30/03/23. En el artículo de presentación de esta columna dije que estos encuentros semanales no serían unas clases académicas de teoría literaria y sí una serie de recomendaciones para fintear los huecos y tropiezos en el camino de la escritura creativa. Pero craso error. Nunca le crean a un narrador o narradora. Son una especie que miente compulsivamente y no les habita el deseo de corregirse. Jamás de los jamases. Son de lo peor.
Y me traicionaré nada más y nada menos que con algo horrible y fastidioso como lo es el tema de las Estructuras narrativas de Vladimir Propp (1895- 1970), un ruso muy estudioso y paciente. Antropólogo y Lingüista de profesión se dio a la tarea de dar con la ciencia oculta detrás de las historias. El procedimiento que utilizó consistió en la fragmentación de los cuentos de hadas, hasta convertir el contenido de dichos cuentos en frases cortas: "El dragón rapta a la princesa” o “Los padres parten hacia el bosque”. Ordenó cada una de estas partes en actuaciones sucesivas lo que le permitió establecer comparaciones de índole estructural y no de carácter argumental. Esto lo llevó a comprobar que lo que cambia son los personajes y sus atributos. Lo que permanece son sus acciones o sus funciones.
El siguiente paso que dio nuestro ruso paciente y ambicioso fue acordar la pregunta: “¿Qué hacen los personajes?” y no “¿Quién hace algo y cómo?”. A partir de este razonamiento logra estudiar los cuentos en razón de las funciones de los personajes y no de sus atributos variables. Es decir, si un dragón rapta a una princesa es lo mismo que un diablo, lucifer o demonio rapte a la hija de un campesino. Es la misma composición estructuralmente hablando. En conclusión, las funciones de los personajes son las partes fundamentales del cuento, por tanto las que determinan su estructura.
Ahora me copio a Propp y les digo lo siguiente: LAS FUNCIONES DE LOS PERSONAJES SON LAS PARTES FUNDAMENTALES DEL CUENTO. Apréndanse esto. Que para llegar aquí nuestro paciente y ambicioso maestro ruso tuvo infinitas quebraduras de cabeza.
De esto se deriva que dentro de la trama, la acción de un personaje determina su función, las cuales son limitadas y repetitivas; aunque varíen las circunstancias estas serán siempre las mismas. Son treinta y una funciones. Hablaremos de ellas en la segunda parte de este artículo que encontrarán en Préstamo circulante la próxima semana. Gracias por acompañarme hasta aquí.
Ñapa: Recomiendo la lectura de un cuento de la escritora argentina Samanta Schweblin que lleva por título Pájaros en la boca. Si consigues todos sus libros no dudes en adquirirlos. No te defraudará.
POR ESMERALDA TORRES • @esmetorresoficial