16/05/23. En días como estos salir a trabajar, hacer diligencias e ir a estudiar se hace más pesado con el sol achicharrante sobre nuestras cabezas. Llegó la ola de calor a Caracas, y quienes por años hemos gozado del clima privilegiado del valle hoy nos compadecemos por nuestros hermanos zulianos quienes viven estas altas temperaturas, casi cualquier día del año.
Habla la ciencia de la meteorología
Desde el 3 de mayo el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) con su representante José Pereira afirmó que la ola de calor que atraviesa el país tiene los termómetros en 37 grados centígrados en la ciudad aunque la sensación térmica se ubica entre los 39°. Esta variable en el clima responde a la crisis climática que estamos viviendo y más específicamente por el fenómeno relativo a la capa de polvo del Sahara que estuvo circulando por Venezuela.
Llegó la ola de calor a Caracas
También señaló que se han reportado personas con hipertensión y deshidratación en los centros de salud producto del calor y reiteró que estas temperaturas durarán por lo que queda de mes hasta el 1 de junio con el inicio de las temporadas de lluvia; también se cree que a finales de mayo se comenzará a refrescar el ambiente.
Se ha reportado que ha aumentado en un 70% las probabilidades de incendios forestales en el país. Aunque este es un hecho nacional para los que vivimos en la biodiversidad de nuestro fresco valle, es una situación un poco insoportable.
Cuando calienta el sol
Si hablamos de preferencias, creo que los que dicen que prefieren el calor, con el que hace en estos días, se han pasado al equipo de quienes prefieren el frío. Se cree o se dice, entre los cuchicheos de los habitantes, que en Caracas nunca se habían sentido temperaturas tan altas.
En estos dias me desperté con la sábana pegada al cuerpo, al darme una refrescante ducha y hacer mi rutina de latoneria y pintura ya me comenzaba a sentir empegostada. Al salir de casa todo el mundo estaba con cara de cañón, caminando al usual paso apresurado de la ciudad.
El colector cansado y sudando contando los billeticos del pasaje; la gente aplastada dentro de la camioneta, contraída para no tocar el sudor del compañero, esquivando paquetes, brazos, y tufos. Caracas se convirtió en una olla de presión en donde abundan los olores y los enfados. Y es que este sol que nos acaricia nos pone de mal humor.
En las esquinas ves desde temprano la gente con su termo de agua con hielo, heladerías llenas, maltas y refrescos son ahora un gasto necesario y no suntuoso para combatir las altas temperaturas. Hasta las señoras chismosas dejaron de criticar a los borrachos que desde las diez de la mañana se refrescan recostados bajo la sombra de las santamarías con techo, tomándose su fría.
Ha aumentado en un 70% las probabilidades de incendios forestales en el país.
Cualquier arbolito es bueno para esperar el carrito, el metro es impensable y mejor sería quedarse en casa pegado al ventilador que seguramente muchos mandaron a reparar; es temporada de mucho trabajo para el técnico de ventiladores y aires acondicionados. Tomar una moto es un plan ideal para ventilar las alas y el rostro, y eliminar la sensación de que el cuero cabelludo se te incendia.
Todo el mundo rezando para que llueva, ya nadie pone los cuchillos cruzados, usamos ropa clarita y ligera, y si pudiéramos ir a trabajar en traje de baño mas de uno se lanzaría, sin pena.
A nadie le provoca hacer ejercicio, ¿para qué sudar? Si ya de por si se está empapado, ya nadie duerme apechugado y si no comes bien cuando sales de tu hogar te da una pálida. El Waraira seco nos mira entristecido.
No es cosa de risa aunque siempre es necesario encontrar humor en la cotidianidad, pero quienes la tienen mas jodida son aquellos sectores en donde el agua de por sí es irregular, en un mundo y un país con tantas fuentes hidrológicas es inaceptable la falta de acceso al H2O, y más con esta pepa de sol.
Las playas llenas los fines de semana, pero el agua como un jacuzzi tibio, los más intrépidos son aquellos que comen hervidos, sopas y quienes como yo aún percibiendo la sensación térmica de casi 40° nos metemos no una, sino dos y tres tazas de café caliente cada día.
Esperemos que el agüita divina del cielo llegue pronto a llenar nuestras montañas, nuestros tanques, nuestros potes de mavesa o nuestras regaderas. En momentos como este es necesario reflexionar sobre el bien hídrico y sobre lo privilegiado que somos en comparación a otros países donde la guerra es por el agua. Somos seres inconformes, y seguro cuando llueva a cántaros más de uno dirá: “que fastidio esta lluvia”, recordemos este momento cuando eso pase.
En las esquinas ves desde temprano la gente con su termo de agua con hielo, heladerías llenas, maltas y refrescos son ahora un gasto necesario
Bien lo ha pronosticado la meteorología sobre lo que vivimos y lo que se nos viene por el mal uso de los recursos por parte de las industrias, los desastres naturales como consecuencia de la acción del hombre están a la vuelta de la esquina. Tomemos previsiones y estemos atentos.
Recomendaciones para evitar un “beriberi”
Hasta el que no toma agua lo verás con su potecito, aquí cinco recomendaciones del Colegio de Médicos de Anzoátegui con el doctor Víctor Velázquez, presidente del Colegio de Médicos, para combatir la calor.
- Mantente hidratado: Tomar mucha agua es primordial en estos días calurosos, debido a la cantidad de agua que se pierde al sudar.
- Cuidar la alimentación: Aumentar el consumo de frutas, y tratar de no ingerir comidas muy calientes.
- No exponerse: Evitar la exposición solar continua, reduciendo la actividad física durante las horas en que las temperaturas son muy elevadas, que van desde las doce del mediodía hasta las cuatro de la tarde.
- Vestirse acorde a las temperaturas: Se recomienda el uso de gorras, ropa holgada, liviana y de algodón. Asimismo llevar su paraguas para cubrirse mejor de los rayos del sol.
- Aplicar compresas frías: La temperatura corporal normal oscila en los 37°C, para ayudar a mantener o regularla es buena idea usar compresas frías en áreas como las axilas y cuello, en las cuales se encuentran mayores volúmenes de sangre.
Pendientes con los golpes de calor
Se producen por la larga exposición a los rayos del sol, y estos son sus síntomas:
- Alta temperatura corporal
- Estado mental alterado
- Náuseas y vómitos
- Agitación
- Dolor de cabeza
- Aumento del ritmo cardíaco.
Los más afectados
Quienes son más vulnerables ante la ola de calor son los adultos mayores y los niños menores de cinco años. Además de ellos están las mascotas, se recomienda darles un trato especial para mantenerlos frescos, como colocar hielo en su hidratación, evitar los paseos en horas de altas temperaturas y realizarles cortes de pelo en caso de que sea posible.
POR MARÍA ALEJANDRA MARTÍN • @maylaroja
FOTOGRAFÍAS MICHAEL MATA . @realmonto