17/03/2023. El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, por más repetido que se lea, es una fecha para conmemorar las luchas de las mujeres, por lo cual, hasta el más deconstruido sufre un ataque cuando se le pide no felicitarnos.
"Este día no se celebra", esta fue la idea común entre las mujeres que se acercaron a la concentración en Plaza Venezuela. El miércoles 8 de marzo desde las cuatro de la tarde y tras movilizaciones oficiales, protestas e intervenciónes de calle convocadas por distintos sectores durante la mañana, los movimientos feministas hicieron acto de presencia en una concentración sin tintes políticos y con muchas demandas.
Acceso a salud sexual y reproductiva de calidad, reconocimiento del trabajo doméstico y su necesaria remuneración, el cese de la violencia machista, que en promedio cobra la vida de una mujer a diario en nuestro país, y el énfasis en el acceso a un sueldo digno y conforme con la canasta básica, fueron algunas de las exigencias que distintos rostros y voces de las representantes de movimientos sociales e individualidades elevaron en este encuentro.
Convocadas por, La Brigada Feminista Latinoamericana, Faldas R, Mujeres en lucha, Pan y Rosas, Colectiva la hora del trueque y el movimiento Clara Zetkin, se reunieron entre agitación, pancartas, consignas y performances, en un encuentro trans incluyente de más de cien personas. Y es que seguimos siendo pocas y pocos para las demandas tan grandes que tenemos como población.
El acceso a la salud sexual y reproductiva es una de las demandas más importantes del sector de las mujeres.
Sobre las cuatro de la tarde comenzaron a llegar con pañuelos, maquillajes de colores morado y verde, pancartas y cornetas, diversas humanidades que tarde o temprano se sumaron a la conmemoración de tan importante fecha. Con la participación de movimientos de mujeres invitados como Ukira, la Coordinadora Metropolitana de trabajadoras en lucha, la Ruta Verde, Comité de familias y amigos por la libertad de las y los trabajadores presos, las Comadres Púrpuras y movimientos de la comunidad sexo diversa y transgénero, tomaron la palabra movilizados por la realidad de un país que cuenta con el aparato legal más amplio en cuanto a la defensa contra las violencias, pero en el que también pervive un sistema desigual y deficiente en la aplicación de la justicia.
Con la certeza de que las acciones artísticas ayudan a sensibilizar acerca de estos temas, poesía, música y performance también tuvieron presencia en el lugar en la voz de la poesía de Bolivar Pérez con su puesta Rota pero junta, la canción de Daniela González, y los performances de apertura y cierre de la brigada feminista latinoamericana. La tarde transcurrió entre el disfrute, la movilización de emociones, y la necesaria juntadera; se recordó el legado inspirador de Rummie Quintero, se cantó, se lloró, se rio, se conversó y se tuvo como cierre una tizana colectiva.
Los policías hicieron acto de presencia a lo que muchas exclamaron: "La policía no me cuida, me cuidan mis amigas", y es que parece inaudito que para este tipo de acciones pacíficas en las que nos organizamos y salimos por la falta de acceso a espacios donde hacer las denuncias oportunas, aún se nos pare y se nos manden contingentes policiales, y además se nos pregunte si nuestra protesta es pacífica ,cuando con velas, haciendo uso de derechos de palabra, y con pancartas llenas de colores salimos a llorar por nuestras muertas.
UN VIACRUCIS FEMINISTA
El sábado 11 continuó esta conmemoración convocadas desde la Ruta Verde, la plataforma que hoy en día reúne la mayor diversidad de organizaciones e individualides que viven el feminismo y apuestan por una idea común, el acceso a la interrupcion voluntaria del embarazo. Participamos de una movilización de calle nada convencional.
El tributo a la santa panocha: A las diez de la mañana arrancamos desde el Tribunal Supremo de Justicia como primera parada para extender las pancartas y las exigencias, acompañadas esta vez por una vagina de medio metro de altura y de varios colores - hecha a mano por la Brigada Feminista Latinoamericana-, que fue el epicentro de veneración de este recorrido. Y es que en el marco del recurso introducido por la organización Faldas R durante el 2019 y que marca un hito histórico en favor de la ruta legal por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, se hizo presencia ante dicha instancia a modo de reconocer a las múltiples organizaciónes que se sumaron a esta petición de la cual aún no se tiene respuesta. Otra deuda para traer a colación durante nuestro mes de lucha.
El acceso a la salud sexual y reproductiva es una de las demandas más importantes del sector de las mujeres. Ya que al analizar la consigna "educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir" y al compararla con la realidad legal y material de nuestra patria, notamos a primera vista que ninguna de las tres demandas ha tenido respuesta, y en ninguno de estos tres temas gozamos de garantías.
Las y los habitantes de nuestro país merecen acceso a educación sexual gratuita y de calidad, poder adquirir métodos anticonceptivos, sin que estos representen un lujo en función de las condiciones económicas y el salario, y poder decidir si tener hijos o no. Sin métodos anticonceptivos las razones que pueden llevar a una mujer a considerar interrumpir un embarazo son multifactoriales.
Colectivas como Faldas R, Tinta Violeta, Las Comadres Púrpuras, La Brigada Feminista Latinoamericana y Prisma se dieron cita en este recorrido que hizo su segunda parada en el Panteón Nacional, sitio emblemático para la historia de nuestro país en el que también ha dejado huella el patriarcado ya que es evidente la falta de equidad entre hombres y mujeres, héroes y heroínas patrias, que allí reposan.
Bajando por el bulevard Panteón y ante el Ministerio Público, retumbó el discurso incendiario de Laura Cano, representante de la Ruta Verde, exigiendo la accion responsable y oportuna del Consejo de Protección de niñas, niños y adolescentes. Para quienes acompañamos casos de sobrevientes de violencias vemos como la maternidad exige todo un sacrificio cuando hay que recurrir a estas instancias clamando que inste al padre a cumplir con sus responsabilidades.
Es más fácil parir o eso se cree, como también se asume que es tarea de la madre criar y mantener. Aunque hoy en día son muchos los hombres que han transformando su realidad personal asumiendo paternidades responsables y amorosas, sigue siendo evidente lo sacrificado que es ser madre en función al tiempo, dinero y entrega emocional que implica dicho rol. Adicionalmente, cuando la mujer accede al sistema de justicia reclamando los derechos de los hijos, es revictimizada y sometida a procesos poco certeros y burócraticos.
Recordemos que Venezuela es uno de los pocos países de la región que todavía cuenta con un marco legal restrictivo y severo en cuanto al aborto se refiere, lo que ocasiona que esta decisión siga siendo insegura e ilegal, y la convierte en la tercera causa de muerte por razones relacionadas a la salud sexual y reproductiva.
La caminata continuó hasta la esquina de Gradillas donde en un emotivo momento se entonó como himno de lucha feminista regional, la canción Sin miedo, y posteriormente la cantante Johdi Blanca cantó varios de sus temas. Se recordó de nuevo a Rummie. Y es que, ¿cómo no hacerlo? Si la presencia de esta activista y mujer trans estuvo presente, que yo recuerde, en muchas de las luchas de quienes anhelan un mundo mejor. Entre lágrimas y abrazos apretados caminamos con la santa panocha en los hombros hasta la parada final en la plaza El Venezolano.
"vientre sagrado, centro de poder, que guarda las memorias dentro del ayer, floritura hermosa ábrete al placer, miro mi pasado vuelvo a renacer"
El performance por la visibilidad e inclusión de la sexo diversidad tomó la plaza; entre las que marchaban muchas se identificaban con el movimiento de la sexo diversidad, y es que también es bien sabido que no hay feminismo que excluya o que se deslinde la lucha por el derecho de ser y amar a quien quieras. "Chucha con chucha lesbianas en la lucha" y el performance del Jardín plural una consigna y una acción de calle en donde compañeras y compañeros del mismo sexo se tomaban de manos y se abrazaban durante tres minutos, tiempo estimado de un tema musical, demostrando que no es un pecado tener demostraciones de afecto con quien decidas, aunque la sociedad piense que sólo entre heteros está bien, un performance movilizador.
El cierre de esta actividad fue un extracto de la obra de teatro de L.B.F La santa panocha, un paralelismo entre el rezo cristiano del santo rosario pero con toda la simbología de la devoción a nuestras vaginas. "Primer misterio gozoso", se habló de la pasión, sufrimiento y goce de quien vagina posee. Las violaciones contra nuestras cuerpas a las que estamos sujetas y en un hermoso cierre todxs tomados de la mano cantamos: "vientre sagrado, centro de poder, que guarda las memorias dentro del ayer, floritura hermosa ábrete al placer, miro mi pasado vuelvo a renacer". Un inspirador encuentro para conectar siendo mujer o no, con el ser mujer y las vaginas de donde venimos.
La actividades de marzo no terminan, ni termina nuestra lucha por nuestro derecho, sigamos juntándonos en este tipo de espacio para que nuestros hijas e hijos vivan con más amor, autonomía y respeto.
POR MARÍA ALEJANDRA MARTÍN • @maylaroja
FOTOGRAFÍAS LC SÁNCHEZ • @lc.sanchez.edit_ / ROGER INFANTE