02/03/2023. Bueno, finalmente llegamos a donde tengo que entrar en contradicción con consejos anteriores. Si empezaste a trotar en enero o si volviste a hacerlo después de mucho tiempo de inactividad y has mantenido la disciplina por dos meses, puedes empezar a acariciar la idea de competir.
Ya lo dije. Ya me contradije, pues una de mis primeras recomendaciones fue precisamente no pensar en carreras. Pero si tú crees que con el plan de anotarte en una vas a tener el incentivo necesario para seguir adelante, para no rendirte, ¡bienvenida sea la idea!
Por supuesto, hay que tener mucha prudencia para evitar que la gracia se haga morisqueta. En el afán de prepararte para la carrera puedes excederte, sufrir fatiga o una lesión y eso significaría lo contrario al propósito deseado: suspender la actividad y volver al sedentarismo forzoso.
Entonces, lo ideal es que te pongas como meta intervenir en una competencia muy poco exigente. Si pretendes ir directamente al maratón o el medio maratón, tienes casi todos los boletos comprados para fracasar. Si reconoces tu nivel de principiante (o de persona en recuperación luego de un prolongado paro deportivo) serás condescendiente contigo mismo y te anotarás en una prueba de cinco kilómetros, como mucho.
Lo otro que deberás tener en la cabeza es que no vas a ganar ni a alcanzar una marca impresionante. Confórmate con cubrir la distancia e, incluso, si no puedes hacerlo, no te laceres con autocríticas odiosas. Más se perdió en el diluvio y aquí estamos, decía mi madrina Evangelina.
Lo otro que sería aconsejable hacer es dejar suficiente tiempo entre la decisión de competir y la fecha de la carrera. Es una total insensatez levantarse un lunes y decir: me voy a inscribir en la carrera del próximo domingo. Según la distancia que te propongas correr, los expertos plantean determinados tiempos de entrenamiento, que va entre unas cuantas semanas y varios meses. Esos cronogramas se basan en la amarga experiencia de muchos corredores que se precipitaron y terminaron fuera de carrera.
Pasos y zancadas
Maratonistas con ataxia-telangiectasia. Siete jóvenes con ataxia-telangiectasia, una enfermedad degenerativa y hasta ahora incurable (que produce descoordinación motora y agrandamiento de los vasos sanguíneos capilares), participaron en el Maratón de Sevilla, gracias a la colaboración de trece corredores que se turnaron para empujar las sillas de ruedas. Los pacientes y sus impulsores fueron tratados como héroes y animados a lo largo de los cuarenta y dos kilómetros de la ruta por la ciudad andaluza.
[Próxima entrega: Estrategias para no rendirse (IX): Elegir un plan de entrenamiento]
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ • @clodoher
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jadegeas