10/11/23. El inexorable tiempo que todo lo consume tocó las puertas del fútbol nacional para recordarnos a dos grandes figuras del ataque y la defensa que la desmemoria que afecta a este deporte había relegado al desván del olvido.
En una misma semana fallecieron dos jugadores históricos: el artillero José Luis Dolgetta y el zaguero central Freddie Elie. A Dolgetta le debemos una de las más celebradas hazañas de la Vinotinto, cuando en la Copa América de Ecuador 1993 remontó un 0-3 para igualar 3-3 ante Estados Unidos con par de tantos de Dolgetta y el golazo de Miguel “Pochito” Echenausi, en una descolgada fenomenal por la banda izquierda en el minuto 89.
Para la Copa América, la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) había iniciado uno de los primeros procesos de transformación de la selección nacional, bajo las riendas del serbio Ratomir Dujkovic. El entrenador centroeuropeo fue traído al país con la ilusión de que emulara el trabajo de renovación que había efectuado con gran éxito el montenegrino Dusan Dráskovic en la selección de Ecuador.
Dolgetta fue la apuesta para el ataque de Venezuela de Dujkovic, y el carabobeño respondió con cuatro tantos en Ecuador, donde se convirtió en el primer y único delantero nativo en ser el máximo goleador del torneo de selecciones nacionales más antiguo del mundo. Tiempo atrás lo tuvimos como compañero de transmisión en TVES, en un clásico del fútbol entre Caracas y Táchira en San Cristóbal, y nos confesó su decepción con el fútbol nacional, porque no había recibido reconocimiento a su trayectoria y, tras su retiro, sentía que los equipos no le habían dado la oportunidad que requería para consolidarse como entrenador.
Su incursión en el banquillo tuvo pasos muy breves al frente del Carabobo, Portuguesa, y Tucanes de Amazonas, pero en ninguno logró trascender con la misma contundencia que exhibió como potente goleador. Tampoco fue tomado en cuenta por la FVF para ayudar en la formación de nuevos talentos, y desilusionado por tanto desdén, cerró la tienda de artículos deportivos que tenía en San Cristóbal y se fue a Guayaquil, donde un infarto fulminante lo emboscó a sus 53 años de vida.
Elie integró esa generación de precursores que dejaban la piel en la cancha en aquellos años sesenta y setenta, cuando todo era derrotas. En medio de ese panorama adverso, en el que muy pocos jugadores formados en el país tenían chance de jugar en los equipos de primera división, Elie se erigió en la muralla del Deportivo Italia y fue uno de los héroes de aquella mítica victoria 0-1 sobre Fluminense en el Maracaná. El Futve siempre los recordará.
POR GERARDO BLANCO • gerarblanco65@gmail.com
ILUSTRACIÓN JUSTO BLANCO • @justoblancorui