"Romperé el espejo
todas las veces que haga falta
y respetaré y esperaré paciente
el día en que todas
podamos vernos liberadas
de tanta pena por nada."
19/10/23. El poeta Gustavo Pereira en varias ocasiones ha afirmado que la poesía no sirve para nada. Sin embargo, cuando los creadores alzan la voz en favor de grupos sociales excluidos o vulnerados, la palabra se hace justicia en favor de una vida más digna e igualitaria. Así, son muchas las causas que aún gritan para visibilizar la verdad de quienes no tienen un espacio para reivindicarse. Sobre la base de esta premisa, la poeta argentina Marianela Saavedra eligió manifestarse a través de los versos en pro de la dignidad de las personas gordas. Es posible que para algunos suene ridículo que alguien eleve su voz en favor de los gordos, pero es importante tener en cuenta que actualmente, se calcula que en el mundo existen 60 millones de obesos y para 2030 la cifra ascenderá a 191 millones. A nivel mundial, más de 42 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso y obesidad, según un informe de la Comisión para el Fin de la Obesidad Infantil de la OMS (CFOI). La cifra equivale a un 6,1 % del total de los menores de ese grupo de edad, frente a los 31 millones (4,8%) que se registraban en 1990. Junto con la depresión, la obesidad dista mucho de ser un problema invisible. La cuestión es, que más allá de un problema de salud, la discriminación hacia las personas con sobrepeso atenta fuertemente contra su salud mental. Existe un consenso mediático y cultural mundial que apunta a aspirar la delgadez como modelo de salud, bienestar, éxito y belleza.
Por esta razón la poeta ha alzado este estandarte en favor de que los gordos puedan vivir con dignidad y ser personas merecedoras de amor y respeto. Marianela Saavedra asume esta militancia, que toma contundencia teniendo en cuenta que Argentina es un país de elevado racismo y que tiene un especial repudio a la gente con sobrepeso. La poeta se presenta así: "Soy Marianela Saavedra, feminista interseccional, escritora poeta, madre, profesora, militante del activismo gorde".
En su Argentina natal, Marianela Saavedra ha tenido mucho éxito en su causa. Ha recibido numerosos reconocimientos por sus seis publicaciones y ha trascendido su poesía hasta convertirla en performance y manifestación slam. Incluso ha llegado a hacer performances desnuda en voz de protesta, acción que le trajo riesgos para su seguridad personal. Tuvimos oportunidad de conversar con ella en ocasión de su visita a la 14 Feria del Libro de Caracas. Conozcamos parte de la voz poética de Marianela Saavedra.
¿Por qué la poesía?
La poesía, porque es un estado primitivo, sólido y expansivo de la palabra. Es el modo en el que palpita mi pensamiento y mi lengua. Es el modo ancestral de crear universos.
¿Cómo supiste que eras poeta?
Supe que era poeta apenas aprendí que todo tenía un alma y que todo se podía traducir en versos. Era muy pequeña, no sabía que existía la poesía, pero sabía que era poeta.
¿Cuál es tu aporte?
Después de mucho andar y compartir, intercambiar, dar, recibir, romper y construir, creo que entendí que mi aporte es la honestidad simple y brutal que transforma mis versos en verdades de muchas.
Con mi poesía busco más que nada, liberar mis demonios, abrir las puertas a mis ancestras, honrar mi territorio, trazar puentes para llegar a otras y otros, para encontrar y quizás sanar la herida original, busco romper cadenas, hacer un cielo donde entremos todes.
¿Cómo es la poesía gorda?
La poesía gorda es una poesía del desborde, de la exageración, de la desobediencia, de la piel, la grasa, los pelos, una poesía de cuerpos rebeldes, generosos y expansivos. La poesía gorda es un necesario, doloroso y exquisito éxtasis.
¿Cuáles son los principales prejuicios con los que te has topado en Argentina?
Creo que el prejuicio con el que más me encuentro en todos lados deviene de la cultura gordoodiante y del capacitismo, hay una idea acerca de lo que podemos o no podemos las personas gordas, marrones y de clase baja. Creo que es un prejuicio que se aplica sin medir consecuencias ni entender el sentido de su existencia.
¿Qué propones con tu trabajo?
Mi trabajo propone la auto interpelación antes que nada, busca irrumpir y ampliar los límites, propone entender el cuerpo como un modo de exisistir y una herramienta de expresión.
Cuéntanos de tus performances.
Mis performances nacen natural y gradualmente. Un día simplemente supe que no me alcanzaba la palabra para decir todo lo que mi poesía contenía, y que para eso tenía también mi cuerpo y que a través de mi cuerpo las palabras cobraban sentidos más profundos e impactantes. En algunas performances me valgo además, de la herramienta del desnudo desde una perspectiva reivindicativa, de denuncia de violencias y opresiones y de empoderamiento femenino. Cada performance es una posibilidad de transmutar y descubrir, crea un modo de conectar con el público y con mi esencia que es muy fuerte y enriquecedora.
¿Qué sucede si adelgazas?
Siempre pensé que si adelgazaba el mundo sería más ameno conmigo y todo se podría solucionar. Esto es un pensamiento implantado porque tiene su raíz en lo que los demás piensan de mi y no en lo que yo pienso de mi. Sé con certeza que no necesito perder peso para ser nada en especial, no hay nada malo en mi y mis kilos y formas, son mi Yo, me constituyen. Quizás si adelgazara la gente creería que "me he superado" o quizás que "traicione a una causa" en ambos casos, sigue siendo la mirada ajena sobre mí.
¿Quiénes son tus referentes poéticos, espirituales, morales?
No sé si tengo referentes pero sí hay muchas cosas y personas que dejo que me influencien y me constituyan. Por ejemplo: la cosmovisión mapuche, mis hijos y mi hija, el feminismo negro, la lucha por los derechos LGTBIQ, la ancestralidad de mis orígenes, la resistencia antiimperialista, el amor, el respeto, la justicia social y la memoria.
¿Te sientes realizada?
Me siento más bien en la búsqueda constante, me alivia saber que puedo fracasar y volver a intentar todas las veces que hagan falta.
¿Cómo se define Marianela Saavedra?
Suelo definirme como una mujer gorda, marrón, poderosa, vulnerable, coherente, utópica, porfiada y melancólica.
¿Qué te trajo a Venezuela?
A Venezuela me trajo la poesía y el amor de la gente que me lee. Me invitó la alcaldía por recomendación de otras y otros escritores y el pueblo, la gente que me lee, juntó y donó el dinero necesario para que yo viajara. Me trajo el arte y el apoyo colectivo.
¿Qué dinámicas propones en el aula?
En las aulas aplico lo mismo que en otras instancias de mi vida: la rebeldía, la defensa de las minorías, la reivindicación de los derechos humanos, la defensa de la memoria del pueblo, la expresión y la libertad.
Como maestra, ¿cuál crees que pueda ser la cura ante la discriminación?
Cuando podamos señalar y comprender el odio interno que portamos contra las diferencias, cuando asumamos que ese odio es una imposición del capitalismo, podremos ver de manera siemple que la discriminación no tiene sentido alguno.
¿Qué mensaje deseas darle a la comunidad de Épale CCS?
Me gustaría que la gente comprenda que las pequeñas diferencias no nos pueden enfrentar porque hay un enemigo mayor que nos quiere separados y peleados para debilitarnos. La Unión de los pueblos será nuestra salvación.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
FOTOGRAFÍAS CORTESÍA MARIANLEA SAAVEDRA • @marianela_poesiagorda