12/12/25. Por el Bloque 2 de la parroquia 23 de Enero, en Monte Piedad, queda la escuela Francisco Solano; espacio que recibió a las diez de la mañana, a más de cien niños y niñas de todos los grados escolares. Un centenar de chamos y chamas, acompañados por sus mamás, papás, abuelitos, abuelitas, maestras y maestros, emprendieron un viaje por la imaginación con el grupo artístico itinerante “Nosotros mismos”.
...La Ruta Confucio por las escuelas es un proyecto con el que han recorrido once de los veinticuatro estados del país... el enfoque se centró en el fortalecimiento de la identidad, el sentido de pertenencia y la soberanía...
La familia conformada por cinco profesionales del arte circense había armado, minutos antes, la carpa cuyo techo estrellado, le pone el toque mágico al escenario. Rut Moreno, mamá y productora de la agrupación familiar, junto a Valeriano Oropeza, papá y director, le dieron la bienvenida al público. Saludaron en wayuu y, aunque la mayoría no entendió, el calor de las palabras se sintió. Oropeza explicó que, en el lenguaje de ese pueblo originario, aquella salutación se traducía así: “qué soñaste”. Y con ese toque poético, inició la función.
La Bitácora de una emoción
El viaje de tres hermanos, dos niños y una niña, por un espacio mágico lleno de rutas identitarias y aventuras. De un baúl extrajeron una maleta de cuentos, yoyos, maromas, “ulaulas”, aplausos y sonrisas, al ritmo de la música circense.
“Nosotros mismos” interpretaron a payasitos acróbatas que asombraron a más de uno. Alcanzaban las alturas por encima de la carpa, mientras los niños y las niñas de la Francisco Solano, gritaban de susto y luego sentían el alivio de verlos, dominar cada salto y cada acrobacia con habilidad.
“¡Te repito pana, ese territorio es mío!”
El mapa de Venezuela sin el Esequibo fue uno de los momentos incómodos para este trío de aventureros. Después de mostrar decepcionados a nuestro país sin su segunda pata, recordaron al ritmo del rap, que “ese territorio es mío… No es por el dinero, es por la naturaleza”.
El público se unió al son de un coro urbano que reclamaba la Guayana Esequiba como suya. “¡Te repito pana, ese territorio es mío!”
“¡Ese, ese, ese, Esequiboooo!” Y así terminó la lírica, acotando que ese dibujo que mostraba a Venezuela con esa parte del territorio cercenada, “no es nuestro mapa”. Por arte magia, el mayor de los tres payasitos, rompió el viejo mapa en muchos pedazos, y tras varios movimientos ágiles, apareció en sus manos, otro totalmente nuevo, con la Guayana Esequiba pintada del tricolor venezolano.
Desde saltimbanquis, acrobacias que les sacaron un grito a las maestras, hasta la delicadeza de disfrutar el aroma de una rosa roja y la interacción con presentes, llenó de ternura la escena. Y en brincos para allá y acá, torres de payasitos, sonrisas, aves de papel, la función culminó con la izada de la bandera de Venezuela.
Educación alternativa
Trabajar en equipo es maravilloso, pero “cuando lo hacemos en familia somos imparables”, dijeron al unísono los integrantes de “Nosotros mismos” (@fundacionnosotrosmismo), antes de despedirse con una reverencia, mientras sus manos entrelazadas, eran el manifiesto de ese lazo consanguíneo y amoroso que se tejió a través del arte y la cultura.
Oropeza, papá y director del grupo teatral, expuso que La Ruta Confucio por las escuelas es un proyecto con el que han recorrido once de los veinticuatro estados del país. Por segundo año consecutivo, “estamos atendiendo a todas las escuelas del 23 de enero”, comentó y en el 2026, ese andar continuará por la parroquia de la cual son oriundos, pero sumarán otras de Caracas.
Este año, el enfoque se centró en el fortalecimiento de la identidad, el sentido de pertenencia y la soberanía a través de la propuesta titulada “Bitácora de una emoción”. Por ello, uno de los temas principales que se trataron en la puesta en escena, fue el mapa nuestrovenezolano para forjar el sentimiento por nuestro territorio en las infancias.
“Nuestro proyecto va dirigido a la escuela porque somos una alternativa educativa. Buscamos el reconocimiento del territorio y nuestra cultura”, explicó el director artístico. Además, para este grupo circense, la unión familiar es prioridad, por esa razón, para ellos es muy importante que a cada actividad asistan lo padres, madres y representantes de las y los estudiantes, porque el objetivo es la integración.
“¡Aunque haga calor o frío ese territorio es míooooo!”.
¡Muchas gracias!
POR SARAH ESPINOZA MÁRQUEZ • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍAS NATHAN RAMÍREZ • @nathanfoto_art