02/03/2023. El pasado sábado 25 de febrero, La Pastora se vistió de fiesta. Por los predios de la esquina de Altagracia, una comparsa con alrededor de 250 personas llenó de vida las calles con música, niños y disfraces. Se trató de la 11ava Octavita de Carnaval que ya es tradición gracias a la familia del colectivo cultural La Minka. Esta actividad ya es una referencia obligada para la comunidad, ya que reúne a pastoreños y no pastoreños a celebrar en familia una forma diferente de vivir el carnaval, con cultura, arte, tradiciones y valores para la vida.
Esta ocasión también fue propicia para conmemorar los 100 años de nacimiento de la gran Isidora Agnes, embajadora del calipso en Venezuela.
TRADICIÓN Y SABOR
La esquina de Altagracia se convirtió en un escenario que sirvió para que diversos grupos culturales se hicieran presentes para regalarles a los niños arte y cultura, como la legendaria agrupación Sarta de Cuentas. Conversamos con el bailarín Rafael Bethancourt, de Sarta de Cuentas. “Tenemos cinco años viniendo a la octavita de la Minka, acompañando su trabajo valiosísimo, cada vez más. Nosotros con mucho amor siempre los acompañamos. Nos llaman, y aquí estamos celebrando siempre con los niños de La Pastora: jugando, divirtiéndonos, construyendo. Aquí estamos por quinto año consecutivo”.
Al llegar los niños y sus padres al escenario callejero de La Minka, se apostaron todos sentaditos alrededor de un gran piso de linóleo, donde los artistas se presentaron e interactuaron con ellos, haciendo arte participativo. Desde el gran ventanal de la Minka les lanzaron caramelos a los niños, y el equipo de La Minka iba animando con música de calipso y otros ritmos carnestolendos.
PUEBLO ORGANIZADO
Conversamos con Rommel Arrieche, militante del estado revolucionario La Minka. “Estamos festejando la onceava Octavita de Carnaval. Es una celebración que hacemos en nuestro territorio detrás de Miraflores cada año luego del carnaval. Nosotros nos preparamos: los vecinos, el colectivo, a través de la organización popular y comunal para aportar y hacer una fiesta para todas y todos sin discriminación, sin exclusión. Festejamos ese carnaval populacho, no elitesco. Nosotros no elegimos reinas, sino que convocamos a todo el barrio disfrazado y haciendo de nuestro territorio un espacio de paz, alegría y convivencia.
“Hoy tenemos la presentación de varios grupos musicales de acá mismo de la parroquia. Tenemos un homenaje para Isidora Agnes, que cumple 100 años. Para nosotros representa la identidad de la resistencia afrovenezolana. Sabemos que ella fue una de las pioneras de los carnavales del Callao. Todos los venezolanos estamos peleando para que sean patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad. Nuestra onceava octavita está dedicada a ella. Entre otras cosas, está el equipo de la Radio Minka, que está acá con nosotros. También tenemos agrupaciones provenientes de la parroquia Altagracia. Siempre con la participación de distintas agrupaciones culturales autóctonas de nuestra ciudad, perfilando esta octavita de la Minka como una octavita que forme parte de las fiestas populares de la ciudad. Gente de otros barrios asiste porque ya tiene su reconocimiento”.
¿Cómo ves la participación este año?
Desde la pandemia para acá sabemos que todo ha mermado un poco, pero el año pasado y este la participación ha mejorado. Creo que este año sobrepasamos las 250 personas en la comunidad, desde participación en el espacio hasta organizadores y colaboradores internos y externos. No es solamente el día de hoy, sino también la planificación y gente que está en otros lados que también colabora.
José Solórzano es uno de los líderes del territorio Minka desde sus inicios. Nos compartió sus impresiones de esta festividad. “Esta es la onceava Octavita de Carnaval que hacemos en el territorio de la comuna Miraflores Comandante Chávez, entre Altagracia y La Pastora. Estamos en la frontera. Esto es una fiesta tradicional que hacemos con distintas agrupaciones culturales y gremios artísticos para llenar de alegría, vida, diversión y tradición a nuestros niños y niñas de las comunidades. Nosotros desde el colectivo de trabajo revolucionario La Minka siempre estamos tratando de resaltar las tradiciones populares de nuestro país en nuestros espacios que son la comunidad. Aquí, con amor y cariño siempre estamos llevando nuestro trabajo y quehacer. Hoy es una octavita más y la llenamos de color. La hicimos en honor a Isadora Agnes, la cultora del Callao, ya que este año todos los cultores del calipso están peleando para que se decrete como el año del calipso, el año del Callao y como patrimonio inmaterial de la humanidad. Nos sumamos a esa reivindicación y esa lucha, y quisimos hacer con bastante calipso, con una comparsa que estuvo llena de muchos cultores que nos acompañando, y recordando a esta gran cultora que este año cumple 100 años".
Lo que queremos es estimular a que todas las comunidades sepan que en la organización están las claves para sostenernos, para crecer y transformar
LA MINKA ES REVOLUCIÓN
El colectivo la Minka es una historia de éxito que demuestra que el trabajo colectivo organizado funciona y da grandes frutos. Este proyecto se inició con la intención de rescatar un espacio abandonado, para convertirse en una referencia cultural y política no solo de la parroquia La Pastora, sino del país. En menos de quince años, La Minka ha crecido al punto de ofrecer no solo sus habituales talleres culturales de yoga, capoeira, tambor y samba, iniciación al circo, danza árabe, equilibrio y movimiento, muay thai y muchos más. La Minka también tiene un consultorio médico, un Infocentro, servicios de confección, serigrafía y estampado, una emisora de radio comunitaria, una panadería (con sede en la avenida Baralt), una casa de alimentación, y además son sede de la Comuna Miraflores “Comandante Chávez”. En la Minka también se atienden siete consejos comunales y la entrega del CLAP.
La variedad de colores y mundos que conforman la Minka es así: la emisora comunitaria Minka 96.1 FM, un centro de comunicaciones, un taller de serigrafía y costura, un ciber café, una cafetería, una panadería, una pastelería, un comedor comunal (para líderes de la comunidad y personas en situación de vulnerabilidad), una biblioteca, una sala de talleres, una sala para danza y reuniones comunales y un conuco con mango, parchita, berenjena, lechosa, yuca, quinchoncho, malojillo, patos, conejos y una pareja de tortugas libidinosas.
Natalia Molina, joven bailarina colombiana y madre de tres bebas, ha levantado a pulso este proyecto social desde hace doce años junto a su compañero José Solórzano “Yoda" y su equipo de guerreros. Parte de su equipo nos recibió, Joseph Zubillaga y Yenderber Álvarez. Natalia nos comparte esta reflexión: “Desde el espíritu minkero, que Minka significa trabajo colectivo, hecho en favor de la comunidad, lo que queremos es estimular a que todas las comunidades sepan que en la organización están las claves para sostenernos, para crecer y transformar. Los poderes creadores del pueblo son una realidad que se hace tangible cuando nos unimos y cuando colocamos lo que tengamos para ponernos a inventar”.
De la emisoria Minka 96.1 FM conversamos con Fabiola Hernández. “Pertenecemos al Frente de Comunicadores Populares de la Milicia Bolivariana de Venezuela. En la Radio Minka prestamos apoyo. Ofrecemos talleres los sábados de radio totalmente gratis. Jean Antonio Pascual es nuestro coordinador, y profesor de los talleres. Estamos recopilando el trabajo de los cultores de Caracas, y ellos son nuestro principal objetivo. También, la música tradicional. Tratamos de que existan programas infantiles en nuestra radio comunitaria.
Esto es una fiesta tradicional que hacemos con distintas agrupaciones culturales y gremios artísticos para llenar de alegría, vida, diversión y tradición a nuestros niños y niñas de las comunidades.
CARNAVAL COMUNITARIO
Cada vez que uno llega a la Minka, se abre un portal dimensional que nos lleva a un territorio donde la utopía es posible. Esta octavita sirvió como excusa para reencontrarnos con una comunidad comprometida, trabajando en conjunto para brindar la mayor suma de felicidad posible a su entorno con las cosas más sencillas. Nos comimos un besito de coco con papelón, bailamos calipso, nos reencontramos con viejos amigos y cerramos visitando la panadería La Minka en la avenida Baralt, donde compramos las canillas más baratas del mercado.
En innumerables ocasiones, Chávez exhortó a que el pueblo se organizara para sumir las riendas del país. La Minka no solo es un ejemplo digno de replicar, sino que es un un proyecto que merece todo nuestro apoyo para que siga apostando a la excelencia en colectivo.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
FOTOGRAFÍAS ALEXIS DENIZ • @denizfotografia