi vida. Una mamá debe ser muchas cosas, y además hay que mantener la inteligencia emocional. La inestabilidad económica propicia muchas situaciones. A esto, se le suma que no tengo ciertos acompañamientos, como el del papá en los procesos.
El saldo del gasto físico y energético es muy fuerte; porque soy mamá, pero también estudio un doctorado, pero también soy militante del Partido Comunista, pero también tengo mi grupo de circo. Debo ser muy organizada (y lo soy). Y aún así, a veces fallo. Porque son demasiadas cosas.
En la maternidad siempre está el factor improvisación. Ha sido un desafío de resiliencia y montarme en el hacer. No soy perfecta: a veces soy malhumorada, pero también intento sentarme entender y abrazar las emociones.

¿Cómo ves a los chamos de hoy en día?
Yo trabajo para la Gran Misión Venezuela Joven. Trabajo actualmente con tres tipos de población: hago seguimiento a procesos pedagógicos y andragógicos. Los adolescentes y jóvenes se sumaron voluntariamente a hacer circo, danza y teatro. Ha sido una energía de vibrar con ellos. Somos tres profesoras de diversas edades. Es complejo, porque a veces vemos el mundo de otra manera. Ellos están, pero no están. Y necesitamos que estén presentes en este momento histórico.
A veces, tengo que exigirles que suelten el teléfono para hacer una acrobacia, a fin de que no se lesionen por no prestar atención.
Hay un bache en el lenguaje, pero siempre buscamos la manera. Buscamos acercarnos a través de la música: a veces les metemos Canserbero. Seguimos su flujo, pero tampoco nos ponemos el nivel de ellos. Tenemos que los jóvenes y adolescentes se expresan muy poco, y sólo se comunican con emoticones. Ahí vamos.
Maduro ha entendido más que Chávez a la juventud, es el que más ha invertido en ellos, y ha sido el más invalidado. Si hablas con los jóvenes, ellos no quieren al presidente. Hay una gran desvinculación con la realidad política. Los chamos no tienen un cable a tierra con la realidad del país ni del mundo. Esa es una preocupación que uno ve, pero estamos presentes.

¿Cuál sientes que es tu aporte?
En el ámbito investigativo siempre puedo generar aportes. Entender que el artista es un sujeto histórico, social. Que se debe asumir así. También tenemos que investigar. El artista no es sólo cuerpo y físico. También hay que ser fuego, espíritu, Revolución y muchas otras cosas que lo mueven a uno.
¿Cuál es tu mensaje para la comunidad de Épale CCS?
Agradecida. Este tipo de espacios se tiene que replicar por mil, para que se puedan entender las vivencias de una. No seremos Lady Gaga ni Carol G, pero unoa también vive y aporta para el desarrollo integral de la nación.

POR MARÍA EUGENIA ACERO COLOMINE • @mariacolomine
FOTOGRAFÍAS JESSIKA SELGRAD • @shot_jesselgrad