10/08/2023. No quiero que nadie se ofenda, así que aclaro que esta afirmación es metafórica: cuando uno empieza a correr o trotar puede llegar a ver el asunto como una religión. Los cambios físicos y mentales de los que te hablé en las dos entregas anteriores pueden (no siempre ocurre) pasar al plano espiritual.
No es raro que los nuevos practicantes asuman una actitud mística, como si en lugar de haber iniciado una actividad deportiva y recreacional, hubiesen asumido la feligresía de una nueva iglesia.
Convivir o encontrarse con alguien que esté en esta onda puede llegar a ser intimidante, sobre todo si eres de esas personas que tienen barreras especiales contra los predicadores que tocan la puerta para anunciar las buenas nuevas.
Algunos sacerdotes, laicos comprometidos y pastores se quejan de que el gusto por el trote y la carrera aleja a los fieles precisamente los días domingo por las mañanas, cuando tienen lugar muchas ceremonias religiosas. Pero ese es otro tema.
Si tú acabas de “convertirte” a la religión del trote y la carrera, te recomiendo que revises con atención tu conducta en ese sentido. Si te estás convirtiendo en un evangelizador espontáneo, te aconsejo que dejes de hacerlo. Ya es bastante con que tú mismo hayas encontrado el camino a la redención. No estás obligado a captar a otros para eso. Ni tampoco es conveniente.
Ten en cuenta que en esto, como en tantas otras materias, se predica mejor con el ejemplo silencioso que con el sermón no solicitado. Si tus vecinos, amigos o compañeros de trabajo te ven dedicado a este deporte y aprecian que ha mejorado la salud de tu cuerpo, mente y alma, alguno que otro tal vez decida imitarte. Pero si te pones en la plaza con un megáfono, convocando a la gente a bautizarse en una nueva fe, lo que puedes conseguir es fama de tener una teja rodada.
Claro, es incoherente que lo diga alguien que tiene una columna semanal sobre el tema, pero ya sabes que así somos los seres humanos. Nos gusta vender consejos a los demás, pero no los tomamos para nosotros mismos.
Pasos y zancadas
Lauros en 4 x 400. El cuarteto venezolano integrado por Julio Velásquez, José Maita, Javier Gómez y Kelvis Padrino, ganó medalla de oro en el Campeonato Suramericano de Atletismo, en Sao Paulo, con tiempo de 3 minutos, 4 segundos, 54 centésimas y ahora está a la espera de un cupo para el Mundial de Pista y Campo que se celebrará en Budapest, Hungría, este mismo mes. Ya la posta tiene su boleto asegurado para los Panamericanos de Santiago de Chile 2023, pautados para llevarse a cabo del 20 de octubre al 5 de noviembre.
[Próxima entrega: Cuestión de estilo (V): Más sobre cambios espirituales en el trotador]
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ • @clodoher
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jadegeas