17/07/25. Jugar educa, enseña a socializar, a forjar la identidad, a crecer con valores, además, implica la imaginación, que fortalece la creatividad en los niños y las niñas, así como la resolución de problemas. El juego es un derecho humano reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU), específicamente, en el Artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Niña.
El aprendizaje basado en estereotipos sexistas impide a un niño o una niña a descubrirse o a ejercer lo que les gusta. La noción de que ciertos juguetes son de un género u otro, es un constructo social que, a la larga, tendrá consecuencias...
Pero, ¿qué pasa cuando se les limitan los juegos a las infancias? ¿Qué pasa cuando se les dice a las niñas y a los niños que un juego o un juguete no es apropiado? Para abordar estas preguntas vamos a desnudar algunos elementos que refuerzan el mito de que los juegos y los juguetes tienen género.
Estereotipos de género
Según especialistas, la identidad sexual se construye sobre los dos o tres primeros años de vida. Sin embargo, la sociedad impone roles de género a las personas desde que son pequeñas. Incluso, desde recién nacidas, a las niñas se les compran muñecas bebés, aunque ni ellas tienen conciencia de ese rol.
El aprendizaje basado en estereotipos sexistas impide a un niño o una niña a descubrirse o a ejercer lo que les gusta. La noción de que ciertos juguetes son de un género u otro, es un constructo social que, a la larga, tendrá consecuencias en cómo los chamos y las chamas, se relacionarán con su las y los demás y su entorno.
Por ejemplo, a muchos niños se les impide jugar con muñecas; entonces, se podría tener, a futuro, un hombre que no asuma responsabilidades como padre, debido a que le enseñaron que es un rol de mujeres. Lo mismo que a una niña no se le permita jugar con tractores, legos, carritos, herramientas de trabajo, etcétera, o se les regale, únicamente, muñecas de princesas, incentivándolas a depender de otra persona tanto en lo emocional como en lo económico. Así como muñecas Barbies que promueven estándares de belleza.
Desarrollo de valores y habilidades
Los expertos en desarrollo infantil han demostrado que el juego y los juguetes, son parte esencial para aprender habilidades sociales, emocionales y cognitivas. Igualmente, valores como la solidaridad, cooperación, empatía, y otros.
Los niños y las niñas pueden desarrollar actitudes frente a la vida gracias a una variedad de juguetes, incluidos aquellos que tradicionalmente se asocian con el género opuesto.
Volvemos con el ejemplo de las muñecas. Jugar con ellas puede desarrollar en los varones la empatía, el amor, el cuidado, la protección, la responsabilidad con otros y otras, mientras que jugar con carritos puede fomentar el desarrollo de habilidades motoras y la resolución de problemas.
Es importante fortalecer la diversidad de intereses; porque mientras a un niño le puede llamar la atención jugar con muñecas, una niña disfrutar el juego con herramientas. Limitar sus opciones basándose en su género puede restringir su creatividad y exploración.
Profesiones
El mercado ofrece juguetes que también incentivan el sexismo mediante la división de las profesiones de acuerdo al género. Por ejemplo, para los niños comercializan juguetes que se relacionan con oficios como policía, militar, científico, ingeniero, albañil, etcétera. Mientras que para las niñas: peluquería, maquillaje, enfermería, danza, modelaje, maestra. Muy pocas veces de médico. No es que estas últimas sean profesiones negativas; es que se refuerzan los roles para cada género a través de ellas. Lo que quiere decir que se distancia a los varones de oficios como la danza, la docencia o la enfermería.
El informe El mundo de las mujeres 2010, del departamento de Economía y Asuntos Sociales de la ONU, advirtió que los juguetes de profesiones, sí influyen en la atracción de las niñas por carreras vinculadas a la ciencia, a las matemáticas, o a la ingeniería. "Pese a la mejora del acceso a los estudios universitarios de las mujeres, los hombres las siguen superando en número en los campos de ciencia, ingeniería y manufactura, así como en construcción y agricultura”, destaca el estudio.
Para este Día de la Niña y el Niño, no pienses en un juguete que perpetúe los roles de género. Regálale a tu hijo o hija, si está en tus posibilidades, algo que tenga un impacto en el desarrollo de su personalidad, de sus intereses, y que cree valores en él o ella. Piensa en un juguete que le ayude a construir su autoestima y confianza, que fomente el respeto por las demás personas y con el que sienta la libertad de ser y expresarse.
POR SARAH ESPINOZA MÁRQUEZ • @sarah.spnz
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta