Con la finalidad de debatir un tema tan insoslayable, participamos de esta conversa que esperamos abra un poco los corazones… respetamos, claro, el anonimato.
Interrumpir un embarazo, apoyar... ¿Qué dificultades enfrentan las mujeres al respecto hoy en día? Nos referimos por ejemplo, aspectos emocionales, psicológicos, económicos, etc…
La decisión de interrumpir un embarazo en Venezuela pasa por un montón de factores negativos, pero sobre todo, lo que más cuesta es acceder al medicamento. Al ser una práctica ilegal, el Mercado negro se lucra de la necesidad y los precios del tratamiento son excesivos.
Lo otro ha sido liberarse de la culpa que queda en quien encarna una interrupción. Culpa por no tener las condiciones materiales, culpa por decidir no ser mamá, culpa hasta por la actitud que asumen los hombres cuando se enteran de la situación.
¿Cuál ha sido tu experiencia como "acompañante" de una interrupción? Comenta con total libertad por favor...
Yo soy acompañante de mujeres en situación de violencias en general y es que asumimos que no poder interrumpir un embarazo a buen tiempo por ser criminalizado, es una clara violencia de estado y, utilizamos distintos protocolos cuando se refiere a una IVE Interrupción Voluntaria del Embarazo.
En definitiva las compañeras llegan con ansiedades y muchos miedos, tratando de apurar el proceso para olvidar ese tránsito, e incluso negarlo todo, como si no hubiese pasado, pero debo decir que ahí el acompañamiento también es político porque cuando vivimos en un país que no tiene ni una cláusula real para permitir interrupciones, no podemos dejar pasar la oportunidad de politizar, de levantar la voz por quienes no han vivido para contarlo. Y es que no estamos a favor del aborto, no queremos que ninguna pase por eso pero es una realidad que no podemos ignorar y por lo tanto atendemos hasta donde nuestras limitaciones lo permitan.
Ellas pasan por un proceso consciente y por lo tanto, doloroso. Muchas con convicciones espirituales y la necesidad de hacer rituales que ayuden a sanar esa herida. Ahí siempre conecto con lo que creen, con lo que sentipiensan y ejecutamos lo que le haga sentir más tranquila.
¿Crees que legalizar el aborto sería una buena solución para disminuir la mortalidad de la madre?
Despenalizar el aborto va a disminuir los riesgos de muertes de las mujeres, madres o no. Va a disminuir el embarazo a temprana edad y sobre todo, va a eliminar la delincuencia que existe con la venta de los tratamientos.
Eso sí, una de nuestras consignas, cuando la Ruta Verde existía era "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir" esta consigna lo dice todo y es que no basta con despenalizarlo, hay que generar políticas públicas para lograr avances importantes en nuestra salud sexual y reproductiva.
Otro factor importante es el religioso, mientras se gobierne desde un dogma religioso que impida tomar decisiones como esta será muy difícil lograr garantizar la vida de las mujeres que deciden abortar. Otra de las consignas que gritamos a todo pulmón es: "Saquen sus rosarios de nuestros ovarios, Saquen sus doctrinas de nuestras vaginas", lo dice todo.
Parece existir un "lugar común" decir por ejemplo, que las mujeres que tuvieron hijos no planificados, o no esperados, hoy apoyan libremente el aborto... ¿Qué puedes decirnos al respecto?
No sé si es tan así pero tiene sentido. La mayoría de las mujeres que buscan acompañamiento son ya madres, es decir, saben lo que significa hacerse cargo de una vida, todas son madres solas, criando con mamás, abuelas y tías. Entonces digo que tiene sentido porque saben que no es jugadera de carrito y no quieren volver a repetir la historia. Pero también nos contactan mujeres que decidieron no ser madres, adolescentes sin acceso a educación sexual ni método anticonceptivos, en muy pocos casos son los hombres tratando de recoger los vidrios quebrados y, familiares de niñas violadas por algún pariente.
¿Algún consejo o recomendación... organización que pueda orientar a las mujeres en esta situación?
Yo lo único que puedo decir es que no vamos a lograr que sea una práctica humana si no despenalizamos, primero socialmente y luego legalmente. Sí no hay un proceso orgánico político que continúe exigiendo este derecho, que no es más que un tema de salud pública, no será posible avanzar en nuestros planteamientos. La discusión no es sí es bueno o malo, la discusión está en que pasa todos los días, en la vida de las mujeres, en la dignidad de ellas y en cómo atravesamos la violencia de Estado teniendo que maternar en condiciones precarias. El llamado es a juntarnos, a levantar nuestras banderas porque hablar de empoderamiento también pasa por el cuidado de nuestra salud sexual y reproductiva.
La red que nos sostiene debe ser cada vez más tejida y expandida, y esa es la tarea que nos damos. Acompañar para sumar y luchar juntas, ese es el mensaje hoy.
Muchísimas gracias.
Benjamín Eduardo Martínez Hernández
@pasajero_2