23/12/23. La Fundación para la Comunicación Popular Ccs se lució estas navidades con la convocatoria al 1e Concurso de Microrrelatos Navideños Ccs 2023 para sus trabajadores y trabajadoras, donde podían expresar con un mínimo de 5 y un máximo de 150 palabras algún relato que fuera pertinente con la navidad y los tiempos históricos que vivimos.
La recepción de los microrrelatos pudo juntar más de 50 contenidos y la decisión del jurado calificador estuvo a cargo de la coordinadora de Cuentos para leer en casa, Andrea Serna; Laura Nazoa, hija del poeta y periodista Aníbal Nazoa; y el escritor y periodista Ricardo Romero
El primer lugar se lo llevó Benjamín Martínez, quien actualmente es redactor de esta revista digital, con el microrrelato titulado Para que no te vayas, acompañado del pseudónimo "Sargento Pimienta"; el segundo lugar se lo llevó Enrique Hernández, fotógrafo del diario digital Ciudad Ccs con el título Cositas, y el pseudónimo "El Cazador", y el tercer lugar pero no menos importante fue para Marlon Zambrano, también redactor de esta revista digital, con el título Pacheco no trajo el frío, junto al pseudónimo "Maqroll".
Es un honor tener estos talentos en nuestra redacción, extendemos nuestras felicitaciones y nuestros deseos de prosperidad y feliz año nuevo 2024. Gracias por participar.
Y si tú, que eres curioso/chismoso quieres leer los microrrelatos ganadores acá te los compartimos. Que siga la fiesta...
Para que no te vayas
Diciembre era un par de latas volteadas que pudiéramos golpear duro con unos palitos de gancho de ropa, un cuatrico remendado con tirro de caja, un olor a monte crecido, una frescura, un robarse el ponche crema y lanzar fosforitos a la casa de la gorda, pero sobre todo, diciembre era aguantar el sueño asomados a la puerta por donde llegarías. Todavía lo hago, me asomo y rezo para que no te vayas.
Benjamín Martínez
Cositas
1984
Niño Jesús: quiero que me traigas una bicicleta.
Corrí a buscar mi regalo, era una esclava de plata con mi nombre grabado “Luis”.
Me fui a la plaza. Con el brazo extendido giraba mi esclava y pensaba: el Niño Jesús sabe mi nombre.
Mientras, mis vecinas salían a recorrer el solar: “Juguemos a recoger cositas”.
Las cositas eran todos los papeles, cajas y sobras que caían desde los balcones.
1985: quiero que me traigas una bicicleta.
Era un camión fundido en una sola pieza de plástico. Y llegué a la plaza con mi camión de ruedas fijas.
1986: quiero que me traigas una bicicleta.
Con el corazón latiendo de prisa corrí a abrir mi regalo: unos zapatos pisamojones.
Lloré de rabia. Agarré los zapatos y los lancé al solar.
Al rato escuché: vió, que si se encuentran cositas.
Enrique Hernández
Pacheco no trajo el frío
Luis López soñó a Pacheco el 4 de diciembre de 2019 a las 6 y 25 minutos de la tarde. Lo soñó barbudo y lisonjero, repartiendo astromelias, caramelos, claveles, besos, calas y lirios entre una multitud tejida por el ritual de los actos oficiales, desde la Casa Amarilla hasta la plaza El Venezolano. Lo soñó sobre una carreta arrastrada por Curiepe, el caballito flaco que crio José Rivero en La Planicie, alimentándolo con pira y malojillo. Lo soñó con sombrero de cogollo y aires de abuelito bonachón, bajando desde Galipán por el Camino de los Españoles, pasando por la Puerta de Caracas hasta San Jacinto, donde se asentaba el antiguo mercado de la ciudad. Así lo soñó. Pero no pudo, por más que secara con desesperación el sudor sobre su frente, soñar el frío que Pacheco siempre repartió generoso. Ese día hizo calor.
Marlon Zambrano
REDACCIÓN ÉPALE CCS.